Hospital Marcelino Vélez: buen servicio médico en instalaciones deterioradas

Se evidencia falta de mosaicos en el piso, pintura levantada y paredes sucias

Los pacientes dicen que el servicio y el trato son excelentes

El el piso se evidencia la falta de algunos mosaicos en el hospital Marcelino Vélez. (Pedro Bazil)

La “A” del gran letrero que indica la llegada al área de emergencia ya no existe La falta de mosaicos en el pasillo central del Hospital Regional Marcelino Vélez Santana representa un riesgo de caída para los cientos de pacientes que cada día se dan cita en este centro de salud ubicado en Herrera, Santo Domingo Oeste.

La pintura agrietada en las cornisas del edificio antiguo, cuyas operaciones se iniciaron el 12 de enero de 2003, alerta sobre exceso de humedad en el techo. Los pisos no se observan pulcros ni lustrados.

El óxido en algunos sillones plateados de metal le hace compañía a las personas que esperan ser atendidos. Sus toldos han perdido el color verde brillante, oculto bajo una capa marrón de polvo.

Estos detalles que, a simple vista, llaman la atención evidenciando descuido, contrastan con las condiciones del edificio inaugurado en julio de 2018, donde se observan plafones y mosaicos en muy buen estado, confortables sillones azules y un colorido mural que le da bienvenida a los visitantes.

A pesar de las condiciones de la planta física, pacientes entrevistados por Diario Libre coincidieron en que el centro hospitalario cuenta con médicos “excelentes” y brinda mejor servicio que otros hospitales de la red pública.

Elías Familia, de 47 años, tenía todos sus análisis listos y solo le faltaba fijar la cita para operarse un lipoma en la parte trasera de la cabeza. El hombre relató que, al notar la protuberancia, inicialmente comenzó a tratarse en el hospital Francisco Moscoso Puello pero no quedó a gusto con el servicio, en especial, por lo espaciadas que eran las citas y hace tres meses cambió de hospital.

“El servicio es bueno y me queda más cerca”, dijo el residente en Manoguayabo.

Familia destacó el sistema vía WhatsApp que ofrece el hospital para solicitar citas y que pudo realizarse todos sus estudios, incluyendo una resonancia magnética, “sin coger lucha”.

Al letrero de "Emergencia" se le cayó la "A". Por (Diario Libre)
Toldos que cubren el pasillo central. Por (Diario Libre)
Pintura levantada. Por (Diario Libre)
El colorido mural del nuevo edificio. Por (Diario Libre)

Jennifer Carrasco llegó con su hija de 10 años directo a emergencia. La menor tenía tres días con fiebre y un fuerte dolor de cabeza.

Según relató Carrasco, durante el apogeo de la pandemia estuvo internada por COVID-19 y el panorama en el hospital era muy distinto, ya que en ese entonces estaba abarrotado, aunque de igual manera, precisa que la trataron bien durante los siete días que estuvo ingresada.

“Estoy muy complacida, están dando mejores servicios. Al menos en el área donde yo estaba, todo muy tranquilo, muy higiénico, mejor que una clínica ahora mismo. A mi hermana la llamé y le dije eso, ahora, no te sé decir en consultas”, afirmó la madre mientras esperaba los resultados de los análisis de la menor.

Sandy Victoriano llevó a su hijo de 11 años a su consulta al pediatra.

“El servicio aquí es excelente, yo no me puedo quejar. Hay que mejorar algunas cosas, pero es un asunto de gerencia, por ejemplo, no es necesario hacer esta fila para facturar después de una consulta. Este edificio (el más antiguo) no debe estar tan deteriorado y esperar que pase el tiempo para arreglarlo, si no siempre tiene que haber un mantenimiento permanente, pero el personal de aquí, para mí, es mejor que una clínica”, argumentó el padre.

Victoriano confesó que es visitante asiduo del hospital y en ocasiones anteriores ha tenido que hacer los análisis indicados en otros laboratorios por falta de reactivos.

Para Yudelki Solorín, su visita al Marcelino Vélez era la primera luego del inicio de la pandemia. La mujer aseguró que el proceso de facturación para una cita ginecológica fue rápido y lo atribuyó a que, al tener seguro privado, le corresponde una caja diferente a los pacientes afiliados al Seguro Nacional de Salud (Senasa).

“El servicio está bien, ahora te llaman por un micrófono, los pacientes públicos y privados están separados, te dan un ticket a la entrada para hacer la fila. Las citas te atienden excelente por WhatsApp y cuando te van a abrir un récord, te lo dan de una vez. Está muy organizado. Ahora mismo está excelente”, aseguró Carmen Javier, quien acompañó a su madre a una consulta en el departamento de Salud Mental.

Anteriormente, Carmen se consultaba en el hospital Padre Billini y según cuenta, el tiempo que tenía que durar para ser atendida “era realmente largo”, teniendo a veces que esperar hasta cinco horas.

La residente en el 12 de Haina dice que las esperas en el Marcelino se alargan solo cuando a los médicos se les presenta alguna emergencia y deben poner en pausa las consultas y si la cita es a las 2:00 de la tarde, hay que llegar a las 11:00 de la mañana para poder facturar.

Periodista, graduada de la Universidad Católica Santo Domingo (UCSD) con honor Summa Cum Laude. Posee un máster en Comunicología Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid. Amante de los viajes, la moda y la música en vivo.