Grandes escenarios reducidos a la pantalla por un virus
Con las salas de conciertos cerradas por la pandemia, los artistas se han concentrado en el video y en transmisiones digitales en vivo para no perder seguidores e ingresos
Esta historia es parte del especial “La música y el ocio en la era covid” de Diario Libre, realizado por Severo Rivera, Daniela Pujols, Jeury Frías y Mariela Mejía. Puedes leer las demás historias en los siguientes enlaces: La caída estrepitosa del entretenimiento por la pandemia • Las surrealistas maneras de volver a un concierto en la pandemia • Música urbana dominicana: la evolución de un género controversial y marginado • La música en streaming versus el retorno de los discos de vinilo
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La pandemia del coronavirus ha obligado a los artistas a reinventarse si quieren seguir activos. Cuando estos no pueden ver a sus seguidores por las medidas de distanciamiento social, es la pantalla de las computadoras o dispositivos móviles el canal que les ha permitido mantenerse en la preferencia. Y muchos de los denominados urbanos han sabido hacerlo.
Desde los controversiales lives en Instagram del artista Don Miguelo, con bailes sensuales de mujeres y menores de edad, las muy seguidas “tiraderas” de los artistas Lápiz Conciente y Mozart la Para, hasta conciertos en streaming patrocinados por empresas o a título personal de los cantantes, la clase musical busca sobrevivir en medio de la crisis económica que supone no poder estar a pocos metros de miles de espectadores como cuando no existía el intruso coronavirus.
El empresario artístico Vidal Cedeño, quien lleva más de 25 años en el entretenimiento, da una voz de alerta. Proyecta que la clase artística dominicana dejará de percibir -producto de la pandemia del coronavirus solo en los Estados Unidos- más de US$20 millones.
Cedeño, quien trabaja con artistas urbanos como Bulin 47, afirma que todos los géneros han sido afectados.
“En sentido general, si yo voy hablar de este año, lo que dejamos de percibir en términos brutos de todos los artistas dominicanos, incluyendo a los dembowseros, todo, el espectro de nosotros, en términos de ventas yo calculo que en el mercado nuestro se debe hablar de 20 millones de dólares. Quizás algo menos, quizás algo más”, comenta Cedeño.
“Con esta pandemia se está demostrando quiénes están preparados para dar la buena batalla en el transcurrir de los años”, asegura el locutor y productor Luinny Corporán.
“Tiradera”, la atrapante estrategia
Cuando los casos del COVID-19 en la República Dominicana se mantenían en alza y el país se preparaba para un cambio de Gobierno en medio de una pandemia, en el internet era tendencia la denominada “tiradera” entre dos artistas: Lápiz Conciente y Mozart la Para.
Entre uno y otro publicaban sencillos inéditos con los que buscaban probar quién era “el mejor” intérprete de canciones compuestas por una retahíla de palabras que no dan respiros ni pausas, características del rap.
A solo horas del lanzamiento de la respuesta del denominado Papá del Rap, Mozart, el varias veces ganador del premio Soberano del Pueblo, se convirtió en tendencia en YouTube y logró que las discusiones de sus fanáticos en redes sociales los posicionaran (a ambos) como los más mencionados en internet durante varios días seguidos.
Todas las canciones lanzadas en “la tiradera” han superado el millón de vistas en YouTube en solo horas, y han tomado los primeros lugares en tendencia en la República Dominicana y otros países.
La revista Billboard en inglés, además de figuras de la música como Nacho, Tempo, Arcángel y Raulín Rodríguez, han hablado de “la tiradera” entre Mozart y Lápiz, colocándolos nuevamente en la cúspide de la popularidad en medio de las pausas forzadas por la pandemia.
Contrario a lo que se piensa, en este tipo de estrategias no hay un ganador y un perdedor; los números finalmente hablan por sí solos.
A juicio del cantante urbano Vakeró, el nivel cae cuando se tocan temas personales.
Vakeró (Manuel Varet Marte) reconoce que en su tiempo llegó a utilizar este recurso, siendo uno de los pioneros. Una de ellas fue la protagonizada con El Lápiz, sin embargo, no cree que en la actualidad sea lo más beneficioso.
“Yo fui el creador básicamente de esa movida, podría decirse... A mí me nació la idea en su momento, y eso fue lo que puso a otros artistas a tirarnos, pero en estos tiempos no creo que sea necesario, porque el hip hop, el reguetón, todo lo que deriva de ese género, es una realidad, por lo que no veo que sea necesario. Yo, si decido hacer alguna con algún artista, es para demostrar mi talento, no por simple estrategia”, comenta.
