La República Dominicana urge de una nueva ley sobre trata de personas

La República Dominicana conmemoró ayer jueves el Día Mundial Contra la Trata de Personas, con la urgencia de una nueva legislación que esté acorde a la diversificación de este delito, que aumentó durante la pandemia del COVID-19.

El país cuenta con una ley que data del año 2003, pero que no se ajusta a los nuevos tiempos. Se espera que para este año la República Dominicana tenga una nueva ley, cuyo proyecto está en manos de la Consultoría Jurídica del Poder Ejecutivo.

Roberto Álvarez, ministro de Relaciones Exteriores, explicó que la modificación a la legislación trae como nuevos elementos sanciones agravantes de entre 15 a 30 años de prisión, así como condenas a quienes usen las herramientas virtuales para cometer el delito de trata de personas.

"El éxito futuro en la erradicación de la trata de personas dependerá en la forma en que las fuerzas del orden, los sistemas de justicia penal y otros puedan aprovechar la tecnología y en sus respuestas. Incluso, ayudando a mejorar la prestación de servicios de apoyo a las supervivientes”, consideró Álvarez.

El tema de este año por el día internacional se centra en el papel de la tecnología que puede tanto permitir como impedir la trata de personas, por lo que el canciller señaló que es necesario que se realicen actividades de prevención y sensibilización sobre el uso seguro del internet y las redes sociales.

Durante el 2021, el Gobierno identificó a 65 personas víctimas de trata, 56 nacionales y nueve extranjeras de Haití, Colombia, Estados Unidos y Venezuela. La modalidad con más víctimas fue la trata sexual que afectó a 29 personas, de las cuales 23 (el 79 %) eran menores de edad. 

La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) explica que el delito de la trata de personas consta de tres elementos fundamentales: el hecho, el medio, el fin. “Los traficantes utilizan el abuso físico y sexual, el chantaje, la manipulación emocional y la sustracción de documentos oficiales para controlar a sus víctimas”, detalló.

La trata de personas se manifiesta de diferentes maneras, pero en la República Dominicana la sexual fue la modalidad con más víctimas identificadas el año pasado: 29 personas, de las cuales, 23 (el 79 %) eran menores de edad. 21 niñas fueron víctimas de trata sexual mientras que los casos de niños se sitúan en dos.

Pedido al Congreso Nacional

En el acto de conmemoración la procuradora adjunta Yeni Berenice Reynoso aprovechó el escenario para pedir al Congreso Nacional la aprobación de la nueva ley sobre trata de personas y tráfico ilícito de migrantes por ser un instrumento que responde a las necesidades actuales sobre la persecución.

“Ninguna otra manifestación del crimen lacera tanto la dignidad humana y la vida de las personas como lo hace la trata. Convertir a un ser humano en una cosa o tratar de convertirlo en una cosa para obtener beneficio es un crimen horrendo, es un crimen terrible, es un crimen que merece una respuesta estratégica, sistemática, articulada de parte de los Estados”, señaló Reynoso.

Reconoció que “hay mucho por hacer” y por cultivar con relación a la protección de las víctimas, pero a la vez, distinguió el trabajo del Ministerio de Relaciones Exteriores para el nuevo marco legal para la protección de las personas y la persecución la trata de personas. “República Dominicana no es ni será nunca un escenario en el que tratante va a tener un paraíso para cometer su delito. Jamás lo será”, destacó.

Afecta a las mujeres

La trata de personas en el mundo afecta principalmente a mujeres y niñas, con el 65 % de las víctimas identificadas, según el último informe global sobre este delito que realiza cada dos años la UNODC. En el documento se nota un aumento en los hombres y niños en comparación con el reporte anterior (35 % del total de víctimas identificadas).

La ministra de la Mujer, Mayra Jiménez, resaltó que la erradicación de este flagelo está vinculada al desarrollo sostenible y a la construcción de sociedades más justas basadas en la equidad y la inclusión de género.