El presidente israelí Herzog pide perdón por una matanza de árabes en 1956

Jerusalén, 29 oct (EFE).- El presidente de Israel, Isaac Herzog, se disculpó hoy en nombre del Estado por la masacre de Kafr Qasim, en la que 48 árabes fueron asesinados por agentes de la policía fronteriza en 1956, en un acto oficial solemne en el 65º aniversario de ese suceso.

“Inclino mi cabeza ante el recuerdo de las víctimas. Inclino mi cabeza ante ustedes, sus familias y ante los habitantes de Kafr Qasim a lo largo de los siglos, y en mi nombre y en el del Estado de Israel, pido perdón”, afirmó Herzog en hebreo y árabe.

Herzog es el segundo presidente israelí que acude a este evento anual, después de que su predecesor, Reuven Rivlin, asistiera en 2014 y condenara la masacre, en la que la Policía Fronteriza mató a 48 hombres, mujeres -incluida una embarazada- y niños por violar el toque de queda en tiempos de guerra.

En 2007, el entonces presidente Shimon Peres expresó su pesar por la masacre, pero ni pidió disculpas ni acudió nunca a este acto anual, frente al monumento conmemorativo en Kafr Qasim, en el centro del país.

'Estoy aquí hoy ante ustedes con la cabeza inclinada y el corazón dolido, en el 65º aniversario de uno de los eventos más tristes en la historia de nuestro país', añadió Herzog, quien asumió el cargo el pasado julio.

Israel no ha asumido la responsabilidad formal de la masacre y un nuevo proyecto de ley que proponía que el Estado lo hiciera fue rechazado este miércoles por una abrumadora mayoría en la Knéset (Parlamento israelí), el enésimo intento de diputados árabes-israelíes de lograr esa disculpa institucional.

“Está claro para todos nosotros: la matanza y el daño a inocentes está absolutamente prohibido. Eso debe estar por encima de cualquier argumento político', afirmó el presidente.

La masacre de Kafr Qasim fue un suceso que marcó la relación de la población autóctona árabe con el joven Estado israelí, y tuvo lugar el 29 de octubre de 1956, el primer día de la Crisis de Suez, cuando se impuso un toque de queda en las aldeas árabes cercanas a la Línea Verde, frontera efectiva con Jordania.

Ante el temor de posibles disturbios, se ordenó a los agentes de la Policía de Fronteras que dispararan a matar a cualquiera que violara el toque de queda, una medida de la que muchos lugareños ni se habían enterado. EFE

sga/vh

Fehaciente, fidedigno y fácil. Agencia de noticias multimedia en español.