Vakeró aprovecha para contar a Diario Libre cómo un artista se reinventa en la era del COVID-19.
¿Cómo lleva un artista urbano el encierro por la pandemia?
Esta pandemia me ha hecho conectar más con mi esencia, a unirme más a mi familia, a hacer más creativo, crear nuevas canciones; ya he presentado cuatro temas, cada uno con sus videoclips. Me he enfocado más en nutrirme como persona y compartir las cosas importantes con las personas importantes.
¿Qué aprendizajes te deja este proceso?
Con esta pandemia se ha podido ver quiénes son de verdad y quiénes no, en todos los sentidos, desde el que decía que tenía muchas posesiones y la pandemia ha desnudado su realidad, hasta los que decían ser cercanos y ni siquiera una llamada dieron a su ser querido. Este es un mensaje que Dios ha enviado para que sepamos quién tiene realmente el control. Nos ha devuelto a lo básico.
Gracias a Él nos hemos mantenido tranquilos y sanos en casa, tenemos comida; si llueve, no nos mojamos porque tenemos un techo, y hay que estar agradecidos por eso. Hemos tenido el chance de ir al estudio y ponernos creativos. Este año probablemente termine así, por lo que tenemos que estar preparados mentalmente.
¿Cómo viviste los inicios de la música dominicana, cuando no existían tantas facilidades para hacer música?
Yo creo que lo único que ha variado es la forma de tú mover tu propuesta. Los grupos que conocí antes de tener mi espacio propio en la música como Campamento Revolucionario y otros... luego entramos nosotros Joa, Vakeró, El Lápiz y un par más, le dimos otro giro, y empezaron personas a mostrar interés. Antes había un género más de hip hop, ahora es mucho más comercial; en esa línea antes estaba Don Miguelo. A mí nunca me ha gustado atribuirme méritos de otros, pero todos hemos aportado para que hoy en día la música urbana esté encaminada.
¿Cómo defines el tipo de música que realizas?
Siempre a mí me ha interesado lo tropical y lo social, traer esos temas con nuevos colores, que se alejan a veces del concepto que se tiene del género; a mí me gusta variar y me inspiro de forma fácil. Un día yo puedo estar viendo las noticias y veo un tema sensible, me llega la musa y saco un tema. Esas son las canciones que me llenan el alma, mis preferidas, aunque la gente no le haga mucho coro. Siento que hay un público que también le gusta la calidad, y que le lleven propuestas interesantes y diferentes.
Soy un artista que tampoco puede dejar de lado el amor. Es satisfactorio cuando personas me dicen: yo me casé o le dediqué una de tus canciones a mi pareja. Yo también he hecho canciones de tiradera y comerciales, pero siempre y cuando no me denigren como artista o se alejen de mis valores.
Dios ha sido generoso conmigo. Poder navegar en diversos géneros, eso no lo hace todo el mundo.
¿Qué viene a corto plazo para la carrera de Vakeró?
A corto plazo seguimos grabando, tenemos la canción lanzada recientemente titulada “Eso dice”, que responde a muchas cosas que se dice de mí en redes sociales, que yo nunca le he parado bola, pero decidí responderlas con música. Lanzamos el video de la canción que lleva por título “Nació pegao”, que cae en el pedestal que le tengo a canciones como “Qué mujer tan chula” o “Los zapatos”. Es una canción que la gente que se ha estresado mucho -porque todo el mundo está en estrés- la puede bailar donde quiera que la escuche.
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La industria tras la pandemia
Para el productor Dariel Minaya, director de programación de la emisora Power 103.7, artistas como El Lápiz Conciente, Vakeró y Mozart la Para, entre otros, han sabido mantenerse activos durante la pandemia. De hecho, algunos de ellos con los lives, tanto para empresas como los realizados bajo su propio equipo, lograron continuar vigentes.
Este, para él, es el camino a corto plazo hasta que concluya el complejo periodo sanitario que ha puesto al mundo boca arriba.
Las redes sociales, los nuevos escenarios
Redes como Youtube e Instagram son actualmente las principales plataformas utilizadas por aficionados y músicos para expandir sus melodías, ideas y mensajes.
Ese aplauso o incluso grito inicial que se produce en la sala cuando aparecen los músicos es lo que hace que un recital se convierta en algo inolvidable para el artista.
