Cambio de lugar de las plantas a carbón afectó calidad de oferta, dice licitante

Cabrera tilda de violación al proceso mover el proyecto de Hatillo, Azua, a Punta Catalina, Baní

El contrato para la construcción se firmó en abril del 2014. (Pedro Bazil)

Santo Domingo. El cambio de ubicación del proyecto de las plantas a carbón de Hatillo, Azua, a Punta Catalina, Baní, habría afectado la capacidad de oferta de algunos de los participantes en la licitación CDEEE-LPI-01-2013 que hizo la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE).

Raúl Cabrera, gerente general del consorcio IMPE SRL, uno de los que participó en la licitación, recuerda que el cambio de lugar constituyó una de varias violaciones que -a su entender- tuvo el proceso, y les dejó en una situación desfavorable para competir, obligando -dice- a varias empresas a retirarse del concurso.

Para el 13 de mayo de 2013, cuando se hizo el llamado a licitación y se dieron a conocer las bases, el documento traía anexo la descripción general del proyecto.

En el anexo A de las Bases de la Licitación se precisa que “el Proyecto consiste en el desarrollo de la ingeniería, procura y construcción (EPC) de dos (2) unidades termoeléctricas en base a carbón mineral con una potencia neta nominal de 300 MW (±20%) cada una y todas las facilidades asociadas necesarias para el buen funcionamiento de las mismas, a ser instaladas en la localidad de Hatillo, Provincia de Azua, República Dominicana”.

Además que “las facilidades se instalarán en terrenos a ser provistos por la Corporación, ubicados al sur de la Carretera 2 y al oeste de la localidad de Hatillo, provincia de Azua, República Dominicana, en las coordenadas 18° 24’ Latitud Norte y 70° 34’ Longitud Oeste (los “Terrenos”)”.

El terreno coincide en lugar con el que, en 2006, el expresidente Leonel Fernández declaró de utilidad pública mediante el decreto 62-06 que, en su artículo 1 establece: “se declara de utilidad pública e interés social, para ser destinado a la instalación de una central eléctrica a carbón, en la sección de Hatillo, provincia Azua, la adquisición por el Estado Dominicano de los inmuebles...”. Luego pasa a describir unas 14 parcelas propiedad de particulares, todas en la localidad de Hatillo, Azua.

Pero en abril del 2014, cuando se firmó el contrato para la construcción de las plantas, el proyecto estaba ubicado en Punta Catalina, Baní.

Raúl Cabrera se queja de que el cambio de lugar se les notificó a los concursantes a menos de un mes para concluir el plazo para presentar las ofertas técnicas y económicas, sin explicarles las razones, por lo que no tuvieron tiempo suficiente para visitar y estudiar el nuevo terreno.

Consultado al respecto, Enrique Román, uno de los técnicos de la CDEEE a cargo del proyecto de Punta Catalina, afirma que el cambio se hizo poco después de iniciar el proceso de licitación, aunque no precisa la fecha exacta.

Un traje a la medida

La importancia de conocer el lugar se desprende de las bases de la licitación que establecían la visita al lugar como una obligación y advertían que no hacerlo podría constituir la desestimación de la oferta de un participante precalificado.

“Todo Participante Precalificado que desee presentar una Oferta tendrá la obligación de visitar el Terreno y sus alrededores antes de presentar su Oferta, y deberá adquirir un conocimiento adecuado respecto del mismo, incluyendo, sin limitación, (i) las características, forma y condiciones del Terreno, (ii) las características y condiciones topográficas, oceanográficas y meteorológicas de la zona, (iii) las cantidades, ubicación y naturaleza de los trabajos y materiales y equipos necesarios para la ejecución de las Obras, (iv) las instalaciones existentes, si es el caso, y espacios disponibles, (v) los accesos, (vi) las instalaciones temporales asociadas con los trabajos del Proyecto que se requieran, y (vii) toda otra condición o circunstancia que influya en el plazo de ejecución, costo y calidad de las Obras. Asimismo, todo Participante Precalificado que desee presentar una Oferta deberá examinar las condiciones locales para determinar si su equipo de montaje es el adecuado”.

El propio vicepresidente ejecutivo de la CDEEE, Rubén Jiménez Bichara, en unas declaraciones que ofreció en 2015, indicaba que “la planta es como hacerse un traje a la medida”. “No se puede traer una planta y montarla ahí, porque no te sirve. Tiene que tener el lugar y hacer la planta para ese lugar en específico”, dijo.

“El terreno de Punta Catalina nunca lo pudimos visitar, para ello, tendría que ser al inicio de tú presentar la oferta y ya habíamos ido a Hatillo, que nos pusieron un día a cada uno para ir, pero, a Punta Catalina nunca pudimos ir porque la entrega era muy cerca”, comenta Cabrera, quien afirma haber solicitado más tiempo a la Comisión de Licitación, pero que le fue negado.

“Luego supimos que esos estudios (de suelo) que nos entregaron para terminar rápido y entregar, ya ellos se los habían dado a Odebrecht hacía tiempo”, comenta Cabrera, quien insiste en tildar el cambio como una violación.

Opinan sobre la pertinencia de los terrenos

En 2014, durante un almuerzo con representantes de medios de comunicación, el vicepresidente ejecutivo de la CDEEE, Rubén Jiménez Bichara, informó que el expresidente Leonel Fernández cambió la matriz del proyecto de gas a carbón. “El tema de carbón es del 1983 cuando Jorge Blanco, el mismo proyecto, 31 años cumple ese proyecto ya de ideado, sin poder hacerlo, el que estamos haciendo nosotros hoy”, dijo. ¿Era ahí mismo en Punta Catalina?, le pregunta un periodista. “No, iba en Hatillo primero”, responde, pero no entra en razones.

El empresario Juan Vicini, en un artículo que publicó en el periódico Listín Diario el 13 de octubre del 2015, expuso al respecto: “Ese lugar fue escogido luego de visitar muchos espacios que el Estado evaluó (en Azua y San Cristóbal). La escogencia de Punta Catalina responde a condiciones ideales para el desarrollo portuario y al reducido impacto medioambiental que se lograría ahí versus las otras localidades. Fue porque le donamos al Estado dominicano los estudios de prefactibilidad, cuando vimos la resistencia y obstáculos que se oponían al gobierno cuando definía la mejor localidad para la planta, que se pudo determinar que el sitio era el adecuado”.

De su lado, los profesores Héctor Ortiz y José Luis Moreno, del Instituto de Energía de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), prepararon un informe sobre la pertinencia de la instalación de las plantas a carbón en Punta Catalina, de fecha 3 de agosto de 2014.

En este explican las razones que –según ellos- motivaron el traslado del proyecto: “En el pasado se había seleccionado una ubicación que consideramos más apropiada, en Hatillo, Azua. Esa ubicación, a nuestro parecer, sigue siendo más favorable atendiendo a razones de seguridad de la central y del puerto carbonero; así como también por el patrón de circulación del viento. No obstante, según se comenta, personas ligadas a los medios de comunicación, al suponer que afectaría sus casas de descanso, presionaron para un cambio de ubicación, lo cual, unido a lo anterior, favoreció que se «gestionara» una nueva ubicación. Su ubicación actual obliga al uso de dispositivos para controlar las emisiones y controles, más estrictos”.

Pero Román, el técnico de la CDEEE, explica que el cambio se debió a que el terreno en Hatillo era de sedimento y, además, tenía cerca una falla tectónica. Mientras, en Baní- sostiene- resultaba más beneficioso, porque estaba más cerca del centro de mayor distribución que es Santo Domingo, y eso permitía una menor pérdida de electricidad.