Opiniones encontradas ante proyecto que penalizaría consumir alcohol en espacios públicos
Para muchos ciudadanos esta acción es alegría y una "cultura" criolla
Mientras que para otros esta medida es necesaria para mantener el orden y la seguridad en áreas públicas
La alegría y la esencia de los dominicanos se desborda en cada esquina. En República Dominicana la vida se celebra con un ritmo contagioso que encuentra su expresión máxima en los populares "juntes" y con las bebidas alcohólicas consumidas al aire libre.
Sin embargo, este panorama podría cambiar, ya que la Cámara de Diputados actualmente se encuentra debatiendo un proyecto de ley que podría tener un impacto significativo en quienes realizan esta práctica. La propuesta legislativa pretende imponer penas de prisión correccional a aquellos que sean sorprendidos consumiendo alcohol en espacios públicos, tales como calles, aceras o parques.
Esta medida ha provocado amplias opiniones y reacciones entre la población. Por un lado, hay quienes respaldan la iniciativa, argumentando que la restricción del consumo de alcohol en lugares públicos podría contribuir a un ambiente más seguro y ordenado, disminuyendo potencialmente los problemas asociados con el consumo excesivo de alcohol en espacios abiertos.
Por otro lado, existen voces críticas que se oponen al proyecto, sosteniendo que la prohibición del consumo de alcohol en lugares públicos atenta contra la libertad de la población y limita la expresión cultural y social de los dominicanos. Argumentan que las tradiciones festivas y la convivencia al aire libre son elementos fundamentales de la identidad dominicana y que la imposición de sanciones penales podría tener consecuencias negativas en la dinámica social del país.
Castigarían con prisión a quienes consuman alcohol en calles, aceras o parques
Las cinco bebidas alcohólicas más consumidas en República Dominicana
Diego Herrera, quien se encontraba compartiendo junto a dos amigos en un colmado, entiende que el proyecto no se aceptaría en el país ya que este accionar es algo "muy dominicano" y de prohibirlo estarían quitando la esencia que los alegra.
Herrera es de nacionalidad venezolana y expresó que una de las razones que lo motivó a vivir en el país es "la alegría en las calles compartiendo con bebidas alcohólicas".
Otro señor, quien pidió no ser identificado, manifestó que la Cámara de Diputados no aceptará el proyecto.
"La bebida hay que venderla donde quiera que esté y beberla donde quiera que usted le guste, eso es todo lo que yo le voy a decir", precisó.
El proyecto fue depositado por el congresista Agustín Burgos, representante de La Vega por el Partido Revolucionario Moderno (PRM), quien alega en la pieza que el Estado tiene la obligación de garantizar el orden público.
El artículo principal de la iniciativa establece la prohibición de la venta, expendio, distribución y consumo de bebidas alcohólicas en los espacios públicos, sin ninguna excepción.
José Perdomo considera que de aceptarse esta medida podría resultar un tanto "arbitraria y abusiva" por lo que considera que solo quedará en proyecto y no se hará realidad.
"Hay cosas más importantes en lo que ellos se podrían enfocar realmente, yo creo que es una cultura muy dominicana y siempre y cuando no lo hagan con desorden no veo nada malo. Creo que si en cuestión de basura y eso, sí podríamos hacer un mejor trabajo", Holguín Medrano.
En tanto que, Rafael Antonio Santana expresó que la cámara baja debería atender y poner como prioridad otros proyectos, por lo que exhorta a los legisladores a que no provoquen a los comunitarios de los barrios "que están tranquilos".
Sin embargo, el señor Edwin Encarnación argumenta que la medida es necesaria para mantener el orden y la seguridad en áreas públicas. "A menudo, el consumo de alcohol en la vía pública lleva a situaciones de conflicto y desorden. Creo que esta ley podría disuadir a aquellos que perturban la paz en nuestra comunidad", comentó.
Juan Martínez expresó su preocupación por la influencia negativa que el consumo de alcohol en espacios públicos puede tener en los niños. "Es incómodo llevar a mis hijos al parque y encontrarme con personas bebiendo alcohol. Una medida como esta podría crear un ambiente más seguro y saludable para nuestras familias", señaló Martínez.
"Castigar con prisión a quienes consumen alcohol en espacios públicos es una medida extrema. Deberíamos enfocarnos en campañas educativas y soluciones menos punitivas", sostiene Martínez.
Sobre la propuesta
De acuerdo con la propuesta, la infracción de consumir alcohol en sitios públicos se considerará como un delito que será castigado con penas de hasta 30 días de prisión correccional o multas que alcanzan hasta 30 salarios mínimos.
Para ejecutar la ley, el proponente establece que el Ministerio de Interior y Policía tendrá un plazo de tres meses para elaborar un reglamento que regule la nueva normativa, luego que sea promulgada.
En los alegatos del proyecto, Burgos expone que el consumo excesivo de alcohol causa daños sanitarios y sociales, que incluyen enfermedades mentales, lesiones intencionadas y afecciones metabólicas.
Entiende que el consumo de bebidas alcohólicas trae consecuencias para otras personas y además arrastra violencia, incumplimiento de responsabilidades y molestias sociales.
"El expendio y consumo de alcohol en sitios y horas inadecuadas producen intranquilidad, ansiedad y angustia entre los vecinos y, en ocasiones, llega a producir actos de violencia que terminan en muerte", puntualizó el diputado Burgos.
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