Obama se reúne con legisladores por cierre parcial del gobierno
El líder republicano John Boehner dijo que demócratas "no están dispuestos a negociar"
WASHINGTON. - El presidente Barack Obama se reunió el miércoles en la Casa Blanca con los líderes del Congreso por primera vez desde que comenzó el cierre parcial del gobierno, pero no hubo señales de progreso hacia el fin de la crisis que ha provocado el cese temporal de cientos de miles de burócratas y redujo los servicios federales a lo largo y ancho del país.
Obama "se rehúsa a negociar", dijo el presidente republicano de la Cámara de Representantes John Boehner a reporteros después de la reunión privada que duró más de una hora.
"Lo único que estamos pidiendo aquí es una discusión y justicia para el pueblo estadounidense con el Obamacare", dijo, en referencia a la nueva ley de salud del país, un logro clave en el primer mandato de Obama.
Pero el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, dijo que "estamos atascados en el Obamacare", y ni el presidente ni los legisladores demócratas aceptarán cambios en esa ley de salud a cambio de la aprobación de la legislación presupuestaria necesaria para reanudar las operaciones del gobierno.
La financiación de algunas operaciones del gobierno federal cesó el martes debido a que el empeño de los republicanos por derogar la ley de salud empantanó la aprobación de un proyecto de ley de presupuesto que es por lo general un asunto rutinario.
La molestia de la opinión pública aumentaba a medida que el cierre parcial obligó a clausurar monumentos emblemáticos en los parques nacionales y cesó temporalmente a 800.000 empleados, casi un tercio de la fuerza laboral federal. Las personas clasificadas como empleados esenciales -como los controladores de tráfico aéreo, los agentes de la Patrulla Fronteriza y la mayoría de los inspectores de alimentos- continuaron trabajando.
El cierre obligó a Obama a cancelar dos paradas en un viaje que tenía planeado desde hace tiempo a Asia, e interrumpió o perturbó servicios públicos en todo el país. Incluso obligó a cesar temporalmente a muchos empleados de los servicios de inteligencia del país.
Mientras la capacidad del país para pedir prestado se acerca a un callejón sin salida, tanto republicanos como demócratas dijeron que el cierre podría durar dos semanas o más, lo que obligaría a un gobierno dividido a lidiar con ambas cuestiones al mismo tiempo.
La Cámara de Representantes, bajo control republicano, aprobó proyectos de ley para reabrir los parques y los Institutos Nacionales de Salud, aunque varios demócratas lo calificaron como un enfoque fragmentario que no satisfacía las necesidades. Los proyectos enfrentan sombrías perspectivas en el Senado, de mayoría demócrata, y la Casa Blanca amenazó con vetar ambas medidas en el caso improbable de que llegaran hasta el escritorio de Obama.
"Lo que estamos tratando de hacer es conseguir que el gobierno abra tan pronto como sea posible", dijo el líder de la mayoría republicana en la cámara baja, el representante Eric Cantor. "Y lo único que se necesitaría es que nos demos cuenta de que estamos de acuerdo en muchas cosas".
Los demócratas fueron mordaces. "El pueblo estadounidense tendría un mejor gobierno de parte de la isla de los monos en el zoológico local del que les estamos ofreciendo hoy", dijo el representante John Dingell.
"¿Quién es el presidente de esta Cámara?, ¿es John Boehner o Ted Cruz?" señaló el representante Mark Takano. Su pregunta fue una referencia a que el senador de Texas está muy identificado con la estrategia que siguen los republicanos para tratar de dejar sin financiación la ley de salud.
El mercado bursátil cerró a la baja, mientras que los ejecutivos de Wall Street, el jefe del banco central europeo y los operadores presionaron por una solución antes de que la economía se vea gravemente afectada. Los ejecutivos de las firmas financieras más grandes del país se reunieron con Obama durante más de una hora el miércoles, y algunos de ellos se mostraron claramente frustrados por las tácticas en juego en el Congreso y con el posible enfrentamiento que se avecina sobre el límite de la deuda.
