“Países deben tener el tema de trata de personas y ciberdelito como prioridad”

La trata de personas es el tercer crimen más lucrativo a nivel mundial, apunto Sylvie Bertrand, representante de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito para América Central y el Caribe (Unodc).

Bertrand también reveló que, por las restricciones, el delito “llegó con fuerza” al ciberespacio, el que ofrece a los tratantes herramientas para reclutar, explotar y controlar a las víctimas, por lo que pidió a los países tener el tema de trata de personas y el ciberdelito como una prioridad.

¿Afectó la pandemia el combate contra la trata de personas?

Sí, debido a las medidas de restricción de movimiento para combatir el COVID-19, las víctimas se encontraban recluidas con sus tratantes, especialmente aquellas en condiciones de servidumbre doméstica o esclavitud sexual, afectando sobre todo a mujeres y niñas.

En un entorno donde las prioridades y las acciones estaban orientadas a limitar la propagación del virus, resultaba más fácil para los tratantes esconder sus operaciones, invisibilizando aún más a las víctimas. Los tratantes también migraron a plataformas digitales para comercializarlas. De igual manera, la identificación de las víctimas y su posterior remisión a servicios de protección se volvieron más complicados.

Hay que tomar en cuenta el incremento del desempleo, la desigualdad y la pobreza como consecuencias de la COVID-19, factores que también ha aumentado la vulnerabilidad de muchas poblaciones en la región.

¿Tienen alguna estimación sobre el número de personas víctimas de la trata?

La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) realiza un Informe Global cada dos años, el último señala que, mundialmente, más de 40 millones de personas son víctimas de alguna modalidad de trata de personas. De ellas, a nivel global, 65 % son niñas y mujeres.

Al ser la trata de personas el tercer crimen más lucrativo a nivel mundial (después de las drogas y las armas), la trata tiene un fuerte impacto económico, generando cerca de 150 mil millones de dólares al año.

¿Quiénes son las personas más afectadas?

Las niñas y mujeres en América Latina y el Caribe (ALC) son las más afectadas como víctimas de trata de personas, representan un 79 % de víctimas (39 %mujeres y 40 % niñas) y la modalidad más utilizada es la explotación sexual en un 81 %, en comparación con las cifras mundiales que es de un 50 %.

La trata interna (que proviene del mismo país o subregión) es la más común, con un 91 % de víctimas en América Central y el Caribe.

¿Qué retos todavía enfrenta la región en cuanto a la trata de personas?

Entre los retos actuales podemos mencionar la obtención de recursos, ya que el presupuesto de los gobiernos se ha ido para el apoyo a las medidas de salud y de tipo social. Además, los países donantes están priorizando el apoyo a los países en conflicto y se ha limitado el acceso al apoyo a los proyectos enfocados en la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes, sobre todo en las zonas donde se tiene un alto movimiento migratorio.

Otro aspecto es el reto de continuar con los esfuerzos nacionales y regionales en la investigación de los casos, la atención a las víctimas, la prevención y la obtención de recursos para el desarrollo de las actividades de cada Comisión contra la Trata de Personas encargadas de coordinar las actividades entre las instituciones.

También se deben seguir ofreciendo capacitaciones especializadas y encuentros regionales que agilicen la respuesta de los casos, ya que compartir información es vital para que se garantice la justicia para las víctimas en los casos que impliquen dos o más países.

Se requiere una respuesta ágil y segura para la identificación y canalización de cada víctima, en todas sus modalidades, incluyendo la explotación laboral y servidumbre doméstica.

¿Qué tipo de apoyo está brindando la Unodc a los países de la región para combatir este delito?

La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc), como custodia de la Convención contra la Delincuencia Organizada Transnacional (UNTOC, por sus siglas en inglés) y de sus tres protocolos, entre ellos el Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la trata de personas especialmente en mujeres y niñas (Protocolo de Palermo) y el Protocolo contra al Tráfico Ilícito de Migrantes por tierra, mar y aire, apoya a los Estados miembros en la adopción de marcos legales especializados en materia de trata de personas y tráfico ilícito de migrantes, realiza labores de asistencia técnica para incrementar el conocimiento de las autoridades encargadas de la investigación de estos casos, promueve la cooperación entre Estados miembros para prevenir y combatir más eficazmente la delincuencia organizada transnacional y la prevención a través de la Campaña Corazón Azul contra la trata de personas.

Es decir, acciones de prevención, persecución, protección a las víctimas y cooperación internacional, conforme lo establece el Protocolo de Palermo, con el objetivo de contribuir a la paz y la seguridad, los derechos humanos y el desarrollo, conforme la Agenda 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

¿Por qué este año el tema de la tecnología?

Debido a que el uso de la tecnología se ha expandido, más aún debido a la pandemia de COVID-19 y el traslado de nuestra vida cotidiana a las plataformas en línea, el delito de trata de personas también ha llegado con fuerza al ciberespacio.

Internet y las plataformas digitales ofrecen a los tratantes numerosas herramientas para reclutar, explotar y controlar a las víctimas; organizar su transporte y alojamiento; publicitar a las víctimas y llegar a clientes potenciales; comunicarse entre los perpetradores; ocultar ganancias criminales y todo eso con mayor rapidez, rentabilidad y anonimato.

Además, la tecnología permite que estos delincuentes operen internacionalmente en todas las jurisdicciones y evadan la detección con mayor facilidad.

Por lo tanto, se necesita que los países tengan el tema de trata de personas y ciberdelito como una de sus prioridades para mejorar la investigación digital y la coordinación internacional para la obtención de evidencias.

¿Cómo puede ayudar la tecnología a combatir este delito?

La tecnología también representa una gran oportunidad y puede ser una herramienta de utilidad en el combate de este delito. El éxito futuro en la erradicación de la trata de personas dependerá de cómo las fuerzas del orden y los sistemas de justicia penal puedan aprovechar la tecnología en sus respuestas, incluso ayudando en las investigaciones para arrojar luz sobre el modus operandi de las redes de trata; potenciar los procesamientos a través de pruebas digitales para aliviar la situación de las víctimas en los procesos penales, como las entrevistas en cámara Gesell; y brindar servicios de apoyo a los sobrevivientes.

Las actividades de prevención y sensibilización sobre el uso seguro de internet y las redes sociales podrían ayudar a mitigar el riesgo de que más personas sean víctimas de la trata en línea.

La cooperación con el sector privado es importante para aprovechar la innovación y la experiencia para el desarrollo de soluciones sostenibles basadas en tecnología para apoyar la prevención y la lucha contra la trata de personas.