¿Terapia farmacológica o cambios en el estilo de vida, qué es mejor para tratar la obesidad?

Una dieta sana, actividad física y abandono del tabaco ayudan al corazón

Dolores Mejía defendió los cambios en el estilo de vida para enfrentar la obesidad. (Claudia Fernández)

En República Dominicana, las estadísticas más recientes manejadas por el Ministerio de Salud Pública indican que cerca del 70 % de la población sufre de obesidad y sobrepeso, un 12 % tiene diabetes y el 32.3% es hipertensa.

Con unos indicadores tan altos, cardiólogos, endocrinólogos y diabetólogos disertaron en el panel “Es hora de tratar la diabetes y la obesidad con terapias que mejoren los resultados cardiovasculares”, desarrollado dentro del Congreso del Colegio Americano de Cardiología 2024, realizado este fin de semana en Punta Cana.

En el debate, la principal incógnita que surgió fue sobre cuál es el mejor tratamiento para contrarrestar esas cifras, ¿con terapia farmacológica, con cambio del estilo de vida basado en dietas y ejercicios o una combinación de ambas alternativas?

El doctor Jorge Plutzky, de la Escuela de Medicina de Harvard, dijo que “reducir el azúcar no es suficiente para reducir el riesgo cardiovascular. Los inhibidores del SGLT2 han cambiado el panorama, ya no son solo una medicina para la diabetes, sino medicina con beneficios cardiovasculares”.

En el caso específico de la semaglutida (siendo Ozempic la marca comercial más conocida), indicó que, además de ayudar a la pérdida de peso, se ha comprobado que beneficia a los riñones y reduce en 20 % los eventos cardiovasculares adversos.

La endocrinóloga Dolores Mejía enfatizó en la importancia de dormir más de seis horas y en manejar los niveles de estrés, para bajar el cortisol, hormona que daña el corazón.

Pide que se establezcan metas nutricionales reales, de acuerdo a las condiciones socioeconómicas de cada cual, con un plan personalizado, así como apoyo psicológico “para cambiar la psiquis del paciente”.

“Receta de actividad física, abandono del tabaco y terapia conductual es un coctel ganador”, recalcó.

La presidenta del Observatorio Nacional de Diabetes sostuvo que, si se educa a los pacientes, la reducción de peso será permanente; pero no se opone a la medicación, en los casos en que se comprometa la salud más allá del peso corporal.

“Primero un cambio en el estilo de vida, y si no funciona, pasamos a la medicación”, fue su frase concluyente.

La obesidad es una pandemia

En tanto, Alberto Lorenzatti, jefe de cardiología del Hospital de Córdoba (en Argentina), definió a la obesidad como “un problema sanitario de primer orden, es una pandemia”.

“Es muy difícil lograr resultados con medidas higienico-dietéticas. No es verdad que la gente va a dejar de tomar el auto o el ascensor”. Asimismo, criticó la gran cantidad de alimentos ultraprocesados que están disponibles en el mercado.

Al hablar sobre los inhibidores SGLT2 y la semaglutida, Lorenzatti afirmó que “son drogas que llegaron para quedarse, pero, no deberían reemplazar la terapia física”.

“Son drogas seguras, efectivas y beneficiosas desde el punto de vista cardiovascular. El problema es que la gente pueda adquirirlas y queden cubiertas por la Seguridad Social”, agregó.

Periodista, graduada de la Universidad Católica Santo Domingo (UCSD) con honor Summa Cum Laude. Posee un máster en Comunicología Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid. Amante de los viajes, la moda y la música en vivo.