"Se puede volver a litigar sobre estos temas de políticas en un foro político, pero no deberíamos recurrir a amenazas de provocar que Estados Unidos incumpla sus obligaciones para pagar su deuda como un garrote", dijo Lloyd Blankfein, director general de Goldman Sachs, tras la reunión.
En una entrevista con CNBC antes de reunirse con los legisladores, Obama dijo que no negociaría con los republicanos hasta que el gobierno reanude sus operaciones y el Congreso vote para elevar el límite de deuda.
"Si nos sumergimos en un hábito en el que se permite a unos pocos tipos, un ala extremista de un partido, ya sean demócratas o republicanos, extorsionar para obtener concesiones sobre la base de una amenaza de socavar la confianza plena y el crédito en Estados Unidos, entonces cualquier presidente que venga después de mí, no sólo yo, será incapaz de gobernar con eficacia", dijo.
Entre tanto, otro enfrentamiento de corte financiero mucho más importante para la economía se avecina. El secretario del Tesoro Jacob Lew dijo al Congreso que a no ser que los legisladores actúen a tiempo, se quedará sin dinero el 17 de octubre para pagar la deuda nacional.
El Congreso debe aumentar el tope de endeudamiento del gobierno para seguir financiándolo, una medida que si antes fue rutinaria, ahora se ha vuelto mucho más difícil de aprobar debido a las batallas que ahora tienen lugar por el déficit presupuestario federal.
A lo largo del país, sus monumentos más visitados permanecían cerrados el miércoles. Entre ellos estaban la Campana de la Libertad en Filadelfia, la Estatua de la Libertad en Nueva York, el monte Rushmore en Dakota del Sur, que tiene esculpidas las figuras de Abraham Lincoln, Thomas Jefferson, George Washington y Theodore Roosevelt, y el monumento a George Washington en la capital del país.
Entre sus bellezas naturales, el Gran Cañón del Colorado, el Parque Nacional de Yosemite, las Montañas Smoky y más, tuvieron que colgar carteles de "cerrado" e impedir el ingreso de sus visitantes.
Las consecuencias del cierre llegaron hasta Francia, donde turistas no pudieron acceder al cementerio estadounidense que se encuentra frente a las playas de Normandía. Han sido clausurados 24 cementerios militares en el extranjero.
Aunque los militares estadounidenses siguieron recibiendo sus salarios, miles de empleados civiles del Departamento de Defensa fueron cesados temporalmente de sus trabajos.
Pero el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, dijo que "estamos atascados en el Obamacare", y ni el presidente ni los legisladores demócratas aceptarán cambios en esa ley de salud a cambio de la aprobación de la legislación presupuestaria necesaria para reanudar las operaciones del gobierno.
La financiación de algunas operaciones del gobierno federal cesó el martes debido a que el empeño de los republicanos por derogar la ley de salud empantanó la aprobación de un proyecto de ley de presupuesto que es por lo general un asunto rutinario.
La molestia de la opinión pública aumentaba a medida que el cierre parcial obligó a clausurar monumentos emblemáticos en los parques nacionales y cesó temporalmente a 800.000 empleados, casi un tercio de la fuerza laboral federal. Las personas clasificadas como empleados esenciales -como los controladores de tráfico aéreo, los agentes de la Patrulla Fronteriza y la mayoría de los inspectores de alimentos- continuaron trabajando.
El cierre obligó a Obama a cancelar dos paradas en un viaje que tenía planeado desde hace tiempo a Asia, e interrumpió o perturbó servicios públicos en todo el país. Incluso obligó a cesar temporalmente a muchos empleados de los servicios de inteligencia del país.
Mientras la capacidad del país para pedir prestado se acerca a un callejón sin salida, tanto republicanos como demócratas dijeron que el cierre podría durar dos semanas o más, lo que obligaría a un gobierno dividido a lidiar con ambas cuestiones al mismo tiempo.
