Cacao orgánico, desde la siembra hasta la exportación

Cacao en proceso de secado para exportación. (Pedro Bazil/Diario Libre.)

COMEDERO. En los últimos diez años, la República Dominicana ha exportado más de 128,311 tonelada métricas de cacao orgánico, para un promedio de más de 12 mil toneladas métricas por año.

Para lograr estas cifras un grupo de productores y obreros se afanan en diferentes localidades de la geografía nacional para producir un cacao de calidad que responda a las exigencias del mercado internacional. Aproximadamente el 95% de las exportaciones nacional de cacao orgánico se envían a la Unión Europea, representando casi el 50% de su oferta.

Luis Mosquea, de 37 años, trabaja en un vivero en la provincia Sánchez Ramírez, Comedero, donde llena fundas con tierra negra y abono para sembrar las semillas de cacao. Durante sus diez horas de trabajo, riega las matas o desyerba. Labora por un sueldo de RD$12,000 mensuales y seguro médico. La agricultura es su único medio de sustento.

“El primer paso que damos es colocar las semillas en un germinador, se lavan para que las hormigas no se le suban y se le entra algo de aserrín de madera para que la cubran, luego repollan por abajo y las planto”, explica Mosquea.

Una mata de cacao dura tres meses en un vivero antes de ser sembrada en una finca donde puede durar cuatro años para dar frutos. Se mantiene con una buena productividad durante 25 años, luego su producción es baja.

Las semillas que siembran en los viveros, son sacadas de jardines clonales que los productores utilizan para obtener matas de buena calidad. Es un trabajo que hace Conacado en el país para exportar, sin embargo, en el mercado nacional no toda la producción de cacao es orgánica. La mayoría de productores, a veces por desconocimiento, usan químicos y ponen en riesgo la salud de los consumidores.

“En los jardines clonales conservamos varios clones con diferentes características. Desde tolerancia a plagas y enfermedades, altos en productividad y con sabores y aroma distintos”, señalan Jobi José Sánchez, supervisor de producción en la planta exportadora de cacao de Conacado y agrónomo.

En el llenado de las fundas de polietileno, con tamaño 8x10 para injertos y 6x8 para las plantas híbridas, participan entre 40 a 50 campesinos -bajo contrato solo tres-. Las llenan con tierra de suelos aluvionales que recogen en los ríos y lo mezclan con estiércol de vaca, gallinaza y ceniza.

Mosquea se encarga del mantenimiento de las matas. Durante tres meses se mantiene pendiente del control de la maleza, aplicación de fertilizantes orgánicos (lombrices, insecticidas y fungicidas para plagas y enfermedades). Para regarlas utilizan un sistema de riego por aspersión que cae en forma de lluvia y no las maltrata.

Producen plantas híbridas que salen de los jardines clonales pero no se obtienen las características definidas del clon, y clonadas que tienen las cualidades exactas del árbol de cacao.

Los jardines clonales provienen de una selección de las plantas tradicionales de cacao, no cruces genéticos, especifican los productores. Son más resistentes a enfermedades.

Método contra enfermedades

Las lluvias seguidas provocan que las plantas de cacao enfermen. Cuando sucede, los productores de cacao orgánico utilizan insecticidas a base de plantas, ajo, ajíes picante o tabaco. Mientras que como fungicida (para prevenir hongos) aplican lavazas de jabón de cuaba y la hoja de yuca triturada.

En una producción anual los productores del cacao esperan que las enfermedades afecten un 10% de las plantas de cacao.

Por lo general la enfermedad que más ataca la producción del cacao en el proceso de germinación es la Phytophthora, un hongo que provoca una pudrición a la base del tallo y las hojas. Se desarrolla en un clima muy húmedo o seco. Es una enfermedad que se maneja además con el control de la maleza, la eliminación de las plantas enfermas y la aplicación de un sistema de fertilización.

Una planta de cacao enferma presenta decoloración y mancha de la hoja, dependiendo la severidad de la enfermedad, puede tardar un mes a dos meses para recuperarse.

Antes de la exportación

Cuando el cacao está de corte, es recopilado y trasladado por los productores a empresas exportadoras donde lo reciben y colocan en un área de fermentación. Allí verifican la calidad, si es buena lo fermentan. El proceso dura unos 25 días para ser exportado: seis en fermentación, ocho a diez días en secado y cinco para ser despachado. Lo envían en sacos de 70 kilogramos.

Juan José Gil es el encargado de transportar el producto desde el campo hasta la exportadora. Lo hace cada dos días cuando la producción es baja.

“Después que salgo sigo trabajando, hago horas extras, sigo recogiendo cacao para traerlo a la compañía con las horas extras puedo llegar a ganar trece mil quincenal. Termino a las once de la noche”, precisa Gil quien de sus 44 años ha dedicado 11 a la producción de cacao.

Una mazorca de cacao acabada de cortar del árbol. Por (Pedro Bazil/Diario Libre.)
Cacao durante la fermentación. Por ()
Proceso de secado del cacao. Por ()
El cacao es colocado en sacos para exportar. Por (Pedro Bazil/Diario Libre.)