Normalización de trata invisibiliza los casos de niños y adolescentes extranjeros
Niños y adolescentes migrantes en situación o riesgo de trata en el país son identificados como de origen haitiano
La normalización, las prácticas culturales y el énfasis en la trata de mujeres dominicanas en el exterior inciden en la precaria identificación de los casos de niños y adolescentes migrantes en riesgo o situación de trata en la República Dominicana, de acuerdo con un estudio.
Esta investigación concluyó que también el poco conocimiento y reconocimiento de este delito a nivel de la población y la débil persecución de los casos, que se identifican por denuncias informales, también afectan la identificación de los menores de edad en riesgo.
Niños, niñas y adolescentes extranjeros en situación o riesgo de trata en República Dominicana fue realizado por Mildred Martínez, y contó con el apoyo financiero de la Unión Europea, bajo el macroproyecto que desarrolla el Instituto Nacional de Migración (INM RD).
Se trata de una investigación de carácter exploratorio con un enfoque cualitativo y se basa en revisión bibliográfica y entrevistas con representantes de entidades gubernamentales y organismos no gubernamentales con alguna vinculación al tema de trata. La recogida de información se realizó entre noviembre de 2019 y marzo de 2020.
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El perfil
Los casos de niños y adolescentes tratados que han sido identificados en el país solo corresponden a nacionales haitianos, a pesar de que se reconoce que, a raíz del aumento de migración venezolana y la trata de mujeres del país sudamericano, se debería estar atento ante la posibilidad de casos en menores venezolanos.
Estos menores de edad extranjeros víctimas de trata o en riesgo son descritos por los actores claves como niñas y adolescentes entre los 12 y 17 años en explotación sexual comercial y servicio doméstico; y niños y niñas desde 0 hasta los 11 años en mendicidad.
“Con una marcada diferencia por sexo, de acuerdo con la modalidad de explotación de la que son objeto, una mayor presencia de niñas y adolescentes en servicio doméstico y explotación sexual comercial; mientras que los niños y adolescentes se insertan más en labores de venta en las calles y otras formas de explotación laboral”, se describió en el documento.
En la familia de los menores víctimas hay una ausencia de uno o ambos padres; son principalmente monoparentales dirigidas por mujeres, proveniente de un contexto matizado por la pobreza y la violencia, con arreglos que incluyen a personas denominadas como tíos, abuelos, pero no se puede establecer una relación de parentesco real.
Los menores de edad en riesgo o situación de trata tienen una baja escolaridad, con una ausencia de reconocimiento de sus derechos, lo que les limita a que puedan autoreconocerse como víctimas de un delito.
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Modalidad de trata
Las principales modalidades de trata de la que son víctimas los niños y adolescentes extranjeros son la explotación sexual comercial, la explotación laboral en servicio doméstico y la mendicidad.
“A pesar de que la explotación sexual comercial es la más reconocida, es posible que dada la complejidad de identificar los casos de explotación de NNA para otras modalidades, exista una percepción subestimada del volumen de NNA en estas situaciones”, aclaró el estudio.
También indicó que a pesar de que la mendicidad es una actividad que ocurre ante la mirada de todos, y que se han realizado operativos para desmantelar redes criminales, los actores claves refieren que es una actividad que se realiza bajo el auspicio de los padres o familiares de las víctimas.
Recomendaciones
La mayoría de las recomendaciones ofrecidas por las personas entrevistadas se dirigen al fortalecimiento institucional y la incidencia para lograr una mayor voluntad política dirigida hacia el cambio deseado. De esta manera, la voluntad política permitiría el fortalecimiento institucional.
Lograr una mayor voluntad política para implementar la ley de manera adecuada.
Más apoyo gubernamental para las instituciones que trabajan en la prevención, persecución y protección.
Fortalecer la institucionalidad del Estado, asumiendo el tema más desde el Estado y descansar menos en las ONG.
Aprovechar las estructuras y programas ya existentes: sistema educativo, sistema de salud, programa de prevención de embarazos, estructura del GCP.
Fortalecer lo que ya existe, cumplimiento de las leyes y uso de los protocolos.
Utilizar los resultados de las investigaciones que han sido realizadas en el país.
Mejorar la coordinación entre las instituciones.
Dotar de recursos económicos a las instituciones.
Dotar a las instituciones de recursos humanos especializados y capacitados para abordar el tema de manera profesional y evitar la revictimización.
Lograr un mayor control fronterizo.
Evaluar el Plan de manera oportuna y que sea un proceso dirigido y motivado desde el Gobierno, no desde la sociedad civil.
Ampliar el trabajo que se realiza a nivel local para la prevención, persecución y atención a los NNA.
Garantizar los derechos humanos de los migrantes y sus descendientes.
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