Romney dice que no ordenará redadas de inmigrantes
Dice también que ayudará a México a superar los problemas relacionados con el tráfico de drogas
CORAL GABLES, Florida, EE.UU. - El candidato republicano a la presidencia, Mitt Romney, aseguró el miércoles que si gana las elecciones no realizará deportaciones masivas ni redadas, y en cambio promoverá una solución permanente al tema de la inmigración.
"No vamos a tener redadas de personas en el país para deportar, no vamos a tener redadas de 12 millones de personas", manifestó Romney en una entrevista con los periodistas María Elena Salinas y Jorge Ramos de la cadena Univision. "Voy a implementar una reforma migratoria permanente", aseveró, mientras el público que participaba en la entrevista lo aplaudía con fervor.
En la entrevista de cerca de 45 minutos, Romney dijo también que le interesa ayudar a México a superar los problemas relacionados con el tráfico de drogas, de la misma manera que Estados Unidos ayudó a Colombia.
La entrevista, que se transmitiría a las 0200 GMT por la principal cadena de televisión en español de Estados Unidos, tuvo lugar dos días después de que Romney dijera a manera de broma ante donantes de su campaña que, si fuera latino, aumentarían sus posibilidades de triunfo. La entrevista fue concertada con anterioridad al escándalo y anunciada por Univision el 12 de septiembre.
Algunos analistas estiman que esas declaraciones, vertidas durante un acto privado de recaudación de fondos y que fueron reveladas el lunes, serían un nuevo obstáculo para los intentos del candidato republicano de acercarse a la comunidad latina.
Con más de 50 millones de habitantes, los latinos representan el grupo poblacional de mayor crecimiento, de acuerdo con el censo de 2010.
Unos 23,3 millones de hispanos estarían en condiciones de votar en los comicios de noviembre, según el Centro Pew Hispano. Para el Fondo para la Educación de la Asociación Nacional de Funcionarios Elegidos y Designados (NALEO, por sus siglas en ingles), votarían cerca de 12,2 millones de latinos.
La entrevista con Univision representa una oportunidad para que Romney se dirija a los hispanos, un sector cuyo voto es considerado clave en los próximos comicios presidenciales, sobre todo en estados de sufragio indefinido como la Florida, Colorado, Nevada, Ohio y Nuevo México. El jueves, el presidente Barack Obama también participará en el foro "Conozca a los candidatos" de Univision.
Al comienzo de la entrevista con Univision, los periodistas le preguntaron a Romney si realmente no era mexicano y le pidieron que aclarara sus declaraciones de que no se preocupaba por el 47% de la gente que no pagaba impuestos por considerarlos víctimas y dependientes del gobierno.
Con evasivas y sin respuestas directas, Romney dijo que su padre vivió en México hasta los 6 años junto a sus abuelos, y que después regresaron porque sabían que Estados Unidos era un país de oportunidades.
"Antes que todo, esta es una campaña sobre el 100% de Estados Unidos", respondió en un intento por aclarar que también le interesaba el 47% de la gente que no paga el impuesto federal sobre la renta.
"Sé que no voy a conseguir el 100% de los votos, y mi campaña se concentrará en esa gente que pensamos que puede apoyarme, pero esta es una campaña que consiste en ayudar a gente que necesita ayuda. Y ahora la gente que es pobre en este país necesita ayuda para salir de la pobreza, la gente en la clase media necesita ayuda porque sus ingresos han caído cada año durante los últimos cuatro años".
Romney permaneció parado junto a los periodistas María Elena Salinas y Jorge Ramos en un escenario rodeado de sillas con unas 700 personas, entre ellas estudiantes, activistas republicanos e invitados especiales de la Universidad de Miami, que se pusieron de pie para recibirlo y despedirlo con aplausos y gritos de "Romney, Romney".
Durante la entrevista efectuada en el estadio BankUnited de la Universidad de Miami, en la que abordó también temas económicos, de educación y salud, Romney dijo que el sistema de inmigración está quebrantado y ha sido utilizado como una "pelota política".
