La familia Franco tendrá un mes para retirar el mobiliario del Pazo de Meirás

A Coruña (España), 29 abr (EFE).- Un juzgado español concedió este jueves a la familia de Francisco Franco, fallecido en 1975, un mes de plazo para que retiren 'las cosas, bienes u objetos' que hay en el interior del Pazo de Meirás, residencia de verano del dictador español, tras la decisión judicial que ordenó su devolución al Estado español.

El Pazo de Meirás es propiedad del Estado español desde el 10 de diciembre pasado, según sentenció en septiembre de 2019 un juzgado de La Coruña (Galicia, noroeste de España), pues consideró que el inmueble, una finca con palacete, fue un regalo que se hizo en su momento al dictador como jefe del Estado, y no a título personal.

Tras la sentencia, los nietos de Franco habían solicitado la retirada del mobiliario de la finca, situada en la localidad gallega de Sada (noroeste).

La petición fue respaldada hoy judicialmente, pero tendrá que ser el Estado el que permita el acceso al Pazo de los profesionales que designe la familia del dictador español para poder efectuar la retirada de los bienes.

El inmueble fue devuelto al Estado español, pero no su contenido, ya que la Administración española 'no lo reclamó en su demanda inicial', sino únicamente la finca, según la sentencia de inicial.

No obstante, entre el mobiliario que podrán llevarse los descendientes de Franco no figura aquello que eventualmente se encuentren en el Pazo que haya sido colocado por el Estado tras haber tomado posesión del inmueble, según la misma sentencia.

El pasado noviembre, dos meses después de la resolución sobre la devolución del inmueble, se inició el inventario de la finca, que contabiliza un total de 697 bienes, de los que 616 están en el interior y 81 en el exterior.

Entre los bienes inmuebles incluidos en el inventario se encuentran dos estatuas religiosas del maestro Mateo, escultor y arquitecto del siglo XII, que pertenecen la familia Franco, según reconoció un juzgado de Madrid en su momento.

Las estatuas representan a Abraham e Isaac y son parte del Pórtico de la Gloria de la catedral de Santiago de Compostela (patrimonio de la humanidad), y están declaradas bienes de interés cultural (BIC) por el Gobierno regional gallego, lo que obliga a los propietarios a comunicar a las autoridades previamente cualquier posible traslado, entre otras normas.