La Cámara de Representantes, bajo control republicano, aprobó proyectos de ley para reabrir los parques y los Institutos Nacionales de Salud, aunque varios demócratas lo calificaron como un enfoque fragmentario que no satisfacía las necesidades. Los proyectos enfrentan sombrías perspectivas en el Senado, de mayoría demócrata, y la Casa Blanca amenazó con vetar ambas medidas en el caso improbable de que llegaran hasta el escritorio de Obama.
"Lo que estamos tratando de hacer es conseguir que el gobierno abra tan pronto como sea posible", dijo el líder de la mayoría republicana en la cámara baja, el representante Eric Cantor. "Y lo único que se necesitaría es que nos demos cuenta de que estamos de acuerdo en muchas cosas".
Los demócratas fueron mordaces. "El pueblo estadounidense tendría un mejor gobierno de parte de la isla de los monos en el zoológico local del que les estamos ofreciendo hoy", dijo el representante John Dingell.
"¿Quién es el presidente de esta Cámara?, ¿es John Boehner o Ted Cruz?" señaló el representante Mark Takano. Su pregunta fue una referencia a que el senador de Texas está muy identificado con la estrategia que siguen los republicanos para tratar de dejar sin financiación la ley de salud.
El mercado bursátil cerró a la baja, mientras que los ejecutivos de Wall Street, el jefe del banco central europeo y los operadores presionaron por una solución antes de que la economía se vea gravemente afectada. Los ejecutivos de las firmas financieras más grandes del país se reunieron con Obama durante más de una hora el miércoles, y algunos de ellos se mostraron claramente frustrados por las tácticas en juego en el Congreso y con el posible enfrentamiento que se avecina sobre el límite de la deuda.
"Se puede volver a litigar sobre estos temas de políticas en un foro político, pero no deberíamos recurrir a amenazas de provocar que Estados Unidos incumpla sus obligaciones para pagar su deuda como un garrote", dijo Lloyd Blankfein, director general de Goldman Sachs, tras la reunión.
En una entrevista con CNBC antes de reunirse con los legisladores, Obama dijo que no negociaría con los republicanos hasta que el gobierno reanude sus operaciones y el Congreso vote para elevar el límite de deuda.
"Si nos sumergimos en un hábito en el que se permite a unos pocos tipos, un ala extremista de un partido, ya sean demócratas o republicanos, extorsionar para obtener concesiones sobre la base de una amenaza de socavar la confianza plena y el crédito en Estados Unidos, entonces cualquier presidente que venga después de mí, no sólo yo, será incapaz de gobernar con eficacia", dijo.
Entre tanto, otro enfrentamiento de corte financiero mucho más importante para la economía se avecina. El secretario del Tesoro Jacob Lew dijo al Congreso que a no ser que los legisladores actúen a tiempo, se quedará sin dinero el 17 de octubre para pagar la deuda nacional.
El Congreso debe aumentar el tope de endeudamiento del gobierno para seguir financiándolo, una medida que si antes fue rutinaria, ahora se ha vuelto mucho más difícil de aprobar debido a las batallas que ahora tienen lugar por el déficit presupuestario federal.
A lo largo del país, sus monumentos más visitados permanecían cerrados el miércoles. Entre ellos estaban la Campana de la Libertad en Filadelfia, la Estatua de la Libertad en Nueva York, el monte Rushmore en Dakota del Sur, que tiene esculpidas las figuras de Abraham Lincoln, Thomas Jefferson, George Washington y Theodore Roosevelt, y el monumento a George Washington en la capital del país.
Entre sus bellezas naturales, el Gran Cañón del Colorado, el Parque Nacional de Yosemite, las Montañas Smoky y más, tuvieron que colgar carteles de "cerrado" e impedir el ingreso de sus visitantes.
Las consecuencias del cierre llegaron hasta Francia, donde turistas no pudieron acceder al cementerio estadounidense que se encuentra frente a las playas de Normandía. Han sido clausurados 24 cementerios militares en el extranjero.
Aunque los militares estadounidenses siguieron recibiendo sus salarios, miles de empleados civiles del Departamento de Defensa fueron cesados temporalmente de sus trabajos.
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