Juego de intereses en la emergencia
La atención en salud se ve afectada por el interés de “sacar ventaja”; las clínicas acusan a pacientes de ir a las emergencias para evitar pagos, y la DIDA atribuye a las clínicas cobros irregulares. Por Tania Molina /Redactora Senior
SANTO DOMINGO. Aun en medio de una situación de emergencia, los intereses de los actores del sistema de salud se imponen en el tipo de atención que se ofrece al paciente que demanda el servicio.
Al abordar el tema, el presidente de la Asociación Nacional de Clínicas y Hospitales Privados (Andeclip) Rafael Mena, deja claro que se trata de un juego del capital donde las clínicas, como empresa, no pueden perder dinero y donde se pone de manifiesto la distinción de clases sociales.
Sus expresiones surgen en medio de una entrevista donde se le cuestiona sobre la negación de servicio de emergencia a pacientes que lo demanda, por el hecho de que no tienen seguro médico o porque no pueden pagar el depósito en dinero que les exigen algunos centros de salud privados.
Por ley, la atención de emergencia es gratuita en el país, y se debe ofrecer en cualquier establecimiento de salud sea público o privado, pero esas disposiciones se obvian en algunos clínicas, conforme las quejas constantes de los pacientes.
Mena niega la falta de atención a los pacientes en las clínicas, pero afirma que el servicio de emergencias es costoso, tanto para el paciente como para las clínicas, y que, deben cuidarse porque muchas personas van a las emergencias, solo para evitar otros gastos.
“Esa línea de emergencia y urgencia, el sistema capitalista lo ha mezclado. La gente quiere sacar ventaja. Van a emergencia y ellos creen que le deben hacer todo, y lo usan como una manera de evitar los pagos”, manifiesta.
El galeno advierte que el costo de una emergencia es extremadamente alto, y lo define como “una espina atravesada en la garganta”. “Usted tiene que tener un personal 24 horas, tiene que tener electrocardiogramas, tiene que tener posibilidades de análisis, placa del pecho, enfermería, médicos, y generalmente la clínica subsidia ese servicio. Porque pueden venir tres emergencias juntas, pero puede no venir nada en una noche y hay que pagar igual”, dice.
Y se queja de que confrontan problemas con las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS), que con frecuencia le reclaman que ciertos pacientes no ameritaban una emergencia o determinados procedimientos, y no les quieren pagar.
“Estamos perdiendo”, afirma Mena, y justifica en ello, los requisitos que tienen para ofrecer la atención.
Las clínicas acaparan alrededor del 60% de los pagos por cobertura que hacen las ARS afiliadas a la Asociación Dominicana de Administradoras de Riesgos de Salud (ADARS). En 2014, el monto pagado fue de RD$27,191 millones de pesos, de los que 15,357 fueron a parar a las clínicas privadas.
Ese año, las ARS asociadas a la ADARS cubrieron un total de 39.5 millones de servicios de salud, y de esa cantidad, 3,496,138 correspondió a emergencias, por las que pagaron RD$1,848,589,266.
José Rafael Vargas, presidente de la asociación, sostiene que ese monto fue mayor en el 2015, debido a los brotes de enfermedades como chikungunya y dengue que hubo en el país, pero todavía no tiene los datos actuales a mano.
ADARS está compuesta por siete administradoras que manejan el 92% de los servicios de salud a los dominicanos que tienen ARS privadas, y el 71% del todos los afiliados al Régimen Contributivo del Seguro Familiar de Salud (SFS). Los afiliados del Seguro Familiar de Salud sumaban al cierre de diciembre del 2015, 6,6 millones, de los que 3.3 millones correspondían al Régimen Contributivo.
Vargas, afirma que todas las prestadoras que están en su red, cubren el servicio de emergencias para sus afiliados, y que el 90% de éstos se muestra conforme con el servicio que reciben.
Pero las quejas en la Dirección de Información y Defensa de los Afiliados (DIDA), apunta en otra dirección. Nélsida Marmolejos, directora del órgano estatal, refiere las constantes quejas que reciben por concepto de depósitos de parte de las clínicas y reitera que se trata de una ilegalidad.
Sin embargo, advierte en esa práctica un juego de ganar de parte de médicos y las clínicas, en el que, al parecer, el Estado tiene poco que hacer.
“Ellos saben que eso es ilegal, pero es pescar en río revuelto, porque hay pacientes que se quejan y reclaman al Seguro, y ellos le dan al servicio, pero muchos no lo hacen, y ellos se aprovechan de eso”.
Marmolejos insiste en su llamado a los afiliados víctimas de cobros, para que llamen a sus ARS, tal como exhortan en una campaña publicitaria en ese sentido. Explica que cuando se llama a la ARS, las clínicas casi siempre terminan dando el servicio y que, en caso de que se nieguen, el paciente tiene que reclamarle a su administradora, que a su vez, puede optar por sacar al centro de su red de prestadores del servicio. En la cadena, la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (Sisalril) podrá sancionar a una ARS que tiene en su red de prestadores a los centros que no cumplan con el servicio.
La directora de la DIDA recuerda que el servicio que se da a los pacientes en los centros de salud, ya está pago a través del seguro que se le descuenta cada mes.
De hecho, conforme los datos estadísticos que publica la Tesorería de la Seguridad Social, en el 2015, las recaudaciones del Sistema Dominicano de Seguridad Social ascendieron a RD$79,052 millones, experimentando un incremento de más de RD$9,000 millones con relación al 2014.