Sin embargo, ese encuentro con el público en vivo que tanta vida da a los artistas parece que no será posible, al menos por el momento, ahí radica la importancia de la creatividad para no dejar que la música muera.
Según planteó Vakeró "este es un llamado a los artistas a reinventarse". En su caso, confiesa que no era de poner mucho énfasis en el mundo digital, para él era insustituible el contacto con el público y ver su reacción en directo era algo que no podía dejar de agradecer.
"Con mi equipo nos hemos puesto más receptivos al mundo digital; yo no soy de estar compartiendo lo que tengo en redes sociales y no le daba mucha importancia; ahora reconozco que este es el presente y futuro cercano de la industria por lo que tenemos que adaptarnos", confesó a Diario Libre.
Esta es una tendencia mundial que no se sabe cuando llegará a su fin.
Música para animar la difícil cuarentena por el coronavirus es la “medicina” que artistas como Laura Pausini, Alejandro Sanz, Juanes, Tiziano Ferro, Sech o Justin Quiles ya han comenzado a ofrecer en las redes sociales para palear la espera.
Los artistas pop de Occidente se han sumado así a una tendencia que comenzaron orquestas sinfónicas -comenzando con la de Berlín- en los países más afectados por el virus, al abrir al público grabaciones y sesiones en vivo de sus interpretaciones.
Esta iniciativa comenzó en China, donde las disqueras independientes respondieron a la cuarentena forzada por el Gobierno para combatir el COVID-19 con sesiones de algunos de sus artistas más populares.
El germinador fue el club de punk rock Vox Livehouse, situado en Wuhan, la ciudad donde se originó el virus y una de las más afectadas del mundo, que comenzó a transmitir en las redes sociales de China un festival gratis de música.
Con estos conciertos no solo se busca apalear la crisis de la industria por la pandemia, también se utiliza como método para animar a los fanáticos durante su aislamiento.
Iniciativas dominicanas
Con el espectáculo “Tamos de 45”, del Conjunto Quisqueya, el empresario artístico Amable Valenzuela estrenó Viva Live TV, su nueva plataforma de conciertos, Valenzuela Streaming RD.
Con esta plataforma, Amable Valenzuela amplía su portafolio de servicios en el área del entretenimiento, incorporando a su empresa Valenzuela Productions, la división de comercialización, publicidad, realización y producciones de conciertos virtuales y en vivo, con el nombre comercial Valenzuela Streaming RD.
Pero él no fue el único; la agrupación Toque Profundo inauguró el nuevo espacio www.teatrovirtual.do, una iniciativa de Tony Almont, y servirá a artistas para presentar y obtener remuneración por conciertos y puestas en escena a través de la plataforma
¿Qué tan rentables son los conciertos streaming?
El cantante Don Miguelo reveló que no recibió apoyo de empresas privadas o públicas para su show en vivo realizado hace unos meses, por lo que al final no resultó tan rentable respecto a la alta inversión que generó por la calidad del montaje.
Varios empresarios coinciden en que no son tan rentables, no son rentables.
Para algunos de los empresarios consultados, la principal razón por las que estos conciertos no van a funcionar obedece a que los conciertos de todos los artistas dominicanos están colgados en YouTube.
Y es que, es muy difícil que un usuario se decida a ver un show en vivo sin público, cuando puede ver eventos antiguos, donde los artistas interactúan con el público y cantan sus éxitos con la adrenalina que les da estar al frente de sus fanáticos.
De acuerdo a los datos a los que Diario Libre tuvo acceso se han hecho muchos conciertos virtuales pagados en el país y en su mayoría los resultados económicos ni siquiera han alcanzado para pagar la inversión que se ha hecho.
A eso se suma que no todo el público popular tiene acceso a Internet de calidad para ver este tipo de conciertos o están dispuestos a pagar.
Los consultados coinciden en que, en estos tiempos donde las personas son tan desconfiadas esas plataformas no son amigables por todos los pasos que tienen que dar, además del costo en dólares que tiene que pagar, regularmente entre 3 a 10 y hasta 20 dólares.
Aunque ese parece ser el futuro de la música mientras se logra un mayor control de la pandemia, que sea exitosa o no va a depender de la forma en la que integran al público en el proceso a fin de hacer de esas plataformas más interactivas y brindar un producto diferenciado.
Mientras eso sucede los grandes escenarios seguirán reducidos a la pantalla.
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