Trabajadoras sexuales dominicanas denuncian maltratos de clientes y Policía

"Paradójicamente", agregó, "los clientes de cuello blanco son los más agresivos y peligrosos, dicen

SANTO DOMINGO.- Las 7,500 mujeres que ejercen como trabajadoras sexuales en República Dominicana enfrentan a diario agresiones de todo tipo provenientes de clientes, de la Policía y de los dueños de establecimientos donde ofrecen sus servicios, denunció hoy una organización que las agrupa.


La mayoría de las que ejercen el trabajo sexual en el país residen o provienen de sectores marginados de la capital
dominicana, de la provincia Santo Domingo, y de San Cristóbal (sur), según un documento distribuido por el Movimiento de Mujeres Unidas (Modemu).


La organización precisó que en el último año, las casas de citas y los centros de masajes fueron desplazados como los principales puntos para el contacto con las trabajadores sexuales. La presidenta de Modemu, Marina Torres, dijo en el documento que muchas de sus compañeras son objeto de graves agresiones de todo tipo, "no solo por los clientes, sino también por parte de agentes policiales, dueños y administradores de muchos de los establecimientos donde laboran".


"Paradójicamente", agregó, "los clientes de cuello blanco son los más agresivos y peligrosos, ya que tienen muchas fantasías en sus cabezas y cuando las trabajadoras sexuales no podemos cumplir con sus requerimientos se tornan violentos y amenazantes, apoyándose en sus influencias y su posición social".

Destacó, además, que las trabajadores sexuales dominicanas carecen del beneficio de políticas oficiales que las ayuden a superarse, ya que en su mayoría provienen de hogares de padres divorciados, matrimonios disfuncionales, víctimas de violaciones sexuales en la niñez, de ambiente de extrema marginalidad y otros graves problemas sociales.

Con el propósito de debatir su situación, Modemu organiza la celebración el jueves y el viernes próximos del congreso "Soy una mujer, no un objeto sexual de nadie". La actividad tendrá entre sus objetivos, dijo Torres, la creación de una comisión para dar seguimiento a los casos de violencia contra las trabajadoras sexuales, y que estará compuesta por psicólogos, abogados y mujeres que han sido víctimas de agresiones.