El altavoz Echo de Amazon, testigo en un caso de asesinato
LITTLE ROCK, Arkansas, EE.UU. Las autoridades en Arkansas que investigan la muerte de un hombre cuyo cadáver fue encontrado en una bañera de hidromasaje desean ampliar la pesquisa para incluir un nuevo tipo de evidencia: cualquier comentario captado por el altavoz inteligente Amazon Echo propiedad del sospechoso.
Amazon dijo que se opone como práctica habitual a peticiones “excesivas”, pero los fiscales insisten en que la idea de ellos se basa en un precedente jurídico “tan antiguo como Matusalén”.
El asunto gira en torno al homicidio de Victor Collins, cuyo cadáver fue encontrado el año pasado mientras flotaba bocarriba en la bañera de la casa de un amigo en Bentonville, a unos 240 kilómetros (150 millas) al noroeste de Little Rock. El amigo, James Andre Bates, fue acusado después del homicidio.
Los fiscales han solicitado a la corte que obligue a Amazon a que provea información del dispositivo Echo que podría aportar nuevas pistas sobre lo ocurrido la noche del 22 de noviembre de 2015, cuando Collins al parecer fue estrangulado y ahogado.
El fiscal Nathan Smith, del condado Benton, dijo el miércoles que desconoce si el dispositivo grabó sonidos relacionados con la muerte de Collins. Sin embargo, la búsqueda de pistas es simplemente “una cuestión de la policía que hace sus debidas diligencias”.
Al igual que cualquier investigación, “la policía tiene la obligación de intentar obtener pruebas de un delito”, afirmó Smith.
El dispositivo es un altavoz en forma de cilindro, con micrófonos conectados a internet, y salió al mercado a finales de 2014. Similar a otros aparatos de su tipo, escucha la voz del usuario y responde a órdenes: tocar música, leer titulares noticiosos matutinos o agregar una fecha importante a un calendario, por ejemplo. El dispositivo Echo tiene capacidad de responder al usuario con una voz femenina conocida como “Alexa”.
La orden de registro firmada en agosto por el juez, solicita todas las “grabaciones de audio, transcripciones de voces, grabaciones de texto y demás información” contenida en el altavoz Echo propiedad de Bates. EFE/Por Jill Bleed