Elecciones pusieron en tela de juicio el papel de la Junta Central Electoral
Reelección de Danilo Medina
El 2016 dejará sus huellas en la historia electoral dominicana, ya que en este año se celebraron las elecciones generales más complejas de las últimas décadas, en un proceso salpicado por denuncias de irregularidades, protestas, muertes y la dilación en la entrega de los resultados que le dieron una victoria contundente a la reelección del presidente Danilo Medina.
El certamen electoral se libró en medio de un enfrentamiento entre los partidos de oposición y la Junta Central Electoral (JCE), que presidía Roberto Rosario Márquez, por el escrutinio de los votos, ya que las organizaciones demandaban que fuera manual en los tres niveles de votación, presidencial, congresual y municipal. Esos reclamos dieron paso a que seis de los candidatos de la oposición acudieran 6 días antes de los comicios a la Junta a exigir el conteo manual de los votos.
Sin embargo, no fue sino dos días antes de los comicios que los partidos lograron doblar el pulso a la JCE, y se ordenó el conteo, primero de manera manual y posteriormente electrónica en los tres niveles de elección.
Superado ese impasse, el país fue a elecciones el 15 de mayo pasado, en unos comicios vigilados por cerca de tres mil observadores nacionales e internacionales, y donde participaron 26 partidos políticos, un movimiento provincial y 7 movimientos municipales en la elección directa de 4,213 cargos públicos.
Como parte de los problemas que afectaron las elecciones, se cita la renuncia a pocas horas de iniciar las votaciones, de más de 3,000 técnicos auxiliares y presidentes de colegios electorales de Santo Domingo y Santiago. Esa situación dio paso a las dificultades en la mayoría de los colegios electorales para iniciar las votaciones.
Llegada la hora del conteo, también afloraron los problemas de descuadres en las actas de las votaciones, provocando disturbios en las distintas juntas electorales, los que dieron como resultado seis muertos. Las manifestaciones llevaron a que fueran militarizadas más de una veintena de juntas electorales de todo el país. Para compensar los retrasos, se extendió una hora más el cierre de los votos. Todavía a una semana de celebradas las elecciones, prevalecía un ambiente de tensión en las juntas electorales del Gran Santo Domingo, donde abundaban los reclamos y denuncias de irregularidades, en los niveles congresual y municipal.
Sin superarse los percances, trece días después de los comicios, el 28 de mayo, la JCE emitió el boletín provisional final número 14, con el 100% de los colegios computados en los tres niveles: presidencial, congresual y municipal, donde obtuvo una gran ventaja el Partido de la Liberación Dominicana (PLD). El PLD y aliados obtuvieron 2, 847,414 votos para el 61.74% de los sufragios; el Partido Revolucionario Moderno y aliados (PRM) 1,613,207, para un 34.98% de los votos a nivel presidencial. Los cuestionamientos a los resultados electorales y al papel que jugó la JCE, llevó al entonces presidente del organismo, Roberto Rosario, a realizar una alocución nacional, donde aseguró que el proceso eleccionario fue transparente, a pesar de que mucho antes del día de las elecciones, algunos actores jugaron a la desestabilización e incluso intentaron hacer colapsar los comicios.
No obstante los pataleos de los opositores, las autoridades de la JCE entregaron los certificados de elección del presidente Medina y la vicepresidenta Margarita Cedeño, así como proclamaron a los candidatos a senadores y diputados que ganaron en las pasadas elecciones, en un acto donde brillaron por su ausencia candidatos electos del bloque opositor.
La nueva JCE
Agotada la jornada electoral, arribó la calma en torno a la JCE, y se sembró la ansiedad ante el inminente cambio de miembros que debía producirse. Luego de un proceso de evaluación, donde casi todos los antiguos miembros aspiraban mantenerse en el cargo, el Senado de la República se abocó a designar una nueva JCE.
Teniendo entre sus principales retos recuperar la confianza de los partidos políticos, los miembros titulares han comenzado a sostener acercamientos con las organizaciones políticas. Aprovechando el ambiente navideño, el nuevo presidente, Julio César Castaños Guzmán, llamó a trabajar en unidad.