¿Sabe qué hacer si su hijo se atraganta con un objeto?

En el Hospital Infantil Doctor Robert Reid Cabral atienden de dos a tres casos por semana de niños atragantados

SANTO DOMINGO. El peligro de atragantarse está latente al ingerir cualquier tipo de comida y a cualquier edad. Personalidades como el expresidente de Perú, Alberto Fujimori, que en una ocasión se atragantó con un pedazo de carne, y el expresidente de los Estados Unidos, George W. Bush, a quien le sucedió con una galleta en forma de rosquilla y sufrió un leve desmayo, son ejemplos de que para este problema no cuentan ni edad ni posición.

Los infantes, especialmente los más pequeños, son los más afectados, pues todo se lo llevan a la boca, como forma de explorar, según explica la doctora Paola Hatton, pediatra neumóloga, especialista en estos casos del Hospital Infantil Dr. Robert Reid Cabral.

En el Departamento de Neumología de ese hospital atienden de dos a tres casos por semana de niños atragantados con diferentes objetos, expresó la doctora.

Hatton explica que estos episodios por lo general se presentan en los pequeños por la ingestión accidental en un momento de juego, cuando se asfixian y comienzan a hacer “arcadas”, es decir, como si fueran a vomitar, por el objeto que tienen en la vía de inicio, pudiendo pasar a la vía digestiva o aérea, siendo esta última la más peligrosa, pues puede poner en riesgo la vida del paciente, según detalló.

“Para prevenir esta clase de accidentes se debe enseñar a los niños a comer correctamente, de modo que no se lleven grandes bocados y que no deglutan de prisa y sin la suficiente masticación de los alimentos”, dice.

Los juguetes deben ser acordes a su edad, de preferencia que sean más grandes que su mano, y no debe permitírseles jugar con objetos que al ser mordidos puedan desprender fragmentos, y mantener siempre la supervisión.

Además, sugiere la especialista, se debe evitar que jueguen específicamente con “globos, monedas, llaves, bolones y pequeños juguetes, que se convierten en atractivos objetivos que impulsan a los pequeños a llevárselos a la boca”.

Los síntomas principales de un atragantamiento son: color de piel azulado, imposibilidad de toser o respirar y desvanecimiento. De manera instintiva la persona atragantada se lleva las manos al cuello.

Si el objeto está afectando las vías respiratorias los síntomas son: silbar y dificultad respiratoria.

La experta explica que lo recomendable en estos casos es no entrar la mano por la boca del infante o persona afectada, porque podría hacer que el objeto se introduzca más, y si es algo cortante puede provocar laceración.

Cuando el atragantamiento es con algo sólido, aplicar ”la maniobra de Heimlich”, consistente en rodear con los brazos por detrás al atragantado y apretar el diafragma hacia dentro y hacia arriba.

Esta maniobra en la mayoría de los casos desata una tos forzada que empuja el aire hacia la tráquea, desbloqueando la garganta del objeto que la obstruye. En caso de que la maniobra no dé resultados la primera vez, se recomienda repetirla hasta que la tos forzada reabra las vías respiratorias.

Por ()
Imagen de una moneda tragada por un infante. Por (Fuente externa/ Paola Hatton )
Moneda Por (Fuente externa/ Paola Hatton )

Si el caso le ocurre a un niño menor de dos años, debe ser puesto boca abajo y darle palmadas en la espalda (tandas de 4-5 palmadas) y volver a mirar la boca para determinar si está el objeto.

Si con lo anterior no sale el objeto, hay que presionar de golpe en la barriga, la idea es que eso empuje el aire de los pulmones hacia fuera intentando que expulse el objeto.

Si el objeto no sale, Hatton recomienda llevar a la persona al centro de salud más cercano.

Por ()
”Maniobra de Heimlich”, Por (Fuente externa )
Primeros auxilios Por (Fuente externa )