Los patrocinios, el otro gran golpe que puede recibir Tatis Jr. por el dopaje

El torpedero es un imán para los sponsors, pero las marcas huyen al ruido

Fernando Tatis Jr., tendrá que recuperar una imagen muy tocado cuando vuelva a la acción en mayo de 2023. (AP)

Los US$2,5 millones que los Padres dejarán de girarle a Fernando Tatis Jr., por los 80 partidos que purgará a causa de su positivo de dopaje puede que sea el daño económico menor que sufra quien es una de las marcas de béisbol que cotizaba más en las nubes para las empresas asociarse.

Tatis Jr., era hasta el viernes la imagen perfecta del béisbol para vincular un producto. Así lo vio Gatorade cuando en 2020 lanzó su edición baja en caloría Bolt24 y lo escogió junto a Damian Lillard (NBA) y Matthew Wolff (PGA). Solo Derek Jeter y Bryce Harper, entre los peloteros, han conseguido acuerdos nacionales con la bebida hidratante propiedad de Pepsi.

También han ido tras él Adidas (en ropa deportiva), Mizuno (guantes), Victus (bates), Hyperice (aparato para dar masajes) y BMW.

Este año, Dairy Queen, una cadena de helados y restaurantes de comida rápida, apostó fuerte por el béisbol y lo reclutó en una campaña junto a Tim Anderson, Bryce Harper, Cody Bellinger. En el país, su mayor acuerdo lo tiene con el Banco de Reservas, cuya imagen se puede ver en anuncios de TV y redes, en gigantescas vallas publicitarias y en autobuses de la OMSA. Los datos de esos acuerdos no son hecho público.

La revista Forbes lo definió en 2020 como esa figura que la MLB buscaba desde que Jeter se retiró en 2014 para ser ese modelo alrededor del cual se pueda mercadear cualquier producto.

Se trata de una imagen apetecible, pero las empresas huyen al ruido y así como llegan se marchan. PWCC Marketplace, una plataforma en línea de subasta de postalitas que ya supera los 1,6 millones de unidades transadas, ha venido 16 de las tarjetas de Tatis Jr., de novato en las ligas menores por al menos US$30 mil, incluyendo tres entre US$117 mil y US$144 mil.

Solo en los últimos 12 meses en eBay se vendieron unas 300 mil postalitas del petromacorisano por unos US$12 millones. En diciembre pasado, la camiseta que utilizó en su primer partido en la MLB se vendió en US$212 mil en Fanatics Autions.

Pero los efectos de la suspensión comenzaron a sentirse en lo inmediato. El fin de semana las franelas de Tatis Jr., en la tienda del equipo en el Petco Park recibieron un descuento del 25%. Y costaba encontrar compradores.  

Jugar con fuego

Tatis firmó con los White Sox en julio de 2015 por un bono de US$825 mil, aunque la mayor inversión del equipo recayó en Franklin Reyes (hermano de Franmil) con US$1,5 millones.

Un año después, antes de jugar su primer partido en la finca de los Medias Blancas, fue transferido a los Padres y al concluir esa campaña (jugó rookie y Clase A-) tomó una decisión que le costará una fortuna.

De acuerdo al diario San Diego Union-Tribune, “Bebo”, como lo llaman en su entorno, y su padre Fernando Tatis, se reunieron por tres horas en una cena con tres estadounidenses, entre ellos Michael Schwimer, fundador de Big League Advance, una empresa que presta dinero a jugadores de ligas menores a ser cobrado como porcentaje de salarios futuros.

El acuerdo establece que por cada US$50 mil prestado el jugador cede el 1% del dinero que ganará mientras juegue en la MLB. Puede que sea la primera acción de riesgo que se conociera de Tatis Jr., pero desde su irrupción en el terreno demostró tener un espíritu incrontrolable, desde el corrido de las bases en el terreno hasta jugar con el peligro, ya sea trepando hasta el Pico Duarte o montando motocicleta, así esté en juego su contrato de US$340 millones.

Una de esas travesuras dañó su muñeca izquierda a tal grado que la recuperación que se esperara le permitiera regresar a mediados de mayo retrasó su luz verde para empezar la rehabilitación hasta la semana pasada. Entonces llegó la noticia que lo saca por 80 partidos.

Licenciado en Comunicación Social, egresado de la Universidad Dominicana O&M. Ejerce como periodista especializado en deportes desde el 2001. Es subeditor de Deportes de Diario Libre.