Partidos se unen al Gobierno en busca de acciones para hacer frente a crisis en Haití
El endurecimiento de medidas que limitan la inmigración haitiana genera oposición, otros las observan con cuidado
La alta dirigencia de los partidos políticos y los representantes de los sectores empresarial y laboral se incorporaron a la discusión de soluciones para resguardar a la República Dominicana ante las eventualidades de la crisis que se vive en Haití.
El presidente Luis Abinader los convocó a una reunión en el Palacio Nacional para explicarles las medidas que el Consejo Nacional de Migración ha venido tomando. Al concluir el evento, se acordó que ellos presenten a partir del próximo lunes en la tarde sus propuestas sobre acciones adicionales que entiendan pertinentes, especialmente para que la comunidad internacional ponga la atención necesaria.
Abinader explicó en una rueda de prensa que se trató de una reunión de consulta y de informe del Gobierno para comentarle al liderazgo empresarial y político sobre la situación de Haití.
Algunas condiciones
La mayoría de los dirigentes políticos presentes respaldaron las disposiciones puestas en marcha hasta ahora, pero algunos plantearon condiciones para prestar su apoyo. Uno de ellos fue el secretario general del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Charlie Mariotti, quien aconsejó “nacionalismo pero sin extremismo”.
Mariotti dijo que el próximo lunes el Comité Político de esa organización presentará su opinión definitiva al respecto. El exsenador se excusó para abandonar la reunión antes de terminar.
Por su lado, el presidente de Alianza País, Guillermo Moreno, advirtió que la República Dominicana no debe pedir intervención extranjera en Haití ni prestarse a ser usada como puente para ello.
Quique Antún Batlle, presidente del Partido Reformista Social Cristiano, respaldó las restricciones establecidas por el Consejo Nacional de Migración, especialmente la de limitar el acceso de los hospitales públicos a inmigrantes haitianos.
Critican medidas
El endurecimiento de medidas para limitar la inmigración haitiana encuentra oposición, mientras otros las observan con cuidado, como la Mesa Nacional para las Migraciones y Refugiados (Menamird). Este grupo dijo que el país tiene derecho a aplicarlas, pero agregó que las últimas contradicen el llamamiento que hace la República Dominicana a la comunidad internacional de ir en auxilio de Haití.
Afirmó que se violan derechos humanos, como el de la salud, al limitar al acceso a los hospitales a los migrantes irregulares. Dijo que esto afecta a los extrabajadores cañeros que tienen años viviendo en el país, así como a las jóvenes de ascendencia haitiana que no tienen documentos.
La directora del Centro para la Observación Migratoria y el Desarrollo Social en el Caribe (Obmica), Bridget Wooding, analizó que con la medida de salud se estaría aumentado la mortalidad materna, debido a que los chequeos prenatales que debe realizarse una mujer migrante embarazada no entran en la categoría de emergencia.
Wooding dijo que la mejor medida es controlar la migración en el momento de la entrada. “Crear suficientes canales para la migración regular”, agregó Wooding, quien apostó porque se mantengan las relaciones cordiales bilaterales.
Nelson Espinal, experto en resolución de conflicto, consideró que el país debe aplicar un nacionalismo humano, con respecto a Haití, teniendo presente la dignidad e integridad humana. También recomendó evitar ser reactivo en cualquier conflicto.
OEA
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, consideró que la comunidad internacional debe cambiar el enfoque de ver Haití como un caso de asistencialismo permanente. Afirmó que esta metodología no funciona co- mo un proyecto sostenible a largo plazo.
También dijo que Haití necesita justicia con respecto al asesinato del presidente Jovenel Moïse, y aseguró que esto es “clave” para el futuro político del país. Almagro habló durante su participación en el foro Quo Vadis Haiti? (¿Hacia dónde va Haití?), elaborado por el Instituto Interamericano para la Democracia (IID) y la Iniciativa para Alternativas Democráticas y Económicas en Cuba (Ideas) el pasado miércoles.
“Nadando en una incertidumbre a todos los niveles”
Incertidumbre es la palabra con la que describe la situación que se vive en Puerto Príncipe un joven profesional haitiano que conversó por teléfono con Diario Libre, en condición de anonimato.
“Vivimos en una isla donde hay dos países, uno está en una situación horrible. Me parece normal que haga este llamado (Luis Abinader) y que anticipe los problemas que puedan surgir”, considera al comentar las disposiciones fel Gobierno dominicano frente a la crisis haitiana.
Explica que las bandas armadas “funcionan libremente. Ningún político o autoridad tiene control de esas bandas armadas. Están por todas partes, en especial en la capital, no tan lejos de Palacio (de la Presidencia) y de la Privatura (sede del Primer Ministro). Tienen armas de guerra y municiones. Y tienen mucho dinero de secuestros”.
Señala que estos grupos criminales no son una novedad, pero que ampliaron su acción con los años. “Empezaron a hacerse fuertes a partir de las elecciones del año 2000, para el segundo mandato de (Jean Bertrand) Aristide. Existían en Cite Soleil, principalmente. Antes uno evitaba Cite Soleil y otras zonas, pero ahora están alrededor de la capital”.
Asegura que este crecimiento exponencial de las bandas armadas se debe a los políticos haitianos. “Una gran parte de esas armas vienen de políticos, que querían controlar las comunidades. Arman a bandidos para que puedan controlar las comunidades y para asegurarse de que van a ser electos”.
Sobre las armas que portan actualmente estos criminales sostiene que “vienen por Estados Unidos, por los puntos de Aduanas, y una parte de Jamaica”. Señala que también están las armas de los agentes que abandonan la Policía Nacional de Haití.
Los “Robin Hood”
Detalla que los líderes de los grupos armados sacan ventaja de la pobreza de los barrios que controlan no solo con violencia.
“Han saqueado negocios y reparten esa comida o bienes a la gente de esos lugares. También reparten dinero, el que obtienen de los secuestros”.
En torno al control de los combustibles, sostiene que además del caos que esto causa en Puerto Príncipe, también está provocando la carestía de alimentos, debido a que la mayoría de los alimentos que llegan allá provienen de República Dominicana.
“Los comerciantes no tienen gasolina para transportarse a los mercados en la frontera”, indica y cuando lo logran ese costo extra se traspasa a los productos.
Gobierno de facto
En cuanto las autoridades haitianas dice que la población los ve como un gobierno de facto.
“El gobierno no tiene legitimidad para representar o defender el país. Es un país en una situación critica, al borde de un caos. Es la realidad. Nada de lo que dice el primer ministro tiene impacto en la población”.
Sobre una posible intervención debido al secuestro de 17 misioneros norteamericanos, indica que “nadie espera nada de la fuerza policial nacional, ni de las autoridades haitianas. Sabemos que hay expertos americanos en Haití que están trabajando sobre el tema, para ver la posible liberación de los secuestrados”.
Es pesimista ante el futuro. “No sé cómo serán las cosas. Es una incertidumbre general”.
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