Sebastian Kurz deja la política a los 35 años acorralado por la corrupción

Viena, 2 dic (EFE).- El conservador Sebastian Kurz, figura dominante de la política austríaca en la última década, anunció este jueves, a los 35 años, su retirada de la política cuando se encuentra salpicado por acusaciones de corrupción.

El joven político vienés fue durante años el 'niño prodigio' de los democristianos europeos, tras haber sido secretario de Estado con solo 24 años, ministro de Exteriores con 27 años y jefe de Gobierno en Austria con sólo 31 años.

Tras su dimisión como canciller federal el 9 de octubre pasado, Kurz había mantenido la presidencia del gobernante Partido Popular (ÖVP) y el cargo de portavoz parlamentario de su formación.

La idea entonces era dar un paso al costado de forma temporal para salvar el gobierno de coalición que los conservadores mantienen con Los Verdes desde 2020.

Sin embargo, la presión de la Fiscalía anticorrupción, que investiga las alegaciones en su contra, pero también el descontente interno en el ÖVP, ha ido creciendo en las últimas semanas hasta hacer inevitable la salida definitiva de Kurz.

Si bien las encuestas indican que un tercio del electorado del país le sigue apoyando de forma casi incondicional, como una especie de 'mesías', Kurz es al mismo tiempo el personaje más rechazado -casi odiado- por el resto del espectro político.

En 2017 -al poco de asumir el liderazgo conservador- dinamitó la coalición del ÖVP con el partido socialdemócrata SPÖ y dos años más tarde forzó la salida del gobierno del ultraderechista FPÖ tras otro escándalo de corrupción y él mismo fue tumbado por una moción de censura.

Pero tras cada ruptura, Kurz salió triunfante en las urnas: en 2017 ganó con el 31,5 % y en 2019 con el 37,5 %.

Desde el punto de vista democristiano, todo lo que Kurz tocaba hasta hace poco lo convertía en oro para el ÖVP, un partido que en 2017 estaba en las encuestas por debajo del 20 % y que al inicio de la pandemia en 2020, se acercó en los sondeos a la mayoría absoluta.

Antes de llegar al poder en el ÖVP en 2017, los asesores de Kurz manipularon supuestamente encuestas -financiadas con dinero del ministerio de Finanzas- para mejorar su posición frente al entonces líder del partido, Reinhold Mitterlehner.

Tras forzar la dimisión de éste, Kurz asumió las riendas del ÖVP y anunció un 'nuevo estilo' de gobernar y de hacer política, siempre con un discurso duro frente a la migración en Europa.

Sin embargo, sus críticos aseguran que ese estilo consistió sobre todo en un sofisticado sistema de máximo control de la comunicación, siempre con un único objetivo: mantener a Kurz en el poder.

Al tiempo que crecían las acusaciones por corrupción contra él su discurso se volvió más polarizador y victimista, insinuando que los fiscales pretendían perseguirlo por motivos políticos.

Ahora, tras cuatro turbulentos años, el niño prodigio conservador se ha convertido, probablemente, en el 'jubilado' más joven de todos los políticos de alto rango en Europa. EFE

jk/ll/pi

Fehaciente, fidedigno y fácil. Agencia de noticias multimedia en español.