Todos los presidentes de los últimos 35 años modificaron la Constitución
Por primera vez, se propone una reforma constitucional que no busca cambiar lo concerniente a la reelección
El presidente Luis Abinader se inscribió en la lista de los mandatarios dominicanos que han impulsado reformas constitucionales durante su mandato desde el año 1986, con la excepción de que es el único cuya motivación no radica en permitirse la reelección en el cargo.
Con él, todos los presidentes que han gobernado a la República Dominicana desde el año 1986 se han abocado a cambiar las reglas del juego político con modificaciones a la Constitución por lo que, de llegar a materializarse, esta sería la quinta reforma en 27 años.
Aunque la frecuente transformación de la Carta Magna genera preocupación y dudas acerca de la madurez de la democracia dominicana, el profesor en Derecho Constitucional, Amaury Reyes Torres, analiza que las reformas no son malas en sí, ya que lo importante es el motivo detrás de la iniciativa y el respeto de los procedimientos.
Entiende que más que el hecho de alterarla, es importante “para qué y cómo se hace”, si se respetan los procedimientos, si el proceso es arbitrario o participativo, o si responde a las necesidades del país.
Esos procesos pueden llevar a la creación de consensos sociales y políticos para adaptarla a las nuevas realidades, y pueden servir para resolver crisis políticas, como ocurrió en el 1994, de acuerdo al constitucionalista.
En las elecciones de 1994 el entonces presidente Joaquín Balaguer fue declarado ganador de una tercera reelección consecutiva por la Junta Central Electoral con una diferencia de 22,281 votos por encima de su más cercano contendor, el líder del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), José Francisco Peña Gómez.
Peña Gómez alegó fraude y exigía la anulación y celebración de nuevas elecciones. Una Comisión de Verificación confirmó que ocurrieron serias irregularidades el 12 de julio de ese año.
El conflicto se canalizó mediante la firma del Pacto por la Democracia, mediante el cual se acordó prohibir la reelección, otorgarle dos años de gobierno adicionales a Balaguer hasta el 1996, y realizar comicios el 16 de agosto de ese año.
Esos puntos fueron establecidos en una reforma constitucional, además de la creación del sistema de doble vuelta electoral, en caso de que un candidato presidencial no lograse el 50% de los votos más 1. Ese último requisito impidió que Peña Gómez venciera en las elecciones del 1996, pese a que obtuvo un 47%, por encima del 38% que logró el Partido de la Liberación Dominicana, con Leonel Fernández como candidato.
En la segunda vuelta, el PLD acudió aliado al Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), de Balaguer, derrotando a Peña Gómez.
Leonel Fernández no modificó la Constitución en su primer gobierno, desde el 1996 hasta el 2000, pero su ascenso fue posible gracias a una crisis política y reforma constitucional.
A Fernández siguió Hipólito Mejía, quien derrotó a su contendiente del PLD, Danilo Medina, en el 2000. Dos años después de iniciar su mandato, Mejía estimuló una nueva enmienda con el único propósito de eliminar el impedimento para repostularse.
Se redactó el texto para que estableciera que “el presidente de la República podrá optar por un segundo y único período constitucional consecutivo, no pudiendo postularse jamás al mismo cargo, ni a la Vicepresidencia de la República”.
Cuando Fernández volvió al Palacio Nacional en el año 2004, tras haber vencido a Mejía, encontró el camino abierto para aspirar a una reelección, gracias a las modificaciones que impulsó su predecesor, pero tenía la barrera del “no poder postularse jamás al mismo cargo”.
El presidente Fernández fue reelecto en el 2008, y en el 2010 promulgó una reforma constitucional que eliminó la prohibición del “jamás”, habilitándolo para volver a participar en próximas elecciones. Aunque permitía repetir en futuros procesos, la Constitución de Fernández había suprimido la posibilidad de una reelección consecutiva, lo que cerraba el paso a cualquiera que fuera su sucesor.
El presidente más puntual y el más impuntual de la historia reciente de República Dominicana
En el año 2012 ganó la primera magistratura de la nación el candidato del PLD, Danilo Medina, quien tres años más tarde motivó un cambio constitucional que volvió a instaurar el sistema de dos períodos consecutivos sin poder postularse al mismo cargo.
Cinco años después de la última reforma, el presidente Luis Abinader ganó la presidencia desde su Partido Revolucionario Moderno (PRM), sin obstáculos para optar por un segundo período. Abinader expresó desde el principio su interés en producir otra reforma de la ley sustantiva, pero con el compromiso de no tocar lo relativo a la reelección.
El mandatario sugiere crear los mecanismos legales para imposibilitar que cada nuevo gobierno siga produciendo cambios en el texto constitucional solamente por ese tema.
En ese propósito, el jefe del Poder Ejecutivo ha convocado a los dirigentes de los partidos con representación en el Congreso Nacional para iniciar la discusión de unas 12 reformas, incluyendo la constitucional.
El mandatario expresó en un discurso de rendición de cuentas por su primer año de gobierno la intención de quitar al presidente la facultad de designar al procurador general de la República, con el propósito de lograr la independencia del sistema de justicia.
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