Viviendas informales deben ser adaptadas ante sismos

El ministro de Obras Públicas, Deligne Ascención, manifestó que la informalidad de las viviendas en la República Dominicana es algo “inevitable” debido a la realidad social y económica de la población dominicana, a la vez que instó a que se enseñe a la ciudadanía técnicas para mitigar esa problemática y que sean adaptadas ante sismos.  

El funcionario se expresó en esos términos durante la Sexta Jornada de Código Modelo Sísmico para América Latina y el Caribe, que desarrolla hasta hoy jueves la Oficina Nacional de Evaluación Sísmica y Vulnerabilidad de Infraestructura y Edificaciones (Onesvie).

Ascención sostuvo que al país le tomará un buen tiempo subsanar esa situación. “Decir que eso se va a erradicar es hablar una mentira”, añadió

“De los resultados positivos de esta jornada es que al ciudadano se le hace conciencia y dentro de la informalidad se le muestre y enseñe cómo utilizar mejores técnicas y prácticas”.

Conciencia al construir

El ministro aclaró que desde el gobierno no se quiere fomentar esa práctica, y que como autoridad están llamados a limitarla y sancionarla. “Ahora, hay una realidad que está por encima de las reglamentaciones y es la realidad social y económica de una sociedad”, indicó.

“A eso me refiero: a que la gente tenga conciencia de que cuando va a construir hay lugares en donde puede construir con más vulnerabilidad y otros con menos. Y hay técnicas, que son simples, que permiten que quienes se dedican a este oficio o los propios dueños de la vivienda puedan exigir que estas técnicas se cumplan porque es un tema de su vida, que en algún momento puede estar afectada”, concluyó el titular de Obras Públicas.

Uso de la madera

Durante la jornada, especialistas chilenos propusieron para el Código de Modelo Sísmico un capítulo dedicado al uso de la madera como herramienta para la construcción de edificaciones con resistencia sísmica.

Pablo Guindos, profesor de la Universidad Católica de Chile y director del Centro de Innovación con Madera de esa academia, sostuvo que una de las principales fortalezas de la madera es su poco peso, al tiempo que resaltó que en la región los árboles se producen con mayor facilidad.

“Por la poca masa que tiene la respuesta sísmica que hay que resistir es mucho menor, y, por lo tanto, se pueden hacer estructuras bastante costo-competitivas”, detalló.

Al narrar la experiencia de Chile, el especialista señaló que actualmente esa nación tiene entre el 18 y 20 % de sus construcciones en madera y que han ido empleando el sistema de entramado ligero, que consiste en el “esqueleto” sobre el que se construyen el resto de elementos que conforman la obra, empleado en Norteamérica desde hace años.

“A Chile le ha ido muy bien. Tenemos obras que han resistido el terremoto de Valdivia en 1960 (considerado el temblor más grande de la historia)”, indicó, a la vez que agregó que en ese país es técnicamente factible construir edificaciones de entre siete a diez pisos, puesto que todo lo que está por encima suele ser muy costoso.

Consultado sobre las acciones que deberían tomarse en República Dominicana para el uso de este material, Guindos resaltó la importancia de que se construya con una metodología que tenga unos estándares de fortificación y calidad.