Las lilas, gritos silentes del río Isabela por un rescate

Se suman a los desechos sólidos que a diario van a parar a las aguas del afluente y que frenan la posibilidad de que las especies de agua dulce puedan vivir

Las lilas que copan el río Isabela en el puente Francisco J. Peynado, en la entrada al municipio Santo Domingo Norte por el Distrito Nacional. (Diario Libre/Luis Gómez )

Los caudales del río Isabela albergan incalculables cantidades de basura y lilas que lo acompañan hasta llegar al río Ozama y este, a su vez, arroja los desechos sólidos y las lilas a las aguas del mar Caribe. A simple vista se le puede notar la presencia de plásticos, ropa, botellas de cristal, restos de piezas de vehículos y materia fecal que flota en la superficie.

El río Isabela nace de una loma de poca popularidad y amenazada por la deforestación denominada El Pilón. Este se encarga de dividir el Distrito Nacional de Santo Domingo Norte hasta encontrarse con el río Ozama, que desemboca en las aguas del mar Caribe.

Este afluente lanza a diario gritos silentes para que vayan en su rescate debido al alto grado de contaminación y desechos sólidos que arropan sus caudales. Las lilas absorben la mayor parte del río hasta mezclarse con la orilla provocando que sea casi imposible distinguir una de la otra.

Las lilas son plantas acuáticas que crecen en aguas dulces, su reproducción se debe a la eutrofización, que es la acumulación de residuos orgánicos que ha eliminado el oxígeno del agua, lo que provoca que esta se pueda multiplicar rápidamente y más si en el área hay ausencia de vida acuática ya que las especies de agua dulce se alimentan de esta planta.

La gran cantidad de lilas que arropan el río Isabela sumando a los desechos sólidos que a diario van a parar a sus aguas frenan la posibilidad de que las especies de agua dulce puedan vivir bajo sus caudales y a la vez disminuir la multiplicación de la planta.

Sus aguas recorren los sectores de Capotillo, La Zurza, Simón Bolívar y Puerto Isabella. Las cañadas pertenecientes a estos barrios van a desembocar en las orillas cubiertas de lilas del río. La contaminación que este alberga hace imposible que se pueda navegar por ahí, las plantas acuáticas crecen libremente y se abrazan de los desechos sólidos creando un foco de contaminación e insalubridad y cerrando el paso a que las especies de agua dulce puedan reproducirse en el área.

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