Solidaridad del pueblo dominicano más allá de la isla

Camiones transportan la ayuda humanitaria enviada por el Gobierno dominicano a Haití. (Nehemías Alvino)

SANTO DOMINGO. Además de la sonada, y a veces cuestionada, ayuda humanitaria que el Gobierno dominicano ha entregado a Haití tras el país vecino haber sufrido dos desastres naturales que han destruido infraestructura y matado a miles de sus ciudadanos, la generosidad nacional ha traspasado los límites de la isla en varias ocasiones.

El 20 de abril de este año, tras el terremoto que sacudió a Ecuador, el gobierno dominicano envió a 38 socorristas y seis perros amaestrados para apoyar en las labores de rescate y asistencia familiar. De manera particular, personas y organizaciones hicieron colectas de alimento, ropa y dinero para enviar a los afectados del terremoto ocurrido el día 16 de abril.

Pero el gesto viene de lejos. El 24 de enero de 1939, cuando el terremoto de Chillán estremeció Chile, causándole una cantidad de muertos estimada en unos 30,000, el pueblo dominicano se hizo presente. Entonces, se inició una campaña que se denominó “Un chele para Chile”, con la que, alcancía en manos, se recabó recursos económicos para auxiliar a los chilenos.

De esa tragedia, quedó registrada en las memorias de la Cancillería de ese año, una nota diplomática con la que el Gobierno dominicano, bajo la presidencia de Jacinto B Peynado, manifestaba el “sincero pesar” del pueblo por la “amarga prueba”. Se desconoce el monto recaudado en la campaña.

La nación chilena también recibió la solidaridad nacional cuando, en 1985 volvió a ser impactado por otro terremoto de 7.8 grados que sacudió a medio país y dejó por lo menos 200 muertos. El 11 de marzo de ese año, ocho días después del sismo, un avión dominicano aterrizó en Santiago, la capital chilena, cargado de alimentos, ropa y medicina, según el informe del Departamento de Asuntos para Sudamérica y el Caribe, que se registra en las memorias del Ministerio de Relaciones Exteriores, disponibles en su biblioteca.

Ese mismo año, la ciudad de Armero en Colombia quedó sumergida en el lodo, como consecuencia de la erupción del volcán de Nevado de Ruiz, un suceso del que todavía estremece la imagen de Omayra Sánchez, la adolescente de 13 años que murió frente a las cámara de televisión que le dieron seguimiento a su caso durante los tres día que duró atrapada en el lodo antes de fallecer.

Omayra fue una de las más de 25,000 personas que, según el gobierno colombiano, murieron en esa ocasión. Aunque no es especifica el tipo de ayuda entregada entonces, la representación diplomática del país refirió en las memorias de ese año, la ayuda solicitada y dada a los damnificados de la tragedia, que se tramitó a través de la Presidencia de la República.

Los registros de ayuda humanitaria también incluyen a El Salvador, durante el terremoto de 5.7 grados ocurrido en octubre del 1986, y a México, que en el 1985 sufrió otro evento sísmico que dejó más de 10 mil muertos.