La religión del Dharma y la filosofía oriental en República Dominicana

Con la Soka Gakkai Internacional y el templo Swaminarayan, las comunidades budistas e hindús cuentan con representación en República Dominicana desde hace más de 40 años

Religiones en RD: Soka Gakkai Internacional y el templo Swaminarayan, comunidades budistas e hindús. (Diario Libre/Kevin Rivas)

Las religiones y filosofías relacionadas con el dharma son aquellas que provienen de orígenes indios y orientales, como el hinduismo y el budismo.

Para el hinduismo, el dharma es uno de los cuatro componentes del Purusartha, los objetivos de la vida y los comportamientos acordes con el Rta, el orden cósmico de las cosas. Estos incluyen un conjunto de derechos, leyes, conductas, virtudes y formas “correctas de vivir”.

En el caso del budismo, el dharma significa “ley y orden cósmicos”, que expresó Buda, un príncipe, asceta, meditador, ermitaño y maestro espiritual, sobre el que instauran las bases de esta filosofía de vida.

En la República Dominicana, pese a que el 75 % de los 11 millones de habitantes que tiene sean cristianos, entre católicos y evangélicos en su mayoría, también existen comunidades budistas e hindúes. A nivel mundial, según el Pew Research Center, 1.2 mil millones (15 %) practican el hinduismo y 520 millones (7 %) el budismo.

En el país, ambas religiones coexisten con la sociedad dominicana. El budismo cuenta con la Soka Gakkai Internacional, movimiento impulsado a nivel global desde Japón por más de doce millones de budistas laicos, y el hinduismo con la comunidad Swaminarayan, la deidad hindú que controla el universo.

Comunidad budista 

El budismo en la República Dominicana cuenta con la comunidad Soka Gakkai con Pedro Familia como su director. Es considerada como una doctrina física y espiritual, centrada en la búsqueda de la paz, la armonía, la tranquilidad y el equilibrio. Las bases de la misma vienen, en gran parte, de Buda Gautama, sobre el cual se fundamentaron las bases del budismo. La Soka Gakkai, dentro del budismo, se enfoca en la práctica del daimoku, repitiendo la frase “Nam-myoho-renge-kyo”, que significa “devoción a la ley mística del Sutra del loto” o “gloria al Dharma del Sutra del loto”. Familia explica que esto permite conectar con su potencial innato. “El budismo se basa en el deseo de que todos los seres humanos puedan ser felices”, aseguró.

Para la comunidad, tanto la meditación como la reflexión son esenciales para enfrentarse a las adversidades con determinación y coraje. Con reuniones semanales, Familia explica que en el budismo “no se trata de divinizar a Buda, sino de reconocer la budeidad que está dentro de cada uno de nosotros”, es decir, que cada uno pueda encontrar su propia iluminación.

Durante el año, celebran varias festividades significativas en su centro como el día de la fundación de la Soka Gakkai y el día de la posta del maestro. “En cada celebración, nos reunimos para reflexionar y compartir nuestras experiencias. Es un momento de gratitud y unidad”, asegura el director.

En el centro cuentan con un gran salón de actos donde celebran las festividades importantes cuando más gente acude, pero también cuentan con uno un poco más pequeño. En ambos se encuentra el “Gohonzon”, un rollo de escrituras que ayuda a los fieles en el proceso de oración y meditación.

En las oraciones diarias utilizan el yusu, similar a un rosario. Este simboliza el cuerpo del Buda y ayuda a canalizar la energía espiritual.

Comunidad hindú

La comunidad hindú en República Dominicana se creó en 1983 cuando un estudiante de medicina conoció a Swaminarayan, la deidad hindú que controla el universo. A partir de ahí se formó un grupo de seguidores de los que hoy en día no hay un conteo exacto, pero su coordinador, Jorge Solano, aseguró a Diario Libre que asisten entre 50 y 75 personas semanalmente, llegando a las 100 en fechas especiales.

Solano señaló que el templo donde se reúne la comunidad se divide en 3 pisos; uno para la meditación, oración y celebraciones, donde tienen ubicado el altar principal; el segundo es para clases de yoga; y la planta baja es un restaurante de comida vegetariana.

“Nosotros somos una organización abierta para el que quiera venir, pero la norma es que los que se adhieren al movimiento tienen que cumplir algunos principios, como son no comer carne, no tener vida licenciosa y no consumir drogas o alcohol”, detalló Solano.

El coordinador aclaró que uno de los valores principales de la comunidad Swaminarayan es la no violencia, de ahí el rechazo a comer carne. Además, basan sus costumbres en la meditación y adoración a dios. Su filosofía se divide en dos ramas, la impersonal y la personalista, declinando ellos más a la segunda, creyendo que dios tiene una forma y pueden comunicarse con él.

La comunidad cuenta con un gran altar, construido por un maestro carpintero y monje espiritual de la India. En él están representadas tres deidades: en el centro al señor Swaminarayan, el controlador del universo; a un lado Sita Ram y al otro Radha Krishna.

Todos ellos representan tres etapas en la evolución espiritual y cultural del hinduismo, cada una con un contexto histórico y filosófico específico: Sri Swaminarayan hace 200 años, Sri Krishna hace 5000 años y Sri Rama hace un millón de años.

La evolución espiritual y cultural de las deidades hindúes en el templo

  • Sri Rama simboliza los ideales de dharma (deber y rectitud). La virtud, el deber familiar y el cumplimiento de la justicia.
  • Sri Krishna vivió en un contexto histórico y social más complejo, que incluye la guerra y el conflicto moral. Representa el amor divino y la devoción. Se presenta como un líder carismático que guía a los humanos en la búsqueda de la verdad y la justicia.
  • Shri Swaminarayan fundó el movimiento Swaminarayan en el siglo XIX en India. En un momento de cambio social y religioso, su misión fue revitalizar el hinduismo y abordar las desigualdades sociales. Representa la modernización del pensamiento espiritual y la inclusión social. Promovió una forma de devoción que enfatiza la práctica comunitaria, la moralidad y el bienestar social. Sus enseñanzas se enfocan en el desarrollo personal y la espiritualidad activa en la vida diaria.

Periodista español y redactor en Diario Libre. Graduado en Periodismo por la Universidad de Navarra, España.