La Superliga asegura a la Eurocámara que no es una competición 'rupturista'

Bruselas, 19 nov (EFE).- Los gestores de la Superliga defendieron en una carta remitida a la Eurocámara que esta competición 'nunca fue una liga rupturista', puesto que los clubes participantes habrían seguido tomando parte en sus respectivas competiciones nacionales.

La misiva, fechada el 18 de noviembre, fue enviada en vísperas de que el próximo martes el Parlamento Europeo vote un informe que se opone a 'competiciones rupturistas' contrarias a los principios de la libre competencia y el mérito deportivo, el tipo de torneo que, según sus críticos, sería la Superliga de fútbol propuesta el pasado abril.

'En ningún momento los clubes participantes rompieron ninguna regla de la FIFA, UEFA o liga doméstica y todos los clubes siguieron comprometidos a jugar en sus respectivas ligas domésticas', afirman en la carta los promotores de la Superliga Anas Laghrari y John Hahn.

En la misma, insisten que la propuesta estaba 'contractualmente sujeta' a ser compatible con que los clubes pudiesen seguir jugando en sus ligas nacionales tras el reconocimiento de la UEFA o la FIFA que -afirman- 'rechazaron entablar cualquier diálogo' con los responsables de la Superliga, o a obtener protección de los tribunales europeos, en cuyas manos está ahora el caso.

Los firmantes, que muestran su acuerdo con buena parte del informe parlamentario, echan en falta, sin embargo, que los eurodiputados no mencionen la necesidad de que todos los órganos deportivos respeten las normas comunitarias, en particular las de Competencia, 'donde los hechos en el fútbol son bastante claros y muy preocupantes'.

Señalan que la UEFA tiene un papel no solo regulador del fútbol europeo, sino que 'se ha establecido a sí misma como el operador del monopolio de las competiciones transfronterizas de clubes de fútbol' y como la única entidad capaz de aprobar la entrada de nuevos participantes 'en el mismo mercado que domina'.

'No hay otros mercados en la UE en los que podría autorizarse al regulador a ser también el único operador dominante y controlador de las entradas. Los conflictos de interés son obvios como lo es la incompatibilidad con la ley europea de competencia', afirman, pidiendo a los eurodiputados que tengan en cuenta esta situación que se da de forma similar en otros deportes.

El informe parlamentario evalúa la situación general de la política deportiva en la UE y fue enmendado para instar a que la Unión Europea cuente con un modelo deportivo que reconozca la necesidad de un fuerte compromiso con valores como la solidaridad y la justicia, 'y por tanto se opone con firmeza a competiciones rupturistas que socaven dichos principios y pongan en peligro la estabilidad del ecosistema deportivo en su conjunto'.

Aunque no se refieren específicamente a la Superliga, la enmienda introducida por los eurodiputados sí rechaza un modelo europeo que incluya este tipo nuevas competiciones al margen de las estructuras federativas ya existentes, como esta iniciativa que en la actualidad solo apoyan tres de los doce equipos fundadores.

La Comisión Europea ya se opuso a la creación de la Superliga. EFE

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