El proyecto de Cabo Rojo pretende desarrollar toda la región Enriquillo
El gobierno quiere llevar el mensaje de que el proyecto de desarrollo turístico en la zona de Cabo Rojo, Pedernales, es un plan para cambiar la vida en toda esa región fronteriza
Arisleidis tiene 32 años, reside en Barahona y decidió mover su puesto de venta de flores al corazón de Pedernales por una razón concreta: el desarrollo que se espera que reciba esta provincia, una de las más olvidadas de la República Dominicana, a través del proyecto turístico de Cabo Rojo, una obra de capital público y privado que será la punta de lanza para reformular toda esta zona fronteriza.
“Vine para acá porque un amigo me dijo que ahora era el momento, que debía buscar mi espacio, porque después se me hará tarde, cuando ya todo esté cogido”, dice a Diario Libre la mujer, mientras atiende a una familia de turistas mexicanos que se aventuró a conocer este remoto paraje del país. “Y esto no ha empezado y ya se siente la diferencia. Veo más movimiento de extranjeros y de gente de la capital”, asegura la joven emprendedora, natural de San Juan.
Arisleidis se refiere al Plan de Desarrollo Turístico de Cabo Rojo, Pedernales, el proyecto de inversión más ambicioso del gobierno de Luis Abinader, una idea que se venía cuajando desde antes de que el mandatario se lanzara formalmente a la política y que, según el ministro de la Presidencia, Lisandro Macarrulla, se trata de una visión regional y no sólo provincial.
“Este es el proyecto de desarrollo regional más importante de Luis Abinader. Este no es un proyecto de turismo, no estamos promoviendo un proyecto de turismo. El turismo es el punto de partida que se usará de base para el desarrollo regional”, expresó Macarrulla, al referirse al plan de desarrollo, que lleva el nombre de Cabo Rojo, la zona de Pedernales donde se construirá la infraestructura principal del plan y que está ubicada a unos 40 kilómetros de la ciudad cabecera, del mismo nombre y contigua a la frontera con Haití.
Este proyecto es tan importante para la actual administración, que Macarrulla y una amplia delegación del gobierno agotaron una agenda de dos días dirigida a darle seguimiento al plan, explicarlo a la población de Pedernales y visitar los enclaves que serán impactados, como la zona donde se construirá un aeropuerto internacional y el puerto que recibirá cruceros y contará con una marina. “Vamos a intervenir en todas las áreas. En las vías, las viviendas, infraestructura… el turismo es la base, pero es un proyecto olístico para la región de Enriquillo”, agregó el Ministro.
¿Por qué Pedernales?
Pedernales es una provincia de la región Enriquillo, a la cual se suman Barahona, Independencia y Bahoruco. Fue señalada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) como la segunda más pobre del país, sólo superada por Elías Piña, según el Índice de Desarrollo Humano Provincial realizado en el 2016.
Barahona (#24), Bahoruco (#29), Independencia (#30) y Pedernales (#31) forman la región más deprimida en el país, acorde con el PNUD, a pesar de contar con importantes recursos naturales y actividad en la zona fronteriza.
Cabo Rojo, en el entorno de dos importantes reservas naturales, como el Parque Nacional Jaragua y el Área Nacional de Recreo Cabo Rojo-Bahía de las Águilas, es una región virgen que permitiría crear un proyecto turístico al estilo Punta Cana, pero con la ventaja de una planificación multisectorial desde el inicio.
Pedernales cuenta con amplias extensiones de terreno disponibles para desarrollar importantes proyectos de infraestructura, como acueductos, redes energéticas y de telecomunicaciones, carreteras, hoteles, viviendas, puertos y aeropuertos, a pesar de que el 68% de su territorio corresponde a reservas naturales.
Además, tiene un importante recurso natural: sus playas hermosas, vitales para el desarrollo hotelero; el santuario marino Arrecifes del Suroeste y el Parque Nacional Sierra de Bahoruco, ambos destinos de clase mundial para el turismo de corte ecológico. A ello se suman atracciones como los Tres Charcos, los Pozos de Romeo y el propio punto fronterizo con Haití, el cual llama la atención de los curiosos junto a su activo mercado.
