Alertan del riesgo por venta libre de fármaco para diabetes en el país

La semaglutida es un medicamento que revolucionó el tratamiento para los pacientes con diabetes tipo 2, controla los niveles de glucosa en sangre y desde 2021 cuenta con la aprobación de Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés) para tratar el peso crónico en adultos con obesidad o sobrepeso con al menos una afección relacionada con el peso.

Este fármaco acciona de manera similar, en un 96 %, a la hormona el GLP-1 que se encarga de estimular la secreción de insulina, suprimir la liberación de glucagón (hormona producida por el páncreas), enlentece el vaciamiento gástrico, mejora la sensibilidad a la insulina y reduce el consumo de alimentos. 

“La semaglutida forma parte de los últimos dos grupos análogos del GLP-1, que ha cambiado la historia natural de las personas con diabetes, porque reducen de manera sistemática y contundente el riesgo cardiovascular, junto a los GLT 2 es lo mejor que ha aportado la ciencia para el control de la diabetes”, explicó la diabetóloga, Dolores Mejía.

A su vez, la presidenta de la Asociación Dominicana para el estudio de la Obesidad, Maricela Ramírez, acotó que inicialmente fue fabricado para tratar la diabetes, pero con el tiempo se comprobó que ayudaba a adelgazar.

“La semaglutida se diseñó exclusivamente para el tratamiento de los pacientes diabéticos, lo que sucede es que se observó que mientras los pacientes diabéticos que tenía sobrepeso u obesidad que estaban utilizando este medicamento tuvieron una pérdida de peso significativa, posteriormente se realizó un estudio que se llama STEP, para ese estudio se utilizó una dosis mayor que la utilizada para los pacientes diabéticos”, narró.

La capacidad de este medicamento para adelgazar ha seducido a pacientes que, sin una prescripción médica, lo adquieren. El costo en el país ronda entre los 10 y 20 mil pesos, según su concentración. 

Diario Libre hizo un sondeo en cinco farmacias del país. Preguntó sobre la disponibilidad del medicamento y la mayoría de los dependientes reportaron desabastecimiento por alta demanda hasta en las demás sucursales. Al ser preguntados sobre si era necesario presentar una receta médica, cuatro dijeron que es un medicamento de venta libre.

Esta situación fue motivo de preocupación para los especialistas consultados, quienes refirieron que las personas que ingieren o se inyectan semaglutida sin el acompañamiento de un especialista ponen en peligro su vida.  

¿Cuál es el peligro?

Al tratamiento con semaglutida le acompañan fuertes efectos secundarios por lo que el acompañamiento médico es vital.

“El 5 % de los pacientes supervisados o no está expuesto a los efectos secundarios como náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal, estreñimiento, disminución del apetito, acidez estomacal, eructos”, explicó la nutrióloga Mariney Pérez.

La semaglutida está contraindicada en pacientes con antecedentes de pancreatitis, litiasis vesicular, cáncer de tiroides, entre otros.

Sobre el peligro del uso libre del medicamento, la especialista en diabetes reflexionó: “Imagínate que esa persona tenga litiasis vesicular y esa persona se pone a usar eso y hace un cuadro que comprometa su vida, imagínate que no lo evalúe un especialista adecuadamente su tiroides y tuviera un cáncer medular de tiroides, eso es malo para el paciente”.

Ramírez explicó que “cuando el medicamento es automedicado y el paciente no sabe cuáles son los niveles de glicemia que maneja tiene el riesgo de padecer hipoglucemia si tiene como base un problema de azúcar baja”.

Prosiguió: “Si un paciente que no necesita utilizar el medicamento y tiene tendencia a niveles bajos de azúcar, o en su defecto tiene un reflujo gasto esofágico, entonces al utilizar el medicamento que retrasa el vaciamiento gástrico este reflujo gástrico se puede exacerbar y puede producirle hasta úlceras”.

Del medicamento se dice a largo plazo que puede aumentar el riesgo de desarrollar tumores de la glándula tiroidea, incluyendo carcinoma medular tiroideo.

¿Efecto placebo?

La diabetóloga Mejía indicó que los pacientes que compran semaglutida para adelgazar solo están gastando dinero y poniendo en riesgo su salud, ya que la concentración que se vende en el país no trata el sobrepeso y la obesidad.

“Para tratar la obesidad requiere unas concentraciones específicas. Para controlar la diabetes se prescribe en una concentración que es la que está disponible en el país, que es de 0.25 mg a 0.50 mg, pero la gente se ha vuelto loca usándola a su libre albedrío para obesidad. Para obesidad se requiere una dosis muchísimo mayor, prácticamente la gente está teniendo un efecto placebo. Ellos son los que se creen que están haciendo algo”, indicó.

Ciertamente, la FDA precisó que la prescripción para tratar la obesidad debe ser de 2.4 mg una vez a la semana únicamente para pacientes que además de la obesidad y sobrepesos tengan hipertensión arterial, diabetes tipo 2 o colesterol elevado. Además, el paciente debe presentar un índice de masa corporal (IMC) de 27 kg/m2 o mayor. Si es solo para tratar la obesidad se prescribe a pacientes con un IMC mayor a 30 Kg/m2.

“La dosis de control metabólico indicada para diabetes, que es la que se usa aquí, es una dosis muy pequeña, y no aporta los beneficios de reducción de peso como lo reporta la dosis indicada para obesidad, que no está disponible en el país”, aseguró.

Acción proporcional al peso

La nutrióloga Ramírez indicó que “si el paciente lo que tiene son cinco libras de más y usa el medicamento, entonces tiene mayor probabilidad de sufrir, inclusive, hasta desmayos porque la dosis del medicamento es proporcional también, el efecto, al peso que tiene el paciente”.

Además, refirió que para evitar el efecto placebo se recurre a la práctica de combinar dosis para alcanzar la concentración prescrita, un uso para el que no fue diseñado el fármaco. Reiteró que el mayor peligro del uso del medicamento sin evaluación médica son las enfermedades de base del paciente.

Medicamento agotado

Las inyecciones de semaglutida están agotadas en el país. La nutrióloga Pérez indicó que el medicamento está agotado y algunos lugares han limitado su venta a personas con comorbilidades. En una de las farmacias visitadas por Diario Libre hay una lista de espera del medicamento, mientras que las demás aconsejan mantenerse llamando para conocer la disponibilidad.