Pacientes trasplantados de riñón piden se amplíe el programa de Alto Costo con cobertura de las ARS
Ramón Fondeur, presidente de Antrha, solicitó que se destine un mayor presupuesto y se eliminen las listas de espera
La comisión fue recibida por el director de Compras y Contrataciones, Carlos Pimentel
En la actualidad, dicen que hay desabastecimiento de Tracolimus 1 gr.
Maura Peña conoce de primera mano como vive un paciente trasplantado de riñón. Cuando su hija Evelyn tenía apenas 11 meses de nacida le diagnosticaron daño nefrítico congénito.
La niña transcurrió toda su infancia recibiendo tratamientos en el Hospital Robert Reid y a los 20 años pasó al Padre Billini, donde inicia un proceso de diálisis, acudiendo hasta tres veces por semana.
Finalmente, reciben la noticia de que Evelyn necesita un trasplante de riñón y sin pensarlo dos veces, Maura se sometió a los análisis para medir la compatibilidad.
“Esto fue hace 24 años, imagínese, no era muy común en esa época”, comentó la residente en la Zona Oriental.
Con lágrimas, Maura da gracias a Dios porque su hija, quien además es sorda, ha sobrevivido todos estos años a la operación, siendo hoy una dama de 43 años, y que su cuerpo aceptó adecuadamente el órgano que ella misma le donó.
Como donante, Maura cuida mucho su alimentación y toma abundante agua. En cambio, su hija requiere de medicamentos de alto costo con carácter de obligatoriedad.
Aunque cada seis meses debe acudir donde el médico de Evelyn a renovar la receta, Pérez se mostró a favor de este procedimiento burocrático porque fue testigo en años anteriores de cómo algunos familiares de pacientes que fallecían dentro del programa seguían procurando las medicinas para vendérselas a otros pacientes en apuros.
“Hasta ahora, las (medicinas) que ella usa están”, afirmó.
En el caso de Félix Sánchez, trasplantado hace siete años, tuvo que esperar un año en una lista hasta que apareciera un donante cadavérico compatible.
El hombre, oriundo de San Pedro de Macorís, supo que era un paciente renal cuando, de repente, un día comenzó a orinar sangre.
A la fecha, Sánchez consume dos medicamentos de alto costo, incluyendo Tacrolimus (cuyo nombre comercial es Prograf), asegurando que el costo de su tratamiento asciende a 38 mil pesos cada mes.
Protesta
Tanto Maura como Félix fueron parte de la veintena de personas, miembros de la Asociación Nacional de Pacientes Trasplantados de Riñón y Hemodiálisis (Antrha), que se manifestaron este martes frente a la oficina de Compras y Contrataciones Públicas en contra de su director, Carlos Pimentel, luego de que este dijera en una reciente entrevista que mantener el programa de Alto Costo, con una inversión de 8 mil millones de pesos, resultaba insostenible para el Gobierno.
Ramón Fondeur, presidente de la Asociación, propuso que Pimentel fuera declarado “persona no grata”, alegando que “la salud integral y de calidad es un derecho constitucional y universal, inherente a los seres humanos, por lo que el Estado no puede decir que 8 mil millones de pesos es una suma con la que el Estado dominicano no puede cubrir”.
“No solo apoyamos que se mantenga, sino que sea ampliado, porque las personas cuando necesiten un fármaco, un enfermo de cáncer, no tenga que ir a mendigar”, pidió Fondeur.
Lista de espera y ARS
Fondeur aseguró que el programa de Alto Costo necesita de una transformación en sus bases burocráticas.
“No puede haber lista de espera. Eso tiene que ser un programa que si una persona va con un expediente, un historial clínico, inmediatamente se le incluya, porque eso no puede esperar. Un cáncer si no se atiende de una vez, puede ser que la persona no dure una semana”, declaró.
“Ese programa debe ser abierto porque los recursos que se invierten ahí son de nuestros impuestos”, agregó.
Fondeur abogó para que se eleve a un 6 % la inversión del Producto Bruto Interno (PIB) en Salud e invitó al Gobierno a designar que sean las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS) las que se encarguen de suplir estos medicamentos con altos precios.
“Una de las cosas que planteamos en el documento (dirigido a Pimentel) es que las ARS deben de pagar los medicamentos, porque, en teoría, ellos pagan los medicamentos porque nosotros somos asegurados y nos descuentan los medicamentos”, planteó.
“No puede ser que la gente trabajando, se le descuente su dinero y que sea un prestador de servicios, sentado detrás de un escritorio, quien te diga qué medicamento y cuándo te lo puedes tomar”, se quejó el también paciente de riñón.
Desabastecimiento de Tracolimus
Por su parte, Luis Manuel Peñaló, vicepresidente de Antrha, aseguró que, aunque hay suficiente abastecimiento de los medicamentos de alto costo para todas las patologías, en el caso particular del medicamento que toma para su riñón, no lo tienen en existencia, en la presentación requerida.
“Ahora mismo, el medicamento que yo tomo, el Tacrolimus de 1gr. no hay. Han cumplido con los otros medicamentos, le damos las gracias también al director de Promese que es quien compra los medicamentos, pero, si a él no le llega la orden de comprar, no puede hacer la orden”, señaló.
“Nuestra vida está primero que muchas cosas que hace el Gobierno”, añadió.
Peñaló comentó que cuando un medicamento escasea, “hacemos malabares, llamamos a otros miembros de la asociación, llamamos a amigos, exempleadores, porque ya no podemos trabajar”.
“Si no nos tomamos el medicamento, caemos otra vez en diálisis y eso es un problema porque nos podemos quedar en la máquina, nos sube la presión, nos baja”, expresó con gran temor.
Respuesta de Pimentel
Tras el piquete, una comisión de cinco representantes fue recibida en las oficinas de Carlos Pimentel, quien los motivó a participar como veedores durante el próximo proceso de compras.
Pimentel les aclaró que el programa de medicamentos de Alto Costo no está en riesgo y que durante esta gestión de Gobierno se han destinado más recursos para dicho programa.
“Desde que asumimos esta gestión hemos estado analizando los mecanismos que contribuyan a agilizar el proceso de adquisición de los fármacos del Programa de Medicamentos de Alto Costo. Para ello, creamos una mesa de trabajo con diferentes sectores que, entre otras acciones, contempla una propuesta de ley especial para adquirir los medicamentos e insumos médicos requeridos, ya que la Ley 340-06 no garantiza la eficiencia en este sentido”, planteó Pimentel.
“Hay temas que tenemos que poner sobre la mesa para que el acceso a medicamentos de alto costo sea un derecho de todos los dominicanos y dominicanas, no solamente de los que están en el programa. Debemos tener una conversación clara y transparente que nos permita construir, cada vez más, mecanismos de más transparencia en la adquisición de los medicamentos, que fue lo que no hubo en el pasado, y más eficiencia como garantía de derechos”, expresó.
A través de un documento de prensa, Pimentel indicó que el abordaje de este tema siempre tiene que ir alineado a mejorar sobre la base de los derechos de la población en una conversación en la que deben estar las asociaciones de pacientes, las instituciones de Estado y otros sectores relacionados.
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