“El reto de este proyecto es el balance entre el desarrollo y el medioambiente... de nada sirve tener estos maravillosos paisajes si en Pedernales no hay empleos... Pero este proyecto tiene un alto compromiso con el medioambiente”, expresó Sigmund Freund, director ejecutivo de la Dirección General de Alianzas Público-Privadas, el ente público que coordina los trabajos entre los sectores que financiarán y ejecutarán el proyecto.
¿Cómo se hará el proyecto?
El gobierno ha apostado por comenzar el desarrollo en Pedernales a través de una alianza con el sector privado mediante Fideicomiso Pro-Pedernales, suscrito el Estado dominicano y la Fiduciaria Banreservas, S. A.
Los kilómetros cuadrados de Pedernales, que la convierten en la séptima más grande.
Este mecanismo tendría la facultad de buscar la financiación para esta obra, que a todas luces tiene visos faraónicos, pues requerirá de una inversión de US$2,245 millones en un periodo de 10 años y cuatro fases de desarrollo total.
El gobierno se encargará de construir la infraestructura necesaria para el éxito del plan, como los servicios de agua, electricidad, conectividad digital y vial, puertos y aeropuertos, entre otros. Gracias a este proyecto, por ejemplo, Pedernales dejará de ser la única provincia no conectada a la red nacional de electricidad y contará con banda ancha de última generación.
Mientras, la empresa privada se encargará del desarrollo de instalaciones turísticas de clase mundial, como marinas, campos de golf y hoteles.
En la primera fase se prevé una inversión de US$1,300 millones para la construcción de 4,700 habitaciones, las cuales llegarán a 12,000 cuando el proyecto esté completado en sus cuatro fases.
Las cadenas hoteleras Hilton, Marriott, Sunwing, AmResorts, Iberostar Group y Karisma Hotels & Resort han firmado cartas de compromiso para empezar la construcción de ocho hoteles a partir de mediados de este año. En Pedernales se anunció que otro grupo está pendiente de sumarse a la lista.
La primera fase abarcará 800 hectáreas de las 3,800 que se ocuparán en la zona no protegida de Cabo Rojo. Allí se construirán los hoteles, un muelle para cruceros, una marina, centros comerciales y un campo de golf con villas.
¿Cuándo inicia el proyecto?
El calendario de trabajo inició y las construcciones se empiezan a ver, como las carreteras, cuyos trayectos han sido marcados, o la red eléctrica y de conectividad digital, que fue instalada.
Los hoteles comienzan a construirse este año y el gobierno esperaba por la aprobación en el Senado del contrato de Fideicomiso para poder darle alas a la construcción de instalaciones, como los sistemas de manejo de agua y diversos estudios especializados requeridos por ley.
La ambición del gobierno es que para finales de 2023 la zona esté lista para recibir los primeros turistas, incluyendo 5,000 viajeros de cruceros al mes.
“El puerto de Cabo Rojo se preparará para a finales de 2023 recibir 5,000 turistas mensuales de cruceros... El turismo en Pedernales ya ha ido incrementando. Todo está lleno y Pedernales está en ebullición”, sostuvo Freund.
El año 2023 será cuando se vean los primeros frutos de este agresivo plan de desarrollo, por lo que el tiempo aprieta y la urgencia se hace presente en el equipo gubernamental a cargo. “Ahora mismo no hay un proyecto más ambicioso que este en el Estado dominicano. No podemos perder ni un minuto”, indicó Macarrulla.
En este momento se están desarrollando las infraestructuras, los procesos para transferir los terrenos al Fideicomiso y se mantiene un plan de formación en la provincia, para dar a conocer el plan.
En cuanto a los hoteles, la idea es que estén listos para estar en operación en dos años.
¿Cuáles son los desafíos?
No todo es color de rosa, por más buenas que sean las intenciones, por lo que este enorme proyecto tiene sus desafíos.
