De vivir en vivienda asignada, Adán Cáceres pasó a la opulencia como jefe de seguridad presidencial
El Equipo de Recuperación del Patrimonio Público calcula en más de RD$101 millones lo defraudado por el militar al Estado
De solo poseer como propiedad inmobiliaria un apartamento asignado por decreto en 1998, el exjefe del Cuerpo de Seguridad Presidencial (Cusep), Adán Cáceres Silvestre llegó a poseer propiedades de más de 23 millones de pesos desde poco antes de asumir esa función, en agosto del 2012, por la promesa de su nombramiento, y dos años después de ser designado.
Según el Ministerio Público, que este jueves continuó leyendo los hechos y la calificación jurídica del expediente acusatorio del caso Coral en el juicio de fondo, el principal imputado en el caso de corrupción, en el 2012 registró un incremento en sus entradas de un 61.78% en comparación con el año 2011, antes de ser nombrado y “sus mayores entradas en el año 2018” ascendió a RD$35,692,868.90.
Cáceres Silvestre fue jefe del Cusep durante los ocho años de gobierno del expresidente Danilo Medina.
El Equipo de Recuperación del Patrimonio Público calcula en más de “ciento un millones, cuatrocientos cincuenta mil trescientos sesenta y siete pesos (RD$101,450,367.27) la defraudación al Estado por parte del mayor general del Ejército durante todo su período.
A la supuesta red de militares y policías que se menciona en Operación Coral se le atribuye, en total, un desfalco al Estado de más de 4,500 millones de pesos.
La estafa al erario público se habría ejecutado a través de la creación de “empresas a nombre de personas relacionadas al financiero” del Cusep, del Cuerpo Especial de Seguridad Turística y el Consejo Nacional para la Niñez y la Infancia (Conani), coronel de la Policía Rafael Núñez de Aza, al que se cita en la acusación como “el cerebro” del desfalco.
Las empresas creadas supuestamente suplían combustibles, alimentos y materiales gastables, “los cuales nunca eran entregados, realizándose cuadres ficticios para pasar los controles de auditoría y así poder distraer fondos millonarios del Estado”.
El salario del militar mientras dirigía el Cusep era de RD$245,000, que incluía una compensación mensual de RD80,000.00, que posteriormente fue elevada a RD$100,000.00.
Su esposa, Noemi Quezada Minier de Cáceres, en el 2014, cuando ingresa al Banco Central como analista de contabilidad III, devengaba un salario de RD$49,820.00), que le fue aumentado a RD$97,870 mensuales, “de los cuales recibía neto setenta y un mil cuatrocientos cuarenta y cinco pesos con diez centavos (DOP 71,445.10)”, menciona la acusación para argumentar que la pareja no poseía ingresos que justifiquen la cantidad de bienes que posee.
Entre las organizaciones que se señala utilizó el militar para “el lavado del dinero obtenido de hechos de corrupción”, se menciona la empresa CSNA Universo Empresarial, S.R.L., y a la Iglesia Bautista Vida Eterna del Señor Jesucristo, así como la “empresa, disfrazada de Asociación Sin Fines de Lucro, denominada Asociación Campesina Madre Tierra”.
La Asociación Campesina Madre Tierra era alimentada “con los fondos sustraídos de la institución que dirigía, utilizando militares y policías que se prestaron para hacer transacciones bancarias millonarias, sin justificación de la procedencia de los recursos, pero que en realidad eran dineros sustraídos del patrimonio público”, afirma la acusación contra el exfuncionario.
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