Día Mundial del Glaucoma: “Ya no distingo nada, veo borroso 24/7”
Marcial Lembert fue diagnosticado en 2005 con glaucoma severo en ambos ojos
La oftalmóloga Margarita Arbaje recomienda hacer chequeos anuales
Marcial Lembert es un ciudadano domínico-estadounidense de 57 años de edad.
En marzo de 2005 le diagnosticaron glaucoma severo bilateral, es decir, en ambos ojos.
“Es una enfermedad silente. Empecé a ver nubecitas negras y arcoíris alrededor de la luz, eso es clásico cuando la presión intraocular está elevada. En mi ignorancia, pensé que mis lentes que ya usaba por miopía e hipermetriopía estaban vencidos. Cuando voy al chequeo y me toman la presión ocular, el doctor se exaltó y llamó a una enfermera porque tenía la presión en 45”, narró a Diario Libre el expolicía y consultor de negocios.
Cabe destacar que el rango de presión ocular normal oscila entre 12 y 22.
A Marcial le recomendaron una operación inmediata y le advirtieron que de no hacerla, perdería la capacidad visual por completo en menos de tres meses. Lembert buscó una segunda opinión y el diagnóstico fue igual.
Luego de la cirugía y un tratamiento de gotas, su presión ocular se mantenía subiendo. En busca de nuevas opciones, en 2007 se trasladó a la ciudad de Nueva York donde recibió tratamientos que le permitieron alargar la visión y luego viajó a Miami, donde reside actualmente y ha sido operado ya unas 12 veces.
“Todas esas cirugías han sido principalmente, porque el ojo derecho no se calmaba y mientras la presión seguía subiendo, yo iba perdiendo visión del ojo”, confesó el paciente que también tiene dos válvulas trasplantadas en ese ojo.
“Ya no distingo nada, veo borroso 24/7. Es lo único que queda”, confesó Marcial.
En Miami recibió terapia durante dos años en el Miami Lighthouse for the Blind, un espacio dedicado a educar a personas con problemas de visión para ser individuos independientes y de gran valor productivo en la sociedad.
“Yo camino diariamente una milla y media con mi bastón blanco, yo cruzo la calle solo, en el Miami Lighthouse nos enseñaron a manejarnos con seguridad dentro de la cocina, voy a la cafetería a tomar café, voy a mis consultas médicas. Es entretenido”, dijo entre risas al hablar sobre su rutina diaria.
Prefirió quedarse en Estados Unidos porque a su entender, las leyes allá protegen mejor a los discapacitados.
“Si alguien recibe un diagnóstico de glaucoma, le recomiendo que no pierda tiempo, que se ponga en mano de buenos oftalmólogos y que lleve los tratamientos y procedimientos que ellos recomiendan para que por lo menos alargue la duración de su vista”, acotó como consejo final.
Es la segunda causa de ceguera en el mundo
El glaucoma es una enfermedad que afecta el nervio óptico. Es una hipertensión ocular que de forma lenta y progresiva va dañando el campo visual, iniciándose en la parte periférica y va avanzando hacia la parte central.
Desde el año 2008, se conmemora cada 12 de marzo el “Día Mundial del Glaucoma”.
La especialista en cirugía de cataratas y glaucoma, doctora Margarita Arbaje Khoury, explicó a Diario Libre que el nervioso es el único tejido del cuerpo humano que no se regenera, es por esta razón que cuando el nervio óptico se afecta en su totalidad, la visión se pierde y no se puede recuperar.
El glaucoma es la segunda causa de ceguera en el mundo, seguida de la catarata. “La diferencia importante es que el glaucoma produce una ceguera irreversible y con una cirugía, el paciente de catarata puede volver a ver sin ningún problema”, precisó Arbaje.
Se puede dividir en glaucoma de ángulo abierto y glaucoma de ángulo estrecho o cerrado. Puede aparecer a cualquier edad, incluso en niños con glaucoma congénito, que si no se operan desde que nacen, podrían quedar ciegos para toda la vida. También hay glaucoma infantil, juvenil y glaucoma del adulto, que es el más frecuente.
La oftalmóloga enfatiza que los pacientes de ángulo abierto, que son la mayoría, no tienen ningún tipo de síntomas, mientras que los pacientes con glaucoma de ángulo cerrado sí pueden presentar síntomas como dolor de cabeza, dolor ocular, lagrimeo, ojos rojos y fotofobia.
Entre los factores de riesgo, la doctora Arbaje Khoury cita los siguientes: las personas de más de 40 años tienen más probabilidades de padecer de glaucoma porque a partir de esa edad, la presión ocular comienza a subir. Los pacientes que tienen familiares con glaucoma tienen más propensión a padecer la enfermedad. Los pacientes diabéticos, hipertensos, miopes también tienen más probabilidad y los pacientes de raza negra o hispánica.
“Si un paciente no se cheque a tiempo, puede llegar prácticamente ciego y no haberse dado cuenta que estaba padeciendo de la enfermedad”, destacó la galena que realiza su práctica profesional en el Centro de Oftalmología y Glaucoma, ubicado en Naco.
Previo a la pandemia, los registros manejados por la doctora Arbaje determinaron que entre el 4 y 5 por ciento de la población padece glaucoma y a nivel mundial, el 50 % de la población afectada no sabe que sufre de esta enfermedad.
“Para el 2040, se espera que 111.8 millones de personas padezcan de glaucoma y eso es preocupante para una enfermedad que no se cura y que deja ciego”, señaló.
El tratamiento puede ser médico (con gotas), tratamiento láser y tratamiento quirúrgico.
Diabetes y glaucoma
Las personas con diabetes son tres veces más propensas a padecer glaucoma.
La diabetes puede afectar la salud de los ojos cuando la glucosa (azúcar) en la sangre está demasiado alta.
Si el nivel de glucosa en la sangre permanece alto por mucho tiempo, puede dañar los pequeños vasos sanguíneos en la parte posterior de los ojos. Este daño puede empezar durante la prediabetes, cuando el nivel de glucosa es más alto de lo normal, pero no lo suficientemente alto como para que se le diagnostique la diabetes.
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Se puede filtrar líquido de los vasos sanguíneos dañados causando hinchazón. También se pueden comenzar a formar nuevos vasos sanguíneos débiles. Estos vasos sanguíneos pueden sangrar en la parte media del ojo, formar tejido cicatricial o hacer que la presión suba a un nivel peligroso en la parte interna del ojo.
El glaucoma se opera
La operación o cualquier tratamiento lo que busca es evitar que la enfermedad siga progresando y dañando las fibras del nervio óptico. El tratamiento no recupera la visión que se ha perdido, pero sí puede detener que se siga deteriorando campo visual.
“Lo que queremos es que el paciente se controle una vez al año, de manera rutinaria, y que ese control incluya la toma de presión intraocular y un fondo de ojo para observar cómo está el nervio óptico”, solicitó la especialista.
Hoy sábado, en ocasión del Día Mundial del Glaucoma, la doctora Arbaje Khoury encabeza un operativo oftalmológico en el Centro Cristiano de Servicios Médicos, en Los Alcarrizos.
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