Testimonios reabren polémica sobre rol de Rusia en comicios de EE.UU.

“Las historias de colusión entre Rusia y Trump son una broma total”, reaccionó el presidente en la noche del lunes en una serie de tuits en los que comentó esta audiencia de tres horas.

La ex secretaria de Justicia, Sally Yates (d), y el ex director de Inteligencia Nacional, James Clapper (i), se saludan después de testificar ante el subcomité judicial del Senado titulado La interferencia de Rusia en las elecciones estadounidenses de 2016. (EFE)

WASHINGTON. El gobierno de Donald Trump recibió en enero por lo menos dos advertencias sobre los contactos entre el entonces Asesor Nacional de Seguridad, Michael Flynn, y funcionarios rusos, aseguró este lunes ante el Senado la exsecretaria interina de Justicia, Sally Yates.

En un esperado testimonio bajo juramento, Yates aseguró que seis días después de la investidura del nuevo gobierno mantuvo una reunión con asesores de la Casa Blanca a quienes informó que, en su opinión, Flynn estaba expuesto a “chantaje” por parte de Rusia.

Un día más tarde, Yates participó de una segunda reunión en la Casa Blanca, con los mismos interlocutores, para discutir la situación de Flynn.

Sin embargo, Flynn solamente fue despedido de su cargo 18 días más tarde, después que sus contactos con el embajador ruso en Washington fueron revelados por la prensa.

Yates formuló estas afirmaciones ante la comisión de asuntos jurídicos del Senado, que investiga la alegada interferencia rusa en las elecciones presidenciales que se realizaron el año pasado en Estados Unidos.

De acuerdo con la exfuncionaria, ella y su equipo llegaron a la conclusión que la situación de Flynn se había tornado crítica para la Casa Blanca.

“Esto era un problema porque no solamente creíamos que Rusia sabía de esto sino que además poseía pruebas. Y eso generaba una situación de compromiso, en que el asesor de seguridad podría ser chantajeado por los rusos”, dijo Yates.

La funcionaria fue despedida del cargo el día 30 de enero después de circular un memorando interno en el departamento de Justicia orientando a su equipo a distanciarse del primer decreto presidencial con vetos al ingreso de inmigrantes y refugiados de varios países de mayoría musulmana.

“Las historias de colusión entre Rusia y Trump son una broma total”, reaccionó el presidente en la noche del lunes en una serie de tuits en los que comentó esta audiencia de tres horas.

“¿Cuándo esta broma a cuenta del contribuyente va a parar?”, se indignó Trump, visiblemente molesto por las investigaciones en curso en el Senado, en la Cámara de Representantes y en el FBI sobre una eventual “coordinación” entre algunos de los allegados al mandatario y Moscú.

Obama alertó a Trump

Este lunes, un exfuncionario gubernamental dijo a la AFP que el propio expresidente Barack Obama llegó a alertar a Donald Trump sobre Flynn.

Obama había llegado a nombrar a Flynn en 2012 al frente de la Agencia de Inteligencia de la Defensa, aunque en 2014 lo removió del cargo.

Según dijo esa fuente a AFP, Obama alertó a su sucesor sobre el creciente papel de Flynn en el equipo de transición, durante la reunión que mantuvieron en el Salón Oval de la Casa Blanca poco después de las elecciones.

En la misma comisión del Senado prestó testimonio juramentado este lunes James Clapper, quien fue director general de inteligencia durante el gobierno de Obama.

A fines de 2016, Clapper expresó su convicción de que altos funcionarios del gobierno de Rusia habían autorizado la invasión de los correos electrónicos del Partido Demócrata y su divulgación pública para afectar la candidatura presidencial de Hillary Clinton y ayudar a Trump.

En menor grado, esa convicción fue compartida por varias agencias de inteligencia, aunque las pruebas nunca fueron divulgadas, según apuntaron, por la sensibilidad del caso.

Trump ya había recurrido en la mañana de este lunes a la red social Twitter, para atacar a Yates y Clapper con mensajes que cuestionan la integridad de los dos exfuncionarios del anterior gobierno.

De acuerdo con Trump, “Flynn recibió la más alta autorización de seguridad por parte del gobierno de Obama”.

En otro mensaje, el presidente sugirió a los senadores que pregunten a Yates “bajo juramento si sabe cómo es que la prensa recibió información reservada poco después que ella se la presentó a funcionarios de la Casa Blanca”.

La semana pasada, Clinton dijo estar segura que su derrota en las elecciones presidenciales se debió, en parte, a la divulgación de correos electrónicos de su comité de campaña en la red WikiLeaks, iniciativa que atribuyó a Rusia.