Estudiantes de politécnico de El Seibo reciben clases en enramadas
El centro lleva 15 años de construcción
Tras 15 años que lleva en construcción el centro educativo politécnico Santa Cruz Fe y Alegría de la provincia de El Seibo, los estudiantes reciben las clases en varias enramadas que improvisó la comunidad educativa por falta de aulas.
Una de las aulas se construyó por la misma comunidad educativa, fondos que se recaudaron a través de las ventas de helados y sándwiches, puesto que no han recibido ayuda por parte de las autoridades del Ministerio de Educación.
El centro educativo tiene una matrícula de casi 700 estudiantes, por lo que algunos reciben clases en dos enramadas y otros en la cocina del comedor económico y hasta debajo de una mata en el patio.
Los estudiantes están expuestos al sol, a mojarse cuando llueve y a cualquier situación de peligro, ya que una de las enramadas fue levantada cerca de la carretera.
Necesidades del centro educativo
En la actualidad el centro educativo tiene grandes necesidades que afecta la educación de los estudiantes a la hora de recibir el pan de la enseñanza.
Este centro de estudios necesita alrededor de 12 nuevas aulas, la construcción de un drenaje pluvial para canalizar las aguas y mantener las infraestructuras físicas en buenas condiciones que ha autogestionado la misma comunidad educativa. Aseguran que cuando llueve el centro se inunda.
También requieren verjas perimetrales, biblioteca, salón de actos y una cancha donde los estudiantes puedan desarrollar sus habilidades deportivas. Además, la terminación del comedor económico.
“No hemos tenido quién nos colabore”
La directora del politécnico, Ana Ceciliano dijo que desde que se empezó la construcción del centro educativo hace 15 años, han realizado todas las diligencias necesarias para que el gobierno central termine la escuela, pero que “nadie ha querido colaborar”.
“Cuando llovía los estudiantes tenían que mojarse porque estaban debajo de una mata y con los pocos recursos que teníamos pudimos levantar esas dos enramadas e improvisar en el comedor económico aulas. En el comer económico, tenemos tres grupos recibiendo clases, incómodos están ahí, porque en la parte de la cocina es muy chiquita y hace calor”, sostuvo Ceciliano.
Señaló que las autoridades de educación se han presentado en varias ocasiones al centro para realizara levantamientos, a tirar fotos y a medir, pero que “no pasan de ahí”.
Sostuvo que de esa situación han pasado 15 años y lo que se ha construido ha sido por esfuerzo propio y autogestiones. “A través de proyectos hemos levantado lo poco que tenemos y seguimos gestionando para que las autoridades puedan cumplir con lo que nos han prometido”.
Situaciones similares de otros centros
La situación del politécnico Santa Cruz Fe y Alegría es similar a la de otros centros educativos de la provincia de El Seibo, que tienen casi una década en construcción y los estudiantes deben recibir clases en enramadas y debajo de mata de mango, pasando calamidades, sin obtener respuestas de las autoridades correspondientes, hasta el punto de que maestros y estudiantes pierdan las esperanzas de ver construida las escuelas.
El liceo Porquín Acosta comenzó a ser construido en 2013 por un monto de alrededor de 40 millones de pesos, sin embargo, lleva casi tres años y todavía está en obra gris.
La construcción del liceo la comenzó la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (Oisoe), que la adjudicó mediante concurso a la ingeniera Cinthia Mejía Rodríguez, y luego fue paralizado en un 50 %, en el 2019, por supuestos pagos pendientes.
Por tal razón, los residentes del distrito municipal de San Francisco Vicentillo de El Seibo, piden la terminación del liceo ya que gran parte de la comunidad estudiantil no está recibiendo clases, puesto que la enramada donde reciben la docencia es muy pequeña y no hay espacio para todos.
Escuela Isabelita reciben clases debajo de un rancho
En una enramada, levantada con palos finos y techo de zinc, así reciben clases los estudiantes del centro educativo Isabelita del kilómetro 7, en el paraje Los Cafés de Caciquillo, carretera Seibo-Miches.
La enramada la realizó el cuerpo de conserje con algunos materiales viejos que se encontraban en el patio de la escuela. El piso es de tierra, las butacas y el local donde reciben clases es tan inservible como las malas condiciones del lugar de estudio.
Actualmente, esta situación del centro educativo Isabelita pone en peligro la vida de los alumnos, maestros y de toda aquella persona que entre en el.
Además, presenta hundimiento de piso, no tiene baños, su estructura está agrietada y no cuenta con columnas, por lo que este caso preocupa no solo a los maestros, sino también a las personas de la comunidad. La escuela tiene más de 60 años de construida y nunca se le ha dado ningún tipo de mantenimiento.
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