Poco movimiento en las Emergencias hospitalarias este Viernes Santo

Con la pierna derecha vendada hasta la rodilla, Adielis salió cojeando de la Emergencia del Hospital Traumatológico Darío Contreras.

La joven contó que en la noche del Jueves Santo iba de pasajera en un motor, el cual colisionó con otra motocicleta en la Carretera de Mendoza, Santo Domingo Este.

“Al chofer no le pasó nada, a mí me pusieron una férula para controlar el trauma”, afirmó.

A pesar de que el accidente fue el día anterior, esperó hasta la mañana del Viernes Santo para buscar asistencia médica. “Aquí no se puede venir de noche, hay demasiada gente, hay que venir cuando la Emergencia está más tranquila”, dijo antes de abordar el vehículo que había pasado a recogerla.

Cerca de ahí se encontraba un ciudadano de origen haitiano, quien esperaba noticias de su hermano, a quien estaban operando luego de que el jueves recibiera un machetazo en su brazo izquierdo.

“Él estaba parado y le dieron un machetazo. Él no conoce a ese hombre”, fue lo único que declaró.

Dos jovencitos acompañaron a su madre a que le revisaran una pierna luego de que la señora se accidentara este viernes en el sector Brisas del Este.

“Ella estaba subiendo una loma y tuvo un accidente en un motor. Tiene una pierna zafada, pero nada grave”, comentó el hijo, quien no quiso identificarse.

Durante la visita de Diario Libre a este centro sanitario se observó la presencia de dos ambulancias y dos hombres, uno de ellos con golpes en la cabeza y los pies ensangrentados, que fueron sacados esposados por agentes de la Policía Nacional.

En el Moscoso Puello

En el Hospital Francisco Moscoso Puello se presentaron casos por diversas patologías en la Emergencia de adultos y en la pediátrica.

Ana, residente en San Isidro, Santo Domingo Este, exhibía un rostro compungido. Su esposo sufrió un infarto la noche del jueves y fue ingresado en este centro médico, donde ya ha estado ingresado otras veces.

La señora narró a Diario Libre que su esposo perdió el habla y que a pesar de que tienen hijos en común, ningún familiar se ha acercado a apoyarla o relevarla en el hospital. 

Ana, quien tiene una hernia discal, daba pequeños pasos mientras se dirigía a una farmacia para comprar un poco de hielo para su esposo, por indicación de su doctora.

Justo al lado de la puerta, un señor revisaba su celular. Al preguntarse si tenía algún familiar ingresado, contestó que acompañaba a un vecino diabético, quien debía someterse a un proceso de diálisis.

En la Emergencia Pediátrica, un padre llegaba con su hijo por la alta fiebre que presentaba y otra madre buscaba asistencia para su pequeño de unos dos años de edad que tenía un fuerte golpe en la frente.

Poco movimiento en el Robert Reid

Al visitar el Hospital Pediátrico Robert Reid Cabral se observó un ambiente con poco movimiento. 

La puerta de Emergencia estaba custodiada por el agente de seguridad y dos mujeres sentadas en un banco cercano conversaban entre sí.

Fuera de eso, no habían personas caminando, por lo que el área lucía bastante despejada.