Procurador asegura robos y atracos representan un gran desafío para el país
SANTO DOMINGO. El procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito, expresó que sigue siendo una gran preocupación para las autoridades el problema de los atracos y los robos en el país.
“Es muy triste porque son jóvenes (con edades) entre 18 y 24 años, la mayoría que se dedican a esto, y no lo hacen para mantener una mamá o una abuela que está enferma, simplemente en búsqueda de dinero fácil para gastarlo en discotecas, drogas, vehículos, y no tienen piedad y matan”, manifestó Domínguez Brito.
Deploró lo ocurrido en San Pedro de Macorís, donde en días pasados fueron encontrados tres cadáveres en una fosa en una residencia próximo a la autovía del Este, donde una banda de atracadores lanzaba a sus víctimas luego de asesinarlas.
“Tenemos que enfocarnos con el robo y los atracos y eso implica una nueva Ley de Armas que hoy está en el Congreso en espera de que se apruebe y signifique que aquel que roba y atraca con un arma podría tener una sentencia de 40 años e implica que el que da un arma para robar y para atracar podría tener su sentencia entre 30 y 40 años si hay muertos”, expresó el procurador.
Dijo que en los robos menores las víctimas tienen que accionar porque muchas veces los jueces dicen: “Aquí no hay nadie agraviado, nadie viene, nadie reclama y lo sueltan”. En ese orden, advirtió “que el que comienza a robar pequeñas cosas termina robando grandes cosas”.
Sobre el tema de los homicidios el procurador aseguró que en los últimos años mantiene una tendencia a la baja, ya que de 26 homicidios por cada 100 mil habitantes que se registraban hace diez años, hoy está entre 13 y 14.
Con relación a los secuestros dijo que “el año pasado solamente hubo cuatro relacionados con droga y este año hubo uno, también relacionado con droga, lo cual es un dato muy importante. En materia de narcotráfico ustedes saben que los carteles más importantes que nunca habían caído hoy están en prisión y yo creo que eso es muy importante”, apuntó a su salida de una celebración eucarística por el Día Mundial del Medio Ambiente.