Ruanda pide la extradición del acusado de genocidio detenido en Países Bajos

Kigali, 28 oct (EFE).- Ruanda ha solicitado la extradición de Joseph Mugenzi, líder de un partido opositor y arrestado ayer en los Países Bajos acusado de genocidio durante la matanza de tutsis y hutus moderados de 1994, informó hoy a Efe la Fiscalía ruandesa.

Mugenzi, de 71 años, estaba sujeto a una orden de arresto internacional desde 2013.

'Fue detenido el martes 27 de octubre por la unidad de delitos internacionales de la Policía holandesa y, de inmediato, solicitamos formalmente su extradición', aseguró a Efe el portavoz de la Fiscalía de Ruanda, Faustin Nkusi.

'Las autoridades judiciales de los Países Bajos han extraditado en el pasado a dos sospechosos de genocidio a Ruanda, mientras que otros dos han sido juzgados y condenados allí, por lo que creemos que Mugenzi podría ser extraditado', agregó Nkusi.

Jean Baptiste Mugimba y Jean Claude Iyamuremye fueron extraditados en 2016, mientras que Jonh Mpambara fue condenado a cadena perpetua en 2010 e Yvonne Ntacyobatabara a seis años y ocho meses en 2013, aunque murió en prisión antes de cumplir su condena.

Mugimba fue secretario general de la Coalición para la Defensa de la República (CDR), un partido político extremista hutu, mientras que Iyamuremye fue el líder de la milicia Interahamwe en el sector de Kicukiro, Kigali.

Por su parte, Mugenzi, miembro de alto rango del entonces partido gobernante Movimiento Nacional Republicano para la Democracia y el Desarrollo (MRND), trabajó en el Banco Nacional de Ruanda y operó una farmacia en Kigali durante el genocidio.

Según la Fiscalía ruandesa, está imputado por genocidio, crímenes de lesa humanidad, conspiración y complicidad para cometer actos genocidas.

Ha vivido en los Países Bajos desde el año 2000 y, en el momento de su arresto, era presidente del partido político no registrado FDU Inkingi, al que perteneció el político de oposición Victiore Ingabire.

La masacre de 1994 supuso el exterminio de unos 800.000 tutsis y hutus moderados en Ruanda, entonces el país más densamente habitado de África, con siete millones de personas.

El 70 por ciento de las víctimas mortales fueron tutsis, asesinados por extremistas hutus tras la muerte del presidente ruandés, Juvenal Habyarimana, cuando el avión en el que viajaba fue derribado el 6 de abril de 1994 poco antes de aterrizar en el aeropuerto de Kigali.

El asesinato de Habyarimana (de la etnia hutu, mayoritaria en Ruanda), muerto junto al presidente de Burundi, el también hutu Cyprien Ntaryamira, que lo acompañaba, fue el detonante de esta matanza colectiva. EFE

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