Ingresados en cuidados intensivos por explosión tienen quemaduras de segundo grado
De los once que fueron internados en el Ney Arias Lora fueron despachados dos y tres esperan por su de alta
SANTO DOMINGO. Los seis pacientes que permanecen ingresados en la Unidad de Quemados del hospital Ney Arias por la explosión de la planta de Sol Gas en el barrio La Esperanza, de Los Ríos, continúan siendo críticos por las quemaduras de segundo grado profundo que poseen, en un 30 a un 60 por ciento de su cuerpo.
Todos evolucionan dentro de su cuadro, bajo pronóstico reservado.
Los pacientes son Felipe Vinicio Morel, de 63 años de edad, con 60% de quemadura de superficie corporal, Eddy D´ Oleo, de 50 años, con un con 30% de superficie corporal, dos de los más delicados. También Elvin Alfredo Valerio, de 30 años de edad; Marina Álvarez, de 52 años; Denny Álvarez, de 28 años, y Ramón Antonio Lugo, de 25 años.
La directora del hospital traumatológico Ney Arias Lora, Ysabel Santana, informó que recibió 11 pacientes y que en el transcurso del día de ayer, fueron dados de alta dos pacientes y actualmente continúan ingresados en sala de clínica del centro las pacientes: Altagracia Ortega de 49 años, Yilda Del Carmen, de 52 años de edad y Altagracia Berigüete Ortega, de 28 años.
La doctora Ysabel Santana, directora general destacó, que se le realizaran las evaluaciones de lugar para proceder a dar de alta a estas últimas tres los pacientes que continúan ingresados en sala.
Ayer, el Cuerpo de Bomberos informó que 40 personas resultaron heridas por la explosión y que fueron llevadas a diferentes clínicas y hospitales.
En el día de hoy la Unidad de Quemados del Ney Arias Lora empezó a hacer la selección para trasladar hacia el “área invasiva” de tres de los seis en estado delicado y que están más crítico. Según el doctor Bruno de la Unidad de Quemados, mañana, miércoles se le empezarán a hacer un “tratamiento crudo” o quirúrgico.
Esperan que en 21 días, sino hay ningún tipo de complicaciones, podrían ser sacados de la Unidad de Cuidados Intensivos.
“Nosotros estamos haciendo un cambio con los pacientes que ya estaban ingresados en Cuidados Intensivos y que ya han mejorado porque nosotros no tenemos capacidad de respuesta. Nosotros tenemos nada más once habitaciones y al momento de ocurrir la desgracia teníamos todas las camas ocupadas”, dijo Bruno.
La explosión causó daños a más de veinte casas, muchas de ellas totalmente destruidas. Afortunadamente no hubo víctimas mortales.