Evitó, sin embargo, responder directamente cuando le preguntaron si cancelaría o no la suspensión temporal de las deportaciones para algunos jóvenes estudiantes implementada recientemente por el presidente Barack Obama, conocida como Acción Diferida.
"Obama recibe mucho apoyo de la comunidad hispana porque dijo que iba a reformar el sistema de inmigración, pero nunca lo hizo. Es el momento que nos dejemos de politiquerías", manifestó, y reiteró por tercera vez que iba a focalizarse en una reforma migratoria permanente.
"Me quiero cerciorar de que proporcionemos la oportunidad de unir a las personas, tenemos que tener visas de trabajo temporal", dijo, y señaló que los jóvenes sin papeles que están en el ejército "deben ser residentes permanentes".
Romney ha tratado de focalizar su campaña política en los temas económicos y ha procurado enviar el mismo mensaje de crítica a la gestión del presidente Obama tanto a los votantes anglosajones como a los hispanos y de otras minorías.
En los temas de inmigración ha mantenido una posición conservadora, de mano dura con los inmigrantes que viven sin autorización en el país y opuesta a cualquier tipo de amnistía.
En enero, durante la campaña interna republicana, calificó de "limosna" un proyecto de ley llamado Dream Act, que busca regularizar la situación migratoria de jóvenes que quieren estudiar. Se ha manifestado además en favor de ofrecer tarjetas de residencia a trabajadores educados con doctorados que reúnan las necesidades de los empleadores.
Romney, entre cuyos asesores de campaña se encuentran Kris Kobach, también se ha manifestado en favor de las "autodeportaciones" de inmigrantes que decidan regresar de manera voluntaria a sus países.
Kobach es uno de los autores de las leyes de Alabama y Arizona, consideradas "antiinmigrantes" por numerosos grupos defensores de inmigrantes.
Romney dijo que "uno de los aspectos de la ley de Arizona que vale la pena" es el referido a la verificación del estatus legal de las personas que solicitan empleos.
Consultado sobre qué le diría al presidente electo de México Enrique Peña Nieto si lo tuviera al frente suyo, Romney respondió: "le diría que este (el del narcotráfico y el consumo de drogas) es un problema que compartimos".
En Estados Unidos "tenemos una responsabilidad de reducir el consumo de estupefacientes... El presidente de Estados Unidos tiene que hacer una prioridad reducir la demanda" de drogas, afirmó.
La entrevista, que se transmitiría a las 0200 GMT por la principal cadena de televisión en español de Estados Unidos, tuvo lugar dos días después de que Romney dijera a manera de broma ante donantes de su campaña que, si fuera latino, aumentarían sus posibilidades de triunfo. La entrevista fue concertada con anterioridad al escándalo y anunciada por Univision el 12 de septiembre.
Algunos analistas estiman que esas declaraciones, vertidas durante un acto privado de recaudación de fondos y que fueron reveladas el lunes, serían un nuevo obstáculo para los intentos del candidato republicano de acercarse a la comunidad latina.
Con más de 50 millones de habitantes, los latinos representan el grupo poblacional de mayor crecimiento, de acuerdo con el censo de 2010.
Unos 23,3 millones de hispanos estarían en condiciones de votar en los comicios de noviembre, según el Centro Pew Hispano. Para el Fondo para la Educación de la Asociación Nacional de Funcionarios Elegidos y Designados (NALEO, por sus siglas en ingles), votarían cerca de 12,2 millones de latinos.
La entrevista con Univision representa una oportunidad para que Romney se dirija a los hispanos, un sector cuyo voto es considerado clave en los próximos comicios presidenciales, sobre todo en estados de sufragio indefinido como la Florida, Colorado, Nevada, Ohio y Nuevo México. El jueves, el presidente Barack Obama también participará en el foro "Conozca a los candidatos" de Univision.
