Macron visita la destruida ciudad iraquí de Mosul

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, llega al aeropuerto internacional de Irbil, en Irak, el domingo 29 de agosto de 2021. (AP Foto/Hadi Mizban)

MOSUL, Irak (AP) — El presidente de Francia, Emmanuel Macron, visitó el domingo la ciudad de Mosul, en el norte de Irak, que quedó prácticamente destruida durante la guerra contra el grupo extremista Estado Islámico en 2017.

Macron comenzó su visita a Mosul en la Iglesia de Nuestra Señora de la Hora, un templo católico que resultó muy dañado durante el régimen del EI, que duró entre 2014 y hasta la derrota de los extremistas tres años después. El mandatario fue recibido con cánticos de niños iraquíes vestidos de blanco y que ondeaban banderas iraquíes y francesas.

Era la misma iglesia donde el papa Francisco dirigió una plegaria especial durante una visita a Irak en Marzo. Durante su viaje, el pontífice entre ruinas de iglesias a que los cristianos iraquíes perdonasen las injusticias cometidas en su contra por extremistas islámicos y reconstruyeran.

Macron paseó por la iglesia, cuyos muros aún muestran los agujeros de balas, en medio de estrictas medidas de seguridad mientras un sacerdote le hablaba sobre el edificio, construido en el siglo XIX. El presidente subió después a la azotea con vistas a Mosul acompañado por funcionarios iraquíes.

“Esperamos que Francia abra un consulado en Mosul”, dijo a Macron el sacerdote iraquí Raed Adel dentro de la iglesia. También le pidió ayuda en la reconstrucción del aeropuerto.

Macron se dirigió después a la emblemática mezquita de Al-Nuri, que se está reconstruyendo tras quedar destrozada en los combates de 2017.

La mezquita y su minarete inclinado se construyeron en el siglo XII. Fue desde el púlpito de esa mezquita donde el líder de EI Abu Bakr al-Bahdadi declaró la fundación de un califato en 2014.

Mosul, la segunda ciudad más grande de Irak, se convirtió en el núcleo burocrático y financiero del grupo. La ciudad fue liberada en julio de 2017 tras una ardua batalla de nueve meses. Entre 9.000 y 11.000 civiles murieron, según una investigación realizada entonces por The Associated Press, y la guerra dejó una destrucción generalizada. Muchos iraquíes han tenido que reconstruir por sus propios medios en medio de una prolongada crisis financiera.

Macron llegó a Bagdad el sábado para asistir a una conferencia a la que acudieron representantes de Oriente Medio y que pretendía reducir las tensiones en la región y subrayar el nuevo papel del país árabe como mediador.

Macron celebró la conferencia de Bagdad como un gran impulso para Irak y su gobierno. Durante las últimas décadas, los líderes árabes se mantuvieron alejados del país por motivos de seguridad tras sucesivas guerras y conflictos internos, y dados los frecuentes ataques insurgentes contra su aeropuerto.

Macron prometió mantener la tropas en Irak “independientemente de las decisiones de los estadounidenses” y “mientras el gobierno iraquí pida nuestro apoyo”. Francia contribuye a la coalición internacional en Irak con 800 soldados.

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Abdul-Zahra informó desde Bagdad.

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