Escándalo en Francia por lo que destina Hollande mensualmente al cuidado de su cabello
El presidente de Francia defendió sus pagos al barbero
PARÍS. El presidente francés Francois Hollande no parece un hombre que gasta 10.000 euros (11.000 dólares) al mes en su cabello. Sin embargo, el líder socialista que es bastante poco popular y fue electo con la propuesta populista de subir los impuestos a los súper ricos, está metido en un vergonzoso escándalo por el exorbitante precio de sus visitas a su estilista de pelo, que sus detractores han llamado #Coiffeurgate.
El asunto fue tan sonado que tuvo que abordarlo el jueves en su tradicional entrevista televisada por el Día de la Bastilla, un momento que Hollande hubiera preferido usar para mostrar un frente digno de cara a la próxima elección general de Francia en mayo.
Hollande defendió sus pagos al barbero presidencial, recordando a la nación que ha recordado su salario en 30%, reducido el presupuesto del Palacio del Eliseo en 9 millones de euros y recortado su personal en 10% desde que fue electo en el 2012 como un defensor de los pobres y un autoproclamado “señor normal”.
“Me pueden reprochar por lo que quieran pero no por eso”, dijo, visiblemente incómodo por el tema.
Agregó que no era responsable por supervisar los arreglos para cuidarse el cabello.
“En cuanto a los costos del estilista, hasta ahora hemos usado contratistas externos, y hubiera preferido que fuera manejado desde aquí”, dijo.
Críticos se mostraron sorprendidos de que Hollande, a quien se le está cayendo el cabello, gastara tanto al mes en el cuidado de su pelo, cuando un elegante corte de pelo en París cuesta unos 50 euros (65 dólares). No hubo señales de que el dinero estuviese siendo usado en gastos de implantes de cabello u otros gastos afines.
Sus opositores dijeron que Hollande fue electo por decir comentarios como “no me gustan los ricos”, lo cual marcó un fuerte contraste con la imagen ostentosa de su antecesor conservador, Nicolas Sarkozy, quien gustaba de joyería llamativa y restaurantes caros.
Medios franceses calcularon que el gasto mensual de Hollande en su cabello fue de cuatro veces más que el salario promedio de un trabajador francés.