Al comienzo de la entrevista con Univision, los periodistas le preguntaron a Romney si realmente no era mexicano y le pidieron que aclarara sus declaraciones de que no se preocupaba por el 47% de la gente que no pagaba impuestos por considerarlos víctimas y dependientes del gobierno.
Con evasivas y sin respuestas directas, Romney dijo que su padre vivió en México hasta los 6 años junto a sus abuelos, y que después regresaron porque sabían que Estados Unidos era un país de oportunidades.
"Antes que todo, esta es una campaña sobre el 100% de Estados Unidos", respondió en un intento por aclarar que también le interesaba el 47% de la gente que no paga el impuesto federal sobre la renta.
"Sé que no voy a conseguir el 100% de los votos, y mi campaña se concentrará en esa gente que pensamos que puede apoyarme, pero esta es una campaña que consiste en ayudar a gente que necesita ayuda. Y ahora la gente que es pobre en este país necesita ayuda para salir de la pobreza, la gente en la clase media necesita ayuda porque sus ingresos han caído cada año durante los últimos cuatro años".
Romney permaneció parado junto a los periodistas María Elena Salinas y Jorge Ramos en un escenario rodeado de sillas con unas 700 personas, entre ellas estudiantes, activistas republicanos e invitados especiales de la Universidad de Miami, que se pusieron de pie para recibirlo y despedirlo con aplausos y gritos de "Romney, Romney".
Durante la entrevista efectuada en el estadio BankUnited de la Universidad de Miami, en la que abordó también temas económicos, de educación y salud, Romney dijo que el sistema de inmigración está quebrantado y ha sido utilizado como una "pelota política".
Evitó, sin embargo, responder directamente cuando le preguntaron si cancelaría o no la suspensión temporal de las deportaciones para algunos jóvenes estudiantes implementada recientemente por el presidente Barack Obama, conocida como Acción Diferida.
"Obama recibe mucho apoyo de la comunidad hispana porque dijo que iba a reformar el sistema de inmigración, pero nunca lo hizo. Es el momento que nos dejemos de politiquerías", manifestó, y reiteró por tercera vez que iba a focalizarse en una reforma migratoria permanente.
"Me quiero cerciorar de que proporcionemos la oportunidad de unir a las personas, tenemos que tener visas de trabajo temporal", dijo, y señaló que los jóvenes sin papeles que están en el ejército "deben ser residentes permanentes".
Romney ha tratado de focalizar su campaña política en los temas económicos y ha procurado enviar el mismo mensaje de crítica a la gestión del presidente Obama tanto a los votantes anglosajones como a los hispanos y de otras minorías.
En los temas de inmigración ha mantenido una posición conservadora, de mano dura con los inmigrantes que viven sin autorización en el país y opuesta a cualquier tipo de amnistía.
En enero, durante la campaña interna republicana, calificó de "limosna" un proyecto de ley llamado Dream Act, que busca regularizar la situación migratoria de jóvenes que quieren estudiar. Se ha manifestado además en favor de ofrecer tarjetas de residencia a trabajadores educados con doctorados que reúnan las necesidades de los empleadores.
Romney, entre cuyos asesores de campaña se encuentran Kris Kobach, también se ha manifestado en favor de las "autodeportaciones" de inmigrantes que decidan regresar de manera voluntaria a sus países.
Kobach es uno de los autores de las leyes de Alabama y Arizona, consideradas "antiinmigrantes" por numerosos grupos defensores de inmigrantes.
Romney dijo que "uno de los aspectos de la ley de Arizona que vale la pena" es el referido a la verificación del estatus legal de las personas que solicitan empleos.
Consultado sobre qué le diría al presidente electo de México Enrique Peña Nieto si lo tuviera al frente suyo, Romney respondió: "le diría que este (el del narcotráfico y el consumo de drogas) es un problema que compartimos".
En Estados Unidos "tenemos una responsabilidad de reducir el consumo de estupefacientes... El presidente de Estados Unidos tiene que hacer una prioridad reducir la demanda" de drogas, afirmó.
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