Al Horford suma un gran argumento en candidatura a la inmortalidad
El centro se resiste a poner fecha al final de su carrera en la NBA
Es apenas uno de 35 jugadores con títulos en la NCAA y NBA, tiene una carrera de 17 temporadas con ribetes de inmortal y con US$275 millones cobrados. A los 38 años, con el logro más alto de su paso por la liga caliente y con contrato para el próximo curso, Alfred Williams Reynoso Horford, “Al”, lo ha logrado prácticamente todo, pero se resiste a poner fin a la película.
“Quiero seguir jugando. ¿Por qué no seguir? No quiero limitarme”, le dijo Horford a ESPN tras la victoria de los Celtics sobre los Mavericks que lo convirtió en el primero de los 12 dominicanos que han jugado en la NBA que consigue un anillo.
Horford tiene contrato garantizado de US$9.5 millones para el próximo curso, donde puede engrosar más no solo su cuenta bancaria, sino también su hoja en los rankings históricos de la liga.
Le tomó 1,078 partidos de serie regular y 186 de playoffs para levantar la copa que suele certificar la graduación de los jugadores de esa estirpe especial, esos que no solo pasan por la liga en esos fugaz 4.5 años, sino sobre quienes se construyen proyectos… y en equipos emblemáticos como los Celtics.
Horford no ha sido un anotador de 20 puntos por noche, no ha promediado doble-doble, no ha ganado un liderato individual en nada o quedado en el primer Equipo Defensivo. Pero los 18.1 de ratio de eficiencia (PER) por minutos que acumula lo deja al lado de históricos como Isiah Thomas, Reggie Miller, Ray Allen y Scottie Pippen.
Quien fuera un delantero/centro tradicional limitado a hacer ofensiva de espalda al aro con un tiro ocasional de media distancia a los 29 años leyó la metamorfosis que emprendió la liga hacia el triple.
En sus primeras ocho temporadas solo realizó 65 disparo de tres, pero mientras se recuperaba en 2014 de una operación en el pecto que amenazó su continuidad entendió que tenía que ajustarse o despedirse.
Trabajó con especialistas, aprendió a lanzar y a partir de la campaña 2015-2016 se convirtió en un tirador efectivo como para ganarse la autorización a tirar hasta sobre los 300 triples en un curso con porcentajes que ha topado el 44%.
La trayectoria
El adolescente que en el 2000 dejó el país con 14 años para instalarse con su padre en Michigan tomó el bachillerato para triturar récords en la secundaria Grand Ledge High School como para ser ranqueado el séptimo delantero de poder en todo los Estados Unidos.
A los 18 aceptó la beca de la Universidad de Florida, ganó dos títulos de liga (2006 y 2007) en los tres cursos que estuvo, lo que disparó su valor como para que los Atlanta Hawks lo tomaran tercero en el sorteo.
Fue un jugador de impacto inmediato. Los Halcones llevaban ocho temporadas sin ir a playoffs y con Horford nunca faltaron en las nueve zafras que estuvo en Georgia, que incluyó cuatro escogencias por los técnicos al Juego de Estrellas.
Llegó al mercado en 2016 y en Boston se fijaron en él como pieza importante y le pagó US$113 millones por cuatro años en una reconstrucción que incluyó tomar de tercero en el sorteo a Jaylen Brown (MVP de la final 2024) y que tenía a Isaiah Thomas como referencia ofensiva. Un año más tarde llegaría Jayson Tatum (tercero en el draft salido de Duke) y se fichó a Kyrie Irving para desafiar a los Cavs de LeBron James.
"Nunca olvidaré lo que Danny Ainge me dijo en esa reunión", dijo Horford sobre el ex presidente de operaciones de los Celtics. "Dijo: 'Puedes ganar campeonatos en muchos lugares, pero no hay nada como ganar en Boston. Nada como ganar como Celtic'".
El proyecto no logró el objetivo y en el verano de 2019 los Sixers apostaron por él para juntarlo con Joel Embiid e ir por la corona. Lo ficharon por US$97 millones y cuatro campañas, aunque en Filadelfia no se entendió con el centro camerunés y fue traspasado a un Thunder en reconstrucción dos meses antes de que estallara el Covid-19, donde vivió un calvario hasta finalizar el curso 2020-2021 sin jugar.
Los Celtics lo recuperaron en cambio, ya con un proyecto más avanzado, con Tatum y Brown con millas como para desafiar a los grandes en campo abierto y lanzarse a pelear un anillo.
El equipo llegó a la final de 2022 donde cayó ante los Warriors, pero esta vez las piezas estaban más ajustadas, con el complemento perfecto de Kristaps Porzingis y Jrue Holiday.
El rol de Horford no fue el de un animador desde la banca o un tutor de jóvenes en un equipo donde él es tres años mayor que el dirigente Joe Mazzula.
Con Porzingis fuera de juego por una lesión en la pantorrilla durante la mayor parte de la postemporada, el impacto de Horford fue inmenso, anotó 22 puntos con 15 rebotes y 5 asistencias en una victoria cerrada sobre los Cavaliers en la segunda ronda y sumó 23 puntos y 5 rebotes y 3 bloqueos en la victoria del Juego 3 sobre los Pacers en las finales de la Conferencia Este.
Las palabras para la RD
Horford ha agotado esa sobresaliente carrera en los Estados Unidos mientras ha estado apartado del equipo nacional en los últimos 12 años, lo que le ha generado gran crítica en un sector importante de la afición.
El lunes, en medio de una celebración donde su familia exhibía la bandera dominicana aprovechó la oportunidad para lanzar otro ramo de olivo.
“Esto es para mi familia, ese apoyo que ha estado conmigo siempre y también para el pueblo dominicano porque yo entiendo que tengo mucha gente allá que me quiere, que me sigue, que ha estado siempre conmigo y me siento muy orgulloso de representar a todos los dominicanos”, dijo el puertoplateño.
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