La NBA ya barajaba posibilidad de un positivo por coronavirus entre jugadores
Ruben Mantilla
Houston (EE.UU.), 12 mar (EFE).- Aunque a muchos les pilló por sorpresa, la pasada noche, el positivo de un jugador por coronavirus, los directivos de la NBA ya estaban preparados para hacer frente al gravísimo problema con el que se podrían enfrentar y de ahí su decisión inmediata de suspender la competición.
La medida se tomó nada más conocerse que el pívot francés de los Jazz de Utah, Rudy Gobert, había dado positivo mientras se encontraba con el equipo en Oklahoma City. Gobert había padecido una gripe y tras problemas respiratorios fue sometido al test de coronavirus.
De inmediato el partido entre los Jazz y los Thunder de Oklahoma City fue suspendido, y a continuación la liga anunció también que no habría más competición hasta al menos dos semanas, el tiempo que todos los jugadores de la NBA tendrán que estar en cuarentena, aunque no muestren signos del COVID-19.
La decisión de la NBA conlleva todo tipo de interrogantes y pasos a seguir en las próximas horas y días. Los jugadores de los Jazz, y algunos periodistas que cubren regularmente al equipo tienen que permanecer en Oklahoma City, en cuarentena, al menos hasta que les hagan las pruebas y conocer sus resultados.
Los jugadores de los Thunder sí han recibido la autorización para que abandonar las instalaciones del Chesapeake Energy Arena, donde se iba a disputar el partido, aunque la primera información sobre el positivo de Gobert la dieron los medios locales de Salt Lake City.
La siguiente prioridad para la NBA será trabajar con los equipos que durante los últimos 10 días se enfrentaron a los Jazz, entre los que se están los Pistons de Detroit, Celtics de Boston, Cavaliers de Cleveland, Knicks de Nueva York, y Raptors de Toronto.
Se sabe que desde la pasada noche todos los jugadores de estos equipos han comenzado a someterse a las pruebas del coronavirus para saber si están contagiados.
El gran dilema para la NBA será si alguno de los jugadores de esos equipos dan positivo porque ellos han disputado también partidos con otros rivales, sin contar los más de 12 árbitros que han dirigido encuentros de los Jazz durante la pasada semana.
Ante la delicada situación que se le puede presentar a la NBA, entre los dueños de los 30 equipos de la liga, encabezados por el de los Mavericks de Dallas, Mark Cuban, aseguran que es el momento de hacer las cosas bien, sin pensar en lo deportivo y económico.
'Se trata de la salud de muchas familias y ciudadanos estadounidenses', declaró Cuban a los periodistas que presenciaron el partido que su equipo disputó la pasada noche y que ganó por 113-97 a los Nuggets de Denver. 'Tenemos que ser inteligentes'.
De hecho, desde la pasada semana la liga ya había establecido medidas para la prevención de los jugadores, como evitar el contacto con los aficionados y los periodistas en los vestuarios después de los partidos.
La liga también aconsejó a los equipos que comenzasen a trabajar con las autoridades sanitarias para proporcionarles a los jugadores la posibilidad de hacerse las pruebas del COVID-19, algo que hizo el base estrella de los Warriors de Golden State, Stephen Curry, quien dio negativo después que sufrir una gripe que le impidió jugar el partido ante los Sixers de Filadelfia.
Mientras tanto, la NBA ya ha comunicado a los equipos que pueden seguir con los entrenamientos.
En cuanto a los salarios de los jugadores, el convenio prevé que se le permite a la liga no pagar a los jugadores en situaciones extremas, incluida algún tipo de enfermedad que generase una epidemia e impidiese a la liga cumplir con sus obligaciones salariales.
Pero ante el gran costo financiero que podría generar una cancelación completa de lo que queda de temporada y playoffs, la liga trabajará como primera opción la de volver a reanudar la competición y cumplir todo el calendario, aunque luego tuviesen que comenzar más tarde la del 2020-21.
Ello podría suponer que las estrellas de la NBA no podrían estar disponibles para competir en los próximo Juegos Olímpicos de Tokio 2020, si estos al final también se van a poder celebrar.
Esas interrogantes de calendario y cómo podría afectar al futuro tope salarial, serán las que tendrán que acordar la NBA con los equipos durante el tiempo que la competición esté suspendida.
Lo que la NBA ya sabe es que una reducción de ingresos brutos de la liga hasta el final de temporada, que podrían ser de hasta 500 millones de dólares, afectará de manera directa al tope salarial y el impuesto de lujo de la próxima temporada, además de la pérdida de otros 200 millones que se han dado tras la crisis por el coronavirus en China. EFE.
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