Lactancia y mundo laboral, conciliación pendiente
Falta de apoyo, tras reingreso al trabajo luego de la licencia de maternidad, actualmente de 12 semanas, afecta la continuación de la lactancia materna.
“Uso una esquinita del piso del área de archivo, entre el suape y los libros financieros”. “En mi trabajo no hay un espacio establecido para lactancia propiamente dicho, pero me han permitido utilizar los salones de conferencia en donde hay silencio, no entra nadie y hay aire acondicionado, ¿eso se podría considerar como un espacio para la lactancia?”. “Con mi primer bebé utilizaba un área de archivo entre el departamento y el baño, bastante incómodo”.
Estos tres testimonios muestran lo que muchas de las 968,940 mujeres de entre 25 y 44 años, el renglón de edad femenino de mayor peso en el sector de la Población Económicamente Activa (PEA) – un 42%- de acuerdo con Enhogar 2013, tiene que enfrentar si desea continuar ofreciendo leche materna a sus hijos y lograr la meta de seis meses de lactancia exclusiva, como recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Y la ausencia de lugares adecuados para la extracción de leche materna para dejar a sus hijos mientras cumplen su jornada laboral, en los tres descansos de no menos de 20 minutos que estipula el artículo 240 del Código de Trabajo, parece estar relacionada con la disminución de las tasas de lactancia exclusiva a partir de los tres meses de edad de los bebés, tiempo en que se cumplen las doce semanas de licencia de maternidad.
Los datos que demuestran esta reducción son los de la Encuesta Demográfica y de Salud (Endesa), que apuntan que en el 2002 la tasa exclusiva de lactancia era de 15.6 % antes de los tres meses de edad del bebé, y pasaba a 10.4% entre los tres y seis meses. Para Endesa 2007, pasa de 11.7% antes de los tres meses del nacimiento a 7.8% hasta los seis meses. Mientras que en el informe del 2013, la tasa de lactancia exclusiva pasa de 9.5% antes de los tres meses a 6.7% hasta los seis meses.
En un sondeo realizado por DL para este reportaje, de 32 mujeres en licencia materna que lactan a sus bebés 11 se manifestaron preocupadas por la disminución de su producción de leche al retomar el trabajo, y 9 de ellas expresaron como mayor temor no poder seguir lactando a sus hijos.
Salas de lactancia
El artículo 8 de la Ley 8-95 sobre Protección y fomento de la lactancia materna establece que “en todos los establecimientos industriales del país, se asignen los espacios físicos con el objeto de que las trabajadoras puedan amamantar exclusivamente a sus hijos e hijas recién nacidos (as) hasta los seis meses de edad”.
Estos espacios, que ante la imposibilidad de trasladar los bebés hasta el lugar de trabajo, son motivados por la Comisión Nacional de Lactancia Materna para que sean convertidos en salas para la extracción y conservación de la leche materna, las cuales deben cumplir condiciones mínimas.
“Tenemos unos lineamientos para que se diseñen esos espacios, que tengan los instrumentos necesarios para hacer la extracción”, indica la doctora Clavel Sánchez, directora de la Comisión. Detalla que como requisitos mínimos se pide que sea un habitación de por lo menos cuatro por cuatro metros de tamaño, poseer un lavamanos, una nevera y un sillón, además de un extractor eléctrico.
Yanet Olivares, coordinadora y asesora de la Liga de la Leche (LLL) en República Dominicana, apunta que el costo del motor del extractor eléctrico es de $1,700 dólares (unos RD$76,700). El uso de este equipo, acompañado de un kit individual de mangueras y botellas a un costo de $2,200 pesos cada uno, reduce la extracción de leche materna a menos de 15 minutos, estima Olivares.
La coordinadora de LLL en el país considera que esta inversión repercutiría de manera positiva en la empresa. “Existiría menos ausentismo laboral por enfermedades en el bebé que evita la leche materna, lo que significa una empleada más productiva y concentrada en su trabajo. La madre no tendría la cabeza puesta en su hijo enfermo. Además, su lealtad a la empresa sería mayor, en agradecimiento en el apoyo en su proceso de lactancia”.
A esto, Olivares, señala como prioridad el proceso formativo e informativo. “Deberían tener algún programa de capacitación para las embarazadas, algún tipo de charla antes de ir de licencia y establecer un banco de leche en su casa y se vaya con menos estrés al trabajo”.
De las madres consultadas por DL, 47 de 69 que trabajan y lactan a sus hijos o están embarazadas y planean lactar aseguraron que en sus empresas no existe un espacio que consideren adecuado para extraer leche materna.
En la actual Semana Mundial de la Lactancia, que se celebra desde 1992 en la primera semana de agosto y que este año está enfocada en la conciliación laboral, la Comisión Nacional de Lactancia Materna ha certificado dos salas de lactancia: en las sedes de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) y del Banco BHD León.
Conservación de leche materna
Una de las técnicas de las madres trabajadoras que procuran lograr la meta de una lactancia exclusiva hasta los seis meses es crear un banco de leche materna en su hogar, antes de reintegrarse a jornada laboral. La leche materna puede mantenerse congelada para su uso por seis meses.
Al reintegrarse al trabajo, y con el segundo propósito de mantener la producción de leche para seguir lactando a sus hijos, la conservación de la extraída en sus descansos debe ser conservada preferiblemente en envases de cristal o en fundas esterilizadas (que pueden comprarse en tiendas de artículos de maternidad o a través de internet) en una nevera, luego ser trasladada a su hogar en neveras térmicas para mantener la temperatura. “La aseguramos como si fuera una vacuna, para no perder los elementos vivos que tiene la leche humana”.
No obstante, ante los problemas de interrupción eléctrica en el país, muchas madres no pueden conservar leche materna en su hogar, por lo que al reintegrarse al trabajo, se extraen la que tomarán sus hijos al día siguiente. “Es un mayor sacrificio, pero muchas madres lo hacen”.
Pero la suma de estos contratiempos no solo provoca la disminución de la lactancia exclusiva hasta los seis meses, sino que también sean introducidos alimentos distintos a la leche en una etapa no adecuada, lo que a juicio de la doctora Sánchez, coordinadora de la Comisión Nacional de Lactancia Materna, afecta la nutrición infantil, causando obesidad y diabetes a corta edad.