Irán denuncia una “conspiración” estadounidense contra la integridad de Siria
TEHERÁN. El presidente iraní, Hasan Rohaní, denunció hoy una “conspiración” estadounidense contra la integridad territorial de Siria y la seguridad en la región, tras la iniciativa de Washington de crear con las milicias kurdosirias una nueva fuerza en zonas fronterizas.
“El plan que los estadounidenses recientemente tuvieron en mente para Siria es contrario a las normas internacionales y una conspiración contra la integridad territorial y la seguridad de Siria y de la región”, aseguró Rohaní, según un comunicado de la Presidencia.
El mandatario iraní subrayó asimismo, durante una reunión en Teherán con el presidente del Parlamento sirio, Hamuda Sabag, que Irán siempre ha respaldado al Gobierno y al pueblo sirios, y continuará haciéndolo.
Irán ha apoyado desde el inicio del conflicto al régimen sirio de Bachar al Asad con asesores militares y milicianos chiíes sobre el terreno, tanto en su lucha contra los grupos terroristas como contra la oposición armada.
El Ministerio iraní de Exteriores también criticó hoy el plan de la nueva fuerza apoyada por EE.UU. como una “flagrante injerencia” en los asuntos internos de Siria.
Según el portavoz de Exteriores, Bahram Qasemí, esta iniciativa “complica la crisis siria, crea más inestabilidad y aviva las llamas en ese país”.
El portavoz instó a EE.UU. a que “cambie su enfoque intervencionista y destructivo en la región y retire sus fuerzas de Siria lo antes posible”, según las declaraciones publicadas por los medios oficiales.
Qasemí recordó que Irán, junto con Rusia y Turquía, ha intentado hallar una solución al conflicto sirio mediante las conversaciones de paz de Astaná y la creación de zonas de distensión.
Rusia y Turquía, así como el Gobierno de Damasco, también han criticado el nuevo plan de EE.UU. y de las milicias kurdosirias.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, aseguró hoy que su país atacará “mañana o pasado mañana” a las fuerzas kurdas aliadas de EE.UU. en el norte de Siria.
La idea de Washington y las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una alianza encabezada por milicias kurdas, es crear un cuerpo de 30.000 combatientes que se desplegará en áreas fronterizas de la autoproclamada administración autónoma kurdosiria.