Rusia comienza a votar con unas presidenciales en el que Putin es amplio favorito

Un lugar de votación en Borovsk. EFE/EPA/YURI KOCHETKOV

MOSCÚ. Los rusos empezaron a votar este domingo en unas presidenciales en las que se espera que Vladimir Putin sea confirmado para un cuarto mandato, en un momento de creciente aislamiento del país por el caso de un exespía ruso envenenado y por una nueva ronda de sanciones estadounidenses.

La votación se inició a las en el punto más oriental del país, y se cerrará en Kaliningrado, el enclave más occidental, a las 18H00 GMT del domingo. Más de 107 millones de electores están llamados a las urnas en el país más grande del mundo,que tiene once husos horarios.

La cadena de televisión pública Rossiya 24 mostró imágenes de la apertura de los centros de votación en Petropavlovsk-Kamchatski, en la península de Kamchatka, y en Anadyr, en el distrito autónomo de Chukotka.

Acusado por Londres de haber “ordenado” el envenenamiento de un exespía en el Reino Unido, vilipendiado en la ONU por su apoyo a Bashar al Asad en Siria y confrontado a nuevas sanciones en Estados Unidos por las acusaciones de injerencia en las elecciones de 2016, Putin enfrentó en la última semana de campaña una ola de críticas de una intensidad sin igual.

Los desmentidos, los cruces de acusaciones y las amenazas de represalias recíprocas marcaron la semana y son el resumen de un mandato en el cual Rusia retornó a la escena internacional, en un clima con tintes de Guerra Fría con el conflicto en Siria, la anexión de Crimea y la insurrección en el este de Ucrania llevada a cabo por separatistas apoyados por Moscú, según Kiev y Occidente.

Pero Putin, siempre impasible, terminó una campaña minimalista reuniéndose con los agricultores en el sur, pronunciando un discurso de dos minutos en un concierto en Crimea y tomándose selfies con los jóvenes.

Con una intención de voto cercana al 70% según las últimas encuestas, el hombre fuerte de Rusia, elogiado por haber devuelto la estabilidad al país tras la caótica década de 1990, aunque según sus detractores a costa de las libertades individuales, no tiene de qué preocuparse.

Según todas las previsiones, Putin, de 65 años, será confirmado en el poder hasta 2024, un cuarto de siglo después de ser designado sucesor de Boris Yeltsin.

La elección no tiene suspenso. El segundo candidato, el del Partido Comunista, Pavel Grudinin, obtendría alrededor del 7% y el tercero, el ultranacionalista Vladimir Zhirinovski, obtendría alrededor del 5%. Los otros cinco candidatos obtendrían un resultado marginal.

La generación Putin

El gran ausente en la elección presidencial es el opositor número uno al Kremlin, Alexéi Navalni, el único que logra movilizar a decenas de miles de personas pero a quien se le prohibió presentarse por una condena judicial, que denuncia como orquestada por el poder.

Por eso, el principal objetivo del Kremlin en esta campaña átona fue convencer a los electores de que vayan a votar, especialmente a la “generación Putin”, los jóvenes que votan por primera vez y que han vivido toda su vida con él como dirigente.

Si bien el envenenamiento en el Reino Unido de Serguéi Skripal y de su hija tiene pocas posibilidades de influir en el voto de los rusos, siempre acostumbrados a las acusaciones occidentales contra Moscú, este incidente sí podría adelantar el tono que tendrá el próximo mandato, el último al cual puede aspirar Putin, según la constitución, que se comprometió a no modificar.

“Las consecuencias en política exterior para Rusia serán más serias” que en política interior, pronosticó Alexandre Baounov, experto del Instituto Carnegie en Moscú.

“Resistimos”

Durante la campaña, el Kremlin hizo todo lo posible para que la participación, el verdadero barómetro de esta elección, sea lo más alta posible este domingo, especialmente después del llamado a un boicot hecho por Navalni.

El presidente ruso casi no hizo campaña y se contentó con dos apariciones de dos minutos cada una, esquivando los debates de la televisión.

Putin ha buscado recalcar el rol de Rusia como una potencia mundial, una visión que recientemente ilustró en un discurso en el parlamento, en el que se vanaglorió de los nuevos misiles “invencibles” del ejército ruso, desarrollados como reacción al escudo antimisiles.

“En Estados Unidos y en Europa, intentan doblarnos, ponernos de rodillas, pero nosotros resistimos”, dijo Serguéi Babaiev, un elector moscovita de 55 años. “Nos prometieron una crisis y nosotros aguantamos. Esa es la principal cualidad de Putin, él está en el centro de nuestro Estado”, afirmó.