El smog asfixia la capital India en un pico de contaminación
Cielo oscurecido por un denso smog gris. Monumentos y rascacielos que desaparecen en la bruma. Gente que no puede respirar.
En la capital de India, vuelve a ser esa época del año.
El índice de calidad del aire de la ciudad cayó el domingo a la categoría de “muy pobre” según SAFAR, la principal agencia de supervisión medioambiental en India, y en muchas zonas los niveles de la letal mezcla de partículas en suspensión era de seis veces el umbral global de seguridad.
Imágenes por satélite de la NASA también mostraron la mayoría de las llanuras norteñas de India cubiertas de una densa bruma.
Entre las muchas ciudades indias afectadas, Nueva Delhi lidera la lista todos los años. La crisis se agrava especialmente en invierno, cuando la quema de residuos agrícolas en los estados vecinos coincide con temperaturas más frías que atrapan el humo tóxico. Ese humo llega a Nueva Delhi, donde dispara la polución en una ciudad de más de 20 millones de habitantes y agrava una crisis de salud preexistente.
El gobierno de Nueva Delhi ordenó el sábado el cierre de escuelas durante una semana y de las obras en construcción durante cuatro días a partir del lunes. Las oficinas del gobierno también recibieron instrucciones de teletrabajar durante una semana para reducir el número de vehículos en la carretera.
El funcionario electo de mayor rango en la ciudad, Arvind Kejriwal, dijo que era probable que se declarase un confinamiento completo de la ciudad, pero que la decisión se tomaría tras consultar con el gobierno federal.
Los problemas de polución en India no se limitan a la capital.
En otras zonas urbanas se ha relacionado la mala calidad del aire con las emisiones de industrias sin tecnología de control de polución y del carbón, que ayuda a producir la mayoría de la electricidad del país.
Se espera que las necesidades energéticas de India crezcan más deprisa en las próximas décadas que en cualquier otro país. Parte de esa demanda se cubriría con energía producida con carbón, una fuente clave de las emisiones de dióxido de carbono que contaminan el aire.
Por eso el sábado, India pidió un cambio de último momento en el acuerdo final de las cruciales negociaciones climáticas en Glasgow, Escocia, para pedir la “reducción” en lugar del “abandono” de la energía obtenida con carbón.
El ministro indio de Medio Ambiente, Bhupender Yadav, se opuso a una cláusula sobre el abandono del carbón con el argumento de que los países en desarrollo tienen “derecho al uso responsable de combustibles fósiles”.
Muchos expertos criticaron la decisión. Temían que hubiera debilitado el acuerdo final, y además podría mermar la lucha de India contra el cambio climático y empeorar la calidad del aire.
“No es deseable en absoluto”, dijo Samrat Sengupta, director de programa de cambio climático y energía en el grupo de estudios Centre for Science and Environment. Pero también dijo que India necesita suficiente “margen de dióxido de carbono” para que sus necesidades de desarrollo coexistan con la ambición global de limitar el calentamiento de 1,5 grados Celsius (2,7 grados Fahrenheit) desde la era preindustrial.
“Abandonar el carbón es técnicamente imposible en este momento. Ninguna de las trayectorias que puede trazar India tendrá cero dependencia del carbón en 2020”, dijo Sengupta.
El primer ministro, Narendra Modi, anunció la semana pasada que el país aspiraba a dejar de aumentar los gases de efecto invernadero de la atmósfera para 2070, dos décadas después de Estados Unidos y al menos 10 años después de China.
Las reservas de carbón de India tienen un alto contenido de ceniza, que arde de forma poco eficiente y contamina más. Pero millones de indios dependen de ese carbón para ganarse la vida.
“En nuestro país, esta es la única forma de ganarse la vida para muchos. Si los países extranjeros dicen que debemos dejar de utilizar carbón, entonces qué vamos a comer', dijo Hari Ram, comerciante de carbón.
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