Moreno enfila su último año enfocado en lo social y la economía

Esta semana el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, inició el que será su último año de gobierno en el país suramericano, tras un mandato de cuatro años. La recta final la inicia con un particular periodo marcado por el COVID-19 -del que se registran 37,355 casos confirmados y 3,203 fallecimientos en esa nación- y que ha planteado retos no solo en el ámbito sanitario, sino también en la protección social, en el empleo y en la economía.

El gobernante ecuatoriano dejó claros esos aspectos durante el “Informe a la Nación” que pronunció ante el Parlamento de su país el domingo pasado, cuando se conmemoró la Batalla de Pichincha, un evento histórico clave en el proceso de independencia.

Ante una Asamblea Nacional con poca asistencia debido a la pandemia, Moreno comenzó precisamente resaltando la particularidad de esa rendición de cuentas, la última de su periodo presidencial. “Estoy aquí hoy porque es importante que -con todas las precauciones y aun sabiendo que existen riesgos nos adaptemos a esta nueva normalidad”, dijo.

Sus prioridades para este último año, dijo, son preservar la salud de todos, asegurar la supervivencia de los más excluidos, reactivar la economía para proteger los empleos y “cuidar, a toda costa, la dolarización”. En Ecuador la moneda de circulación nacional es el dólar.

“Vamos a mejorar la estrategia Médico del Barrio y continuaremos con la atención integral para millones de compatriotas. Seguiremos implementando el Plan Intersectorial de Alimentación y Nutrición Ecuador 2018-2025 y cumpliremos la meta de lactancia materna, en los seis primeros meses de vida. Como una prioridad, haremos alianzas para promover buenas prácticas de salud pública”, expresó ante el parlamento ecuatoriano el pasado domingo.

Moreno señaló que Ecuador cuenta con una infraestructura hospitalaria de gran escala, pero desarticulada y con centros de salud locales y comunitarios que cerraron sus puertas. Aseguró que el proceso de vinculación entre los organismos de salud ya comenzó y seguirá.

Sobre el tema de la alimentación de los más necesitados, el presidente ecuatoriano señaló que el gobierno ha entregado más de un millón de kits alimentarios a través de los planes de subsidios sociales. Mientras tanto, en cuanto a la protección de empleos, Moreno detalló que se ha logrado mejorar las condiciones para evitar despidos de trabajadores en medio de la crisis sanitaria.

“La economía empieza a reabrirse, los negocios vuelven a operar y para este nuevo estado de la economía, necesitamos acuerdos entre todos. (...) Aquí, lo más importante: el empresario no podrá ganar utilidades, mientras rijan las nuevas condiciones salariales. Solo cuando la situación se normalice, el empresario podrá repartir utilidades de su empresa”, manifestó durante su rendición de cuentas.

Moreno indicó que la crisis por la pandemia ha provocado la pérdida de 150,000 empleos.

Uno de los puntos en los que insistió durante su discurso fue en la protección a la dolarización, que ha sido uno de los elementos de estabilidad económica de Ecuador durante los últimos 20 años. Para mantenerla, dijo Moreno, es necesario fortalecer la economía y las finanzas del país.

“Mientras yo sea Presidente, la dolarización será cuidada, protegida, y atesorada. Muchas veces, los esfuerzos y sacrificios que pedimos, no son populares”, expresó Moreno antes de señalar que el país de un mayor esfuerzo del que más tiene. “Debemos buscar los mecanismos para que el que más tiene, aporte un porcentaje pequeño de su riqueza, en un momento de extrema necesidad”, expresó.

Sobre el tema de la corrupción, el jefe de Estado ecuatoriano explicó que ha combatido “de manera implacable” la corrupción y las mafias enquistadas en la administración pública, pero insistió en la aprobación de normativas que permitan recuperar el dinero robado por los corruptos. “Apoyaremos todas las iniciativas para recuperar el dinero de los corruptos. Esta es una tarea pendiente, en la que todos debemos poner nuestro máximo esfuerzo”, dijo durante su discurso en la que recordó que hay dos anteproyectos legales que permiten avances en ese sentido, por lo que conminó a los parlamentarios a aprobarlos.

Moreno concluyó su rendición de cuentas del pasado domingo señalando que la actual crisis será superada “en democracia, en libertad, en medio de las tensiones que se producen cuando hay pesos y contrapesos”.

Expresó su agradecimiento al personal sanitario que ha luchado contra el COVID-19, así como a trabajadores municipales, policías y militares que han estado en la primera línea de combate a la pandemia. Guardó un minuto de silencio por las víctimas.

“Será el último año de mi Gobierno, pero debemos convertirlo en el primer año del nuevo Ecuador, del Ecuador que se levanta de la crisis más grave de su historia, del Ecuador que deja atrás, definitivamente, el populismo y la demagogia, del Ecuador que se consolida con el trabajo y el esfuerzo de cada uno de nosotros”, manifestó el presidente del país suramericano.