El primero de ellos es el propio gobierno y sus estructuras de poder. Macarrulla lo entiende así y, en una inusual acción, ha llamado a la población de Pedernales a defender el plan.
“En todas partes del mundo y aquí en este país se está luchando por los recursos limitados que hay y este pueblo tiene que luchar por su proyecto. Al primero que deben presionar es a mí como ministro y encargado de este proyecto”, indicó.
A estos se suma la propia población de Pedernales, que luce dividida por temas como la sede de la construcción del nuevo aeropuerto, que se dará en Los Tres Charcos, municipio de Oviedo, entre Pedernales y Cabo Rojo. El propio nombre del proyecto turístico, que nombra a Cabo Rojo y no la provincia, es motivo de polémica entre los ciudadanos.
“A mí no me gusta ese nombre, le quita identidad a la provincia, porque aquí al final lo que cuenta es Pedernales. Yo espero que esto traiga todo lo que dicen, porque llevamos muchos años esperando y escuchando promesas que no se cumplen”, dijo a Diario Libre la local Desiré Rosado, de 30 años y desempleada.
El nombre del proyecto y su localización fueron tema de amplia discusión en las sesiones informativas que los funcionarios tuvieron con la población.
El aeropuerto se colocó en un espacio donde técnicamente los grandes aviones puedan despegar y aterrizar con los estándares correctos de dirección de vientos. Por eso no se usó la pista que existe en Cabo Rojo ni se construyó más cerca de Pedernales la nueva instalación aérea, explicó el director ejecutivo del Departamento Aeroportuario, Víctor Pichardo.
En cuanto al nombre del proyecto, una fuente informó a Diario Libre que la razón es el marketing, que los expertos consultados ven a Cabo Rojo como un nombre más mercadeable que Pedernales.
Otro tema es la falta de mano de obra para construcción y a nivel profesional. Pedernales tiene una población de 33,189 habitantes, muchos de los cuales dejan la provincia para buscar otras oportunidades. “Los jóvenes nos tenemos que ir de aquí a coger lucha a otro lado, porque no hay trabajo”, explicó Desiré Rosado.
El proyecto prevé que los residentes de Pedernales tengan la prioridad a la hora de llenar los espacios laborales que se generará durante el plan, pero la falta de mano de obra en la región podría ser un problema.
“Va a haber una gran migración de gente que se fue a buscar oportunidades y cosas de otro tipo fuera de Pedernales y que ahora van a regresar a la provincia”, indicó Macarrulla.
Otro asunto fundamental es el medioambiente. La zona es una altamente sensible, con flora endémica en riesgo y parajes completamente vírgenes, por lo que se tendrá que pactar con los defensores del medioambiente.
Igualmente, el muelle que se usará para el proyecto es usado para las exportaciones de bauxita del país y habrá que relocalizar esas operaciones.
También preocupa que surja duplicidad entre el nuevo aeropuerto y el de Barahona, aunque los funcionarios aseguran que serán “complementarios”.
Otro desafío será el sistema de salud. El director médico del hospital provincial se quejó en una de las sesiones de que no ha sido tomado en cuenta y serán ellos quienes tendrán que lidiar con miles de turistas y un aumento de la población local.
Esto recién empieza y no se tienen respuestas para todas las preguntas, ni todos los cuestionamientos han salido a flote. Lo que sí está claro es que la gente está feliz con la idea, porque, como dijo la gobernadora Altagracia Brea de González, “es la hora de Pedernales, no es ya un sueño, el proyecto es una realidad”.
Y eso es lo que espera Arisleidis en su puesto de flores, que todo esto se haga realidad y su negocio prospere, así como toda la región.
La historia de cómo los legisladores llegaron a importar vehículos exonerados sin límites
Someten anteproyecto de ley para limitar alquileres y restringir trabajos a haitianos
Protecom resolvió el 26.2 % de quejas eléctricas, pero acumula miles
El rescate de la avenida Duarte hacia el norte sigue rezagado
RD y Haití reanudan el diálogo para fortalecer relaciones bilaterales