La ESA decide el punto de aterrizaje en noviembre de Rosetta en su cometa
El pasado día 25 la ESA anunció los cinco puntos posibles de toma de contacto
PARÍS. La Agencia Espacial Europea (ESA) comunica mañana el punto elegido para el que será el primer aterrizaje de la historia en un cometa, y que protagonizará su sonda Rosetta el próximo mes de noviembre.
De hecho será Philae, un módulo de un centenar de kilos de Rosetta, el que debe posarse -probablemente el 11 de noviembre- en la superficie del cometa Churyumov-Gerasimenko, que la sonda espacial ha estado observando de cerca desde el 6 de agosto, desde cuando se ha situado a menos de 100 kilómetros.
El pasado día 25 la ESA anunció los cinco puntos posibles de toma de contacto con el suelo del cometa, que han estado siendo investigados en detalle durante tres semanas para determinar las estrategias operativas y orbitales que implicaría cada uno de ellos.
Para hacerlo, Rosetta se ha llegado a aproximar a 50 kilómetros de distancia, lo que a permitido a sus expertos "recabar información más detallada de cada sitio", en particular fotografías en alta definición de la superficie, mediciones de temperatura del cometa, así como de la presión y de la densidad del gas que rodea su núcleo.
Se han conseguido imágenes en el que se pueden ver estructuras de hasta una decena de centímetros.
En paralelo, se ha determinado la orientación del cometa respecto al Sol, su velocidad de rotación, la masa y la gravedad en la superficie, otros factores que son también relevantes para evaluar la viabilidad técnica de cada una de las opciones.
Todas ellas responden a una serie de condiciones, en particular ofrecer al menos seis horas de luz solar durante cada rotación del cometa, y condiciones de iluminación apropiadas para realizar observaciones científicas y para recargar las baterías del módulo de aterrizaje pero sin que se produzca un recalentamiento.
La ESA debe dar a conocer mañana un primer punto de aterrizaje, pero también una segunda opción, con los retos que plantea la operación, pero igualmente los resultados científicos que pueden esperarse.
Ya ha advertido de que la maniobra de aterrizaje se presume "complicada" y de que se prolongará durante varias horas, debido a la escasa gravedad y masa del cometa.
Una vez que se haya posado y fijado al suelo, se espera que Philae pueda ofrecer información valiosa a los científicos durante unos cuatro meses. El módulo orbitador continuará observando la evolución de la actividad del cometa hasta finales de 2015.
Rosetta lleva diez años viajando por el espacio desde que fue lanzada en 2004 y en ese tiempo ha recorrido casi 6.400 millones de kilómetros en su odisea para tratar de obtener respuestas sobre el origen del Sistema Solar.
Los investigadores han centrado su atención en los cometas a los que consideran "cápsulas del tiempo" porque se formaron en el origen del Sistema Solar hace unos 4.500 millones de años pero desde entonces se han alejado de la estrella. Consideran que conocerlos más en profundidad puede aportar respuestas sobre cómo eran las cosas en sus inicios.
Para hacerlo, Rosetta se ha llegado a aproximar a 50 kilómetros de distancia, lo que a permitido a sus expertos "recabar información más detallada de cada sitio", en particular fotografías en alta definición de la superficie, mediciones de temperatura del cometa, así como de la presión y de la densidad del gas que rodea su núcleo.
Se han conseguido imágenes en el que se pueden ver estructuras de hasta una decena de centímetros.
En paralelo, se ha determinado la orientación del cometa respecto al Sol, su velocidad de rotación, la masa y la gravedad en la superficie, otros factores que son también relevantes para evaluar la viabilidad técnica de cada una de las opciones.
Todas ellas responden a una serie de condiciones, en particular ofrecer al menos seis horas de luz solar durante cada rotación del cometa, y condiciones de iluminación apropiadas para realizar observaciones científicas y para recargar las baterías del módulo de aterrizaje pero sin que se produzca un recalentamiento.
La ESA debe dar a conocer mañana un primer punto de aterrizaje, pero también una segunda opción, con los retos que plantea la operación, pero igualmente los resultados científicos que pueden esperarse.
Ya ha advertido de que la maniobra de aterrizaje se presume "complicada" y de que se prolongará durante varias horas, debido a la escasa gravedad y masa del cometa.
Una vez que se haya posado y fijado al suelo, se espera que Philae pueda ofrecer información valiosa a los científicos durante unos cuatro meses. El módulo orbitador continuará observando la evolución de la actividad del cometa hasta finales de 2015.
Rosetta lleva diez años viajando por el espacio desde que fue lanzada en 2004 y en ese tiempo ha recorrido casi 6.400 millones de kilómetros en su odisea para tratar de obtener respuestas sobre el origen del Sistema Solar.
Los investigadores han centrado su atención en los cometas a los que consideran "cápsulas del tiempo" porque se formaron en el origen del Sistema Solar hace unos 4.500 millones de años pero desde entonces se han alejado de la estrella. Consideran que conocerlos más en profundidad puede aportar respuestas sobre cómo eran las cosas en sus inicios.
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