Piden ayuda psicológica para menores de edad que presenciaron feminicidio en Santiago
Temen que hermano menor de la víctima cometa una locura
Los menores no se alimentan ni duermen bien casi una semana después del feminicidio
Tres menores de edad parientes de Joevely Fernández Aquino, asesinada a manos de su excompañero sentimental en el sector La Otra Banda de Santiago, quedaron tan marcados con el hecho que, a casi una semana de la tragedia, no duermen ni se alimentan adecuadamente.
Los jóvenes, de 16, 11 y 10 años de edad, fueron testigos cuando Dalvin Paulino Rosario, apresado tras el hecho, mató a cuchilladas a su expareja, de 29 años.
En el caso del adolescente, quien es el hermano más pequeño de la víctima, los familiares contaron que no lo dejan solo un instante, por temor a que cometa una locura.
“Ya intentó suicidarse al ver como ese hombre mató a Joevely sin poder hacer nada, debido a que lo amenazó con matarlo junto a los dos niños que estaban en la habitación”, señaló Dominga Aquino, madre de la hoy occisa y del adolescente.
Dijo que el niño de 10 años fue quien avisó a la familia sobre la tragedia.
La señora, de unos 65 años, solicita a las autoridades asistencia psicológica para atender los traumas dejados por esa tragedia.
“Queremos que nos den ayuda para poder aprender a vivir con este sufrimiento que llevamos”, expresó.
El responsable de la tragedia, Dalvin Paulino Rosario, en otras dos ocasiones intentó matar a Fernández Aquino.
Estaba en libertad bajo fianza
La señora lamenta que su hija murió ante las debilidades del sistema de justicia. Recordó que Paulino Rosario estaba en libertad bajo fianza por violencia verbal y física agravada.
Indicó que el feminicida trató de matar a su hija en una primera ocasión incendiando la casa con ella dentro. En un segundo intento fallido, el hombre la golpeó con un palo en la cabeza.
El homicida fue favorecido por el juez Cirilo Salomón Sánchez, de la Oficina Judicial de Servicios de Atención Permanente, quien le impuso a Paulino Rosario, el pasado mes de diciembre, una garantía económica, la obligación de presentarse de manera periódica a la Fiscalía y un impedimento de salida del país por intentar matar a Joevely Fernández Aquino.
Ocho meses después de esa decisión, Dalvin Paulino Rosario logró su objetivo matando a la joven de múltiples estocadas.
Hoy, el homicida cumple medida de coerción consistente en prisión preventiva por el crimen.
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