Se dinamizan las actividades en Haití luego de la tregua del grupo armado G9

Estaciones de combustibles llenas, aumento de la circulación de personas y vehículos en las calles y largas filas en los bancos comerciales fue el ambiente que se vivió ayer en algunos lugares de Puerto Príncipe, en Haití.

Los reportes de los medios locales y los recibidos por este dan cuenta de la dinamización en la ciudad luego del anuncio el pasado viernes del grupo armado G9 an Fanmi e Alye de una tregua de una semana para facilitar la distribución de combustible.

No hay señales de que el retorno de las actividades, que fueron paralizadas por la falta de combustible, sobre todo de gasolina, se mantenga más allá de la semana ofertada por Jimmy Chérizier, alias Barbeque, el líder del G9, quien condicionó la continuidad de la tregua a que el primer ministro haitiano Ariel Henry presente su renuncia.

“Esto refleja la agudeza de la crisis en Haití ante la falta de legitimidad de las instituciones que, hasta la muerte de Moïse, podían pretender algún tipo de legalidad o legitimidad”, examinó Iván Gatón, experto en relaciones internacionales que tiene tiempo analizando la situación de Haití.

Gatón dijo que en estos momentos las pandillas en Haití tienen mejores condiciones que las fuerzas públicas. “Y, evidentemente, parece que en la actualidad están manejando el 60 % del territorio y hay una especie de suplantación del Estado, una perspectiva de soberanía criminal”, dijo el académico.

La oficina del primer ministro negó que el Gobierno pagara 40 millones de gourdes (22.7 millones de pesos, según la estimación en línea de la empresa canadiense Xe) a la banda armada G9 para negociar una tregua para facilitar el paso de los camiones cisterna que transportan combustible en la terminal de Varreux, en Cité-Soleil.

La oficina expresó que se trata de una campaña con fines desestabilizadores, por lo que se dieron las instrucciones de que se tomen las medidas para que quienes hicieron la acusación proporcionen pruebas de sus declaraciones que “siembran las semillas de la confusión” en los ciudadanos.

Barbecue ofreció siete días de “reflexión” para la conmemoración de la histórica batalla de Vertières, del 18 de noviembre de 1803, contra los franceses y que llevó a la independencia de Haití. “A esto hay que darle una perspectiva internacional, dentro del ámbito criminal, estamos hablando de grupos delincuenciales que están teniendo el control político como pasó en su momento en Somalia, en Iberia, y hay un desplazamiento a favor de personas, como Jimmy Chérizier”, dijo Gatón.

Mercado binacional

La tregua de la pandilla también se reflejó en la cantidad de participantes ayer lunes en el mercado binacional que se realizó en Dajabón.

Chisthofer Yan, un comerciante haitiano que acudió a comprar pasta y embutidos para llevarlos a su país, explicó que pudo participar en la feria gracias a que las ventas de combustible en las estaciones fueron reanudadas el fin de semana. Sostiene que la falta de carburantes los limita para poder desplazarse hasta territorio dominicano y participar en la feria.

Fernando Díaz, presidente de la Asociación de Vendedores del Mercado de Dajabón, asegura que el intercambio comercial se ha ido regularizando desde el pasado viernes.

Destacó que un número significativo de comerciantes y compradores haitianos están retornando a la plaza.

En lo que se desarrolla el mercado, los militares adscritos al Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza (Cesfront) mantienen una estricta vigilancia en todo el cordón fronterizo por la inestabilidad social y política que se vive en Haití.

El enviado especial

Por más armonía y una verdadera agenda de cooperación entre la República Dominicana y Haití abogó Daniel Supplice, el enviado especial del primer ministro haitiano Ariel Henry al país. Supplice llegó a la República Dominicana el pasado lunes 8 de noviembre para agotar una agenda de trabajo encomendada por Henry, que incluyó un encuentro con el presidente dominicano Luis Abinader.

Un comunicado de la Embajada de Haití en el país informó que Supplice quedó “satisfecho” con los resultados de su visita de una semana en el país, donde también se reunió con representantes del Sistema de Naciones Unidas.

Supplice se reunió con los ministros de Relaciones Exteriores, Roberto Álvarez, de Interior y Policía, Jesús Vásquez y con el presidente del Senado, Eduardo Estrella.

También realizó una visita a miembros del cuerpo diplomático en el país, entre ellos el nuncio apostólico arzobispo Ghaleb Bader, y con el encargado de Negocios de la Embajada de los Estados Unidos en la República Dominicana, Robert Thomas.

El embajador haitiano llegó al país después del “incidente”, como lo catalogó Henry en Twitter, entre el presidente Abinader y el canciller haitiano, Claude Joseph, sobre la situación por la que actualmente atraviesa Haití.

En las reuniones se habló sobre los temas de migración y seguridad fronteriza. Supplice aprovechó para abogar “cada vez por una mayor armonía y una verdadera agenda de cooperación” en las relaciones dominico-haitianas a todos los niveles.

Desde la República Dominicana no se ha informado sobre la visita ni sobre los temas discutidos con Supplice, quien abandonó el país el pasado domingo.

Dominicana tomó medidas migratorias estrictas para reducir la inmigración desde Haití.

La más polémica es la deportación de mujeres haitianas embarazadas.

La Embajada de Haití en la República Dominicana comunicó que expresó a las autoridades dominicanas “su profunda” preocupación por las prácticas actuales de deportación de ciudadanos haitianos.

Dijo que seguirá interviniendo “incansablemente” ante la Dirección General de Migración (DGM) para un mayor respeto de los derechos humanos y fundamentales de los nacionales haitianos sometidos a procesos de deportación debido a la irregularidad de su